Espacio virtual creado realmente por Nicanor Domínguez. Dedicado a la historia del Sur-Andino peruano-boliviano.
miércoles, 6 de junio de 2007
Julio César Tello Rojas (1880-1947)
(Foto tomada de: National Foreign Language Center, University of Maryland)
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"El Dominical", suplemento de "El Comercio"
Lima, domingo 3 de junio de 2007
ESPECIAL
Historia de un pionero
http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-06-02/ImEcDominical0732827.html
Verdadero "dínamo humano" lo llamó Alfred Kroeber. Porras lo calificó como "el primer arqueólogo científico peruano". Fundador de cinco museos y responsable de 34 expediciones arqueológicas, la imagen que nos ha llegado de Julio C. Tello a través del tiempo es la del hombre humilde que a base de estudio logra superarse. Una imagen que por generosa ha terminado ocultando al Tello que todo peruano debiera conocer.
Por Jorge Moreno Matos
En octubre de 1974 el desaparecido historiador Alberto Flores Galindo escribía en un diario local: "De la misma manera como en los periódicos y revistas se comentan los libros, deberían también comentarse las tesis. Es una manera de seguir el proceso intelectual de un país". Tal vez se refería a la vieja costumbre que más de medio siglo antes tenía El Comercio de insertar, a manera de pequeños avisos de sociales, la graduación de algún nuevo bachiller que su orgullosa familia mandaba publicar. Sólo en una ocasión ese aviso se extendió más allá del anuncio y se explayó en detalles como no lo había hecho antes.
El 17 de noviembre de 1908, al día siguiente de ser sustentada, 'El Comercio' comentó la tesis que Julio C. Tello defendió para graduarse de Bachiller en Medicina: "La antigüedad de la sífilis en el Perú". Resultó tan notable la sustentación que escribió: "El señor Tello ha merecido una distinción que no ha alcanzado estudiante alguno, pues tras dos horas de sostenida discusión sobre los puntos culminantes del trabajo, en que fue objetado por los doctores Avendaño, Lavorería y Castañeta, el decano de la facultad doctor Manuel C. Barrios, pidió que la tesis fuese aprobada por aclamación". Este mismo jurado recomendaría "que no solamente se insertase el trabajo en los 'Anales Universitarios', sino que la universidad hiciese una edición especial para darla a conocer al mundo científico". Pero apenas era el inicio de su brillante carrera científica. Diez años después, el 24 de junio de 1924, volvería a San Marcos para graduarse brillantemente de Doctor en Ciencias Naturales con una tesis de apenas 24 páginas y 41 acuarelas y fotografías: "El uso de las cabezas humanas artificialmente momificadas y su representación en al antiguo arte peruano". Hoy esa tesis constituye una de las joyas más preciadas del Archivo Histórico de esa casa de estudios.
Como estas, la vida de Tello estuvo salpicada de tantos viajes, avatares, polémicas y hasta anécdotas que incluso alguna vez alguien publicó un libro con el nombre de "50 anécdotas del sabio Tello" que muchos han leído, modificado y tergiversado en ocasiones. Y es que desde que nació para el público peruano, Tello siempre dio que hablar y suscitó tanta admiración como envidia.
Nació en Huarochirí el 11 de abril de 1880, lo que significa que perteneció a la generación inmediatamente anterior a la llamada 'Arielista' o del 'Novecientos' de la que formaron parte Riva Agüero, los hermanos García Calderón y V. A. Belaúnde, lo que no impidió que entablará amistad con algunos de sus miembros y que incluso comulgara con muchos de sus postulados. Aunque cursó la primaria en su pueblo natal y la secundaria, primero en el Colegio de Lima y el último año en el Colegio Guadalupe, lo verdaderamente trascendental fue su ingreso a la Facultad de Medicina de San Marcos, en 1900, en donde conoció a Hermilio Valdizán, Baltasar Caravedo, Julio C. Bernales y Ricardo Palma, cuyo padre, el famoso tradicionista, lo prohijó y le facilitó un puesto en la Biblioteca Nacional en cuyos viejos estantes ahondaría su interés por el antiguo Perú.
Lugo de su magnífica sustentación de 1908, obtiene una beca del gobierno y se embarca para los Estados Unidos a continuar sus estudios en la Universidad de Harvard. En este hecho, hay quienes han tratado de restarle méritos a Tello acusándolo de leguiísta. Nada más lejos de la verdad. El gobierno de Leguía le concede la beca a solicitud de la propia Universidad de San Marcos según consta en la Resolución Suprema del 21 de agosto de 1909. A su regreso, sus aportes al conocimiento de nuestro pasado serían fundamentales, la base de la naciente escuela peruana de arqueología. En 1919 funda el Museo Arqueológico de esa universidad; ese mismo año llama la atención sobre la importancia de la cultura Chavín y su enorme influencia; en 1925 descubre la Cultura Paracas, anterior a la era cristiana; y en 1945 funda el Museo Nacional de Antropología. Obras que bastarían por sí solas para escribir su nombre en la historia, pero Tello hizo mucho más.
Como hijo de su tiempo, y gracias a los laureles académicos que había logrado, fue muy natural que respondiese a la invitación que para integrarse a las filas del Partido Nacional Democrático, el de Riva Agüero, le hicieran. Fue elegido diputado por Huarochirí, ocupando un escaño desde 1917 hasta 1928. Sus intervenciones en el hemiciclo, que todavía esperan a alguien que los rescate para el gran público, revelan a un Tello en gran parte desconocido para todos.
En las páginas del Diario de los Debates de su cámara están impresas para siempre su denuncia de las empresas mineras que contaminan los ríos con los relaves que vierten en ellos, produciendo "graves daños a las sementeras y al ganado" (intervención del 20/11/1917), su demanda de auxilio al gobierno a los pueblos de la sierra "por el encarecimiento alarmante de los artículos de primera necesidad" (intervención del 21/11/1917); su denuncia de masacres de huelguistas mineros "que no registró carácter de agresividad o violencia" por parte de ellos (intervención del 6/12/1918). O más aún, su denuncia, sin ningún miramiento, de agentes del gobierno "incapacitados conforme a ley" implicados en estos hechos. Pero la verdadera gloria de Tello estaría lejos del recinto parlamentario.
Nombrado en 1913 Jefe de la Sección Arqueológica del Museo Nacional, presentó un plan de trabajo tan moderno para su época que se ganó la enemistad de aquellos a los que su plan dejaba fuera. El mayor encono contra él lo tuvo Emilio Gutiérrez de Quintanilla, Jefe de la Sección Histórica, representante máximo del viejo pensamiento que acusó a Tello de las mayores bajezas, de buscador de tesoros y hasta de traficante de nuestro patrimonio (él, que fue el que propició la Ley de Conservación de Monumentos Arqueológicos de 1929). Su malestar por tener que aceptar las propuestas para la administración del museo que un indio hacía desde el Congreso, lo volcó en un panfleto: "El Manco Capac de la arqueología peruana, Julio C. Tello, (Señor de Huarochirí)", que está repleto de las más increíbles lindezas y prejuicios: "Anticristo de quimérica reacción, contra hechura viviente de Huayna Capac", lo llama; "la campaña política que emprende ahora, para restablecer el predominio de los pongos y restaurar la autoridad incana", califica a sus propuestas para una nueva Ley Universitaria. Pese a ello y por increíble que parezca, Tello sólo logró que su Cámara aprobara una recomendación al Ejecutivo para abrirle proceso administrativo a Gutiérrez, ya que tuvo el desparpajo de mandarlo imprimir en los talleres del museo y con dinero del Estado, y que nunca se abrió, permaneciendo veinte años en su cargo. Tello se alejó del Museo en 1915, al igual que Uhle lo hizo en 1911 también por intrigas del mismo personaje.
Pero si algo habría que reprocharle a Tello fue el de no ser ajeno al destino de otros grandes historiadores peruanos que como él dejaron gran parte de su magnífica obra inédita o dispersa en publicaciones menores. Al igual que Raúl Porras o Riva Agüero, lo fundamental de su trabajo se publicaría años después de su muerte y, como en el caso del primero, durante años se anunciarían sus 'Obras Completas' que siempre tardaban en ser publicadas. Recién en el 2004 la Universidad de San Marcos ha empezado a publicar y reeditar sus trabajos inéditos y aquellos que eran difíciles de encontrar aún para especialistas como es el caso de su extraordinaria "Paracas I", publicado en 1959 por uno de sus discípulos y que es una auténtica obra de arte por el aparato gráfico que la acompañaba y que lamentablemente en su reedición de 2005 perdió gran parte de su atractivo.
Tello murió el 3 de junio de 1947 sabiendo que su legado por el que tanto trabajó estaba asegurado: un museo en el que reunió todo lo acumulado en tres décadas de exploraciones y descubrimientos y en el que pidió ser enterrado; una teoría del origen de la civilización andina que aunque superada le dio prestigio; y un archivo (que donó a la Universidad de San Marcos) en el cual las generaciones futuras de estudiosos, como predijo Porras, "por muchos años se nutrirá de sus hallazgos, descripciones y planteamientos", para continuar en la búsqueda que durante una vida dedicada a la investigación lo mantuvo ocupado a él: la esencia del Perú.
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Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia (MNAAH, Pueblo Libre, Lima), fundado en 1945 por iniciativa de Tello, su primer director (Foto de Guy Vanackeren, Perou.Net)
Sala Chavín del MNAAH (Foto de Guy Vanackeren, Perou.Net)
Craneo trepanado procedente de Paracas (Ica) en el MNAAH (Foto de Guy Vanackeren, Perou.Net)
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Los archivos de Julio C. Tello comienzan a ser digitalizados.
De puño y letra
http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-06-02/ImEcDominical0732828.html
Dicen que una de sus frases más célebres era "Pido la palabra para oponerme". Tello era un hombre de carácter, tenaz y de gran formación académica. El legado de su gran recorrido intelectual está depositado en un voluminoso archivo, administrado desde su muerte, por la Universidad de San Marcos. Próximamente serán publicados sus cuadernos dedicados a Pachacamac.
Tenía la letra desordenada, a veces ininteligible, y solo apuntaba lo necesario. Pero los cuadernos de su archivo guardan una asombrosa pulcritud. Diagramas de restos, cerámicas, telas, mapas, animales y plantas aparecen dibujados con extremo cuidado, y reproducidos en cada detalle y color.
Julio C. Tello caminó el Perú por más de tres décadas, y siempre se hizo acompañar por un equipo de dibujantes y caligrafistas que pusieron en cuadernos -que ahora lucen amarillos y llevan el color ocre del pasado en las hojas- el legado de un hombre que vivió intensamente y creyó en el poder civilizatorio de los antiguos peruanos, tesis revolucionaria para su época, cuando se aceptaban las ideas de Max Uhle sobre las influencias centroamericanas de nuestra cultura.
A su muerte, sucedida en 1947, Tello no había publicado más de seis libros e innumerables artículos periodísticos, pero la mayor parte de sus investigaciones, teorías y hallazgos de sus excursiones científicas se encontraba en su inmenso archivo documental, que desde entonces, y de acuerdo al pedido expreso de su testamento, pasó a formar parte del patrimonio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
LA PUNTA DEL ICEBERG
¿Cuántos cientos o millares de cuadernos con información de campo, fotos, notas, acuarelas, placas de vidrio con imágenes, conforman el archivo Tello? Hasta el momento se ha develado solo un 20 por ciento de su totalidad. El resto sigue ahí, en un cuarto climatizado, envuelto simétricamente en bolsones de papel, que se asemejan a decenas de fardos funerarios a la espera de su recuperación.
Su contenido es variado. "Se nota el clásico desorden intelectual", dice Carlos Del Aguila, actual director del Museo de Arqueología de San Marcos. Está compuesto de notas, trabajos originales, recortes periodísticos de la época, contribuciones de Tello como de otros autores, dibujos, acuarelas, registros fotográficos y cuadernos de campo con manuscritos. El archivo no está conformado solo por el material que Tello trabajó, sino están reunidos también los cuadernos de varios de sus asistentes, como Félix Caycho, Luis Cossi, Julio Espejo Núñez, Oscar Santisteban y Toribio Mejía Xesspe, quien fue el más importante de todos, y el que más trabajó en organizar la inmensa documentación. También se hallan materiales de Rebeca Carrión Cachot, quien fue su seguidora y más esforzada discípula.
Lamentablemente, Mejía Xesspe murió repentinamente y gran parte de su archivo fue cedido por su viuda al Instituto Riva-Agüero de la Universidad Católica, donde es conservado.
En San Marcos el primer inventario del archivo Tello fue hecho en 1966 por Carlos Daniel Valcárcel. Luego, fue prácticamente dejado en los anaqueles, mantenido solo con los exiguos recursos de la universidad. Después de un silencio de cuarenta años, a fines de 1997, se realizó una verificación total de los documentos, iniciándose la publicación de los cuadernos de Tello, impulsada por la entonces directora del Museo de Arqueología y Antropología de San Marcos, Ruth Shady. El primero de ellos estuvo dedicado a la Arqueología del Valle de Lima. Después vinieron los cuadernos referidos a sus investigaciones en el valle de Asia y la Huaca Malena, en la cuenca del Río Grande de Nasca y en el Valle de Nepeña.
Carlos Del Aguila, actual director del Museo de Arqueología, anuncia la aparición en los próximos meses del primer cuaderno dedicado a Pachacamac, el cual viene siendo trabajado y digitalizado por un equipo de jóvenes profesionales sanmarquinos. La idea es editarlo en color y con un CD de ilustraciones y fotografías. "Tello fue muy criticado en su momento por sus trabajos en Pachacamac", comenta Del Aguila, "e incluso se le acusó de haber inventado lo del Templo de las Mamaconas, pero lo que vamos a publicar testimonia lo contrario. Aunque no concluyó este proceso, Pachacamac termina siendo el último trabajo integral e intensivo del maestro".
Tello interrumpe sus investigaciones en Pachacamac en 1945, un año después se agrava su salud y cae en una depresión muy fuerte hasta su muerte, un 3 de junio de 1947. "En los últimos meses de su vida se dedicó a escribir cartas, a reclamar al Estado para que no abandone los museos, y a tratar de ordenar su gran archivo documental, aunque como es natural después de su muerte el archivo sufrió algunos desmembramientos", dice Del Aguila.
EN LA RED
El archivo Tello se encuentra actualmente repartido en tres instituciones. La mayor parte está en San Marcos, pero existen también copias y protocolos de desenfardelamiento de momias en el Museo de Arqueología, Antropología e Historia de Pueblo Libre y otro tanto en el Instituto Riva-Agüero, sobre todo lo correspondiente a Mejía Xeespe.
El trabajo de apertura del archivo ha sido un proceso lento y se realiza mediante un proceso manual. Una comisión abre un paquete y levanta un acta de lo encontrado, después comienza la clasificación y la transcripción del material. "Lamentablemente", agrega Del Aguila, "las condiciones de registro y de informatización recién se están implementando. Ahora estamos tratando de armar una base de datos digitalizada, que nos permita realizar búsquedas en diversos sentidos. Porque la información encontrada es tan rica y variada que implica varias líneas temáticas, recuerda que Tello no solo se dedicaba a la arqueología, sino también le interesaba la lingüística, la etnografía y la antropología".
La tarea más urgente del equipo del Museo de San Marcos es continuar las publicaciones de los cuadernos que Tello dejó ya terminados, y no lo que requiere ser completado. "Por ejemplo", cuenta Del Aguila, "encontramos un paquete que decía 'Quipus' y pensamos inicialmente publicar dicha información, pero después nos dimos cuenta de que había mucha gráfica y análisis, pero no era un trabajo concluido. Por eso nos inclinamos por Pachacamac porque había un conjunto de paquetes con ese título, y se trataba de un contexto cerrado. Esto no implica que después se encuentren más cosas sobre Pachacamac o sobre otros temas ya publicados, porque muchas veces un paquete lleva un título, pero en su interior aparece información sobre otras materias".
A pesar de que se ha avanzado poco en el conocimiento del archivo, Del Aguila dice que lo trabajado es significativo, dado los exiguos presupuestos del museo y de la universidad. "Otro proyecto mayor es masificar toda esta información vía electrónica. La idea es colgar en la página del Museo un enlace con la información del archivo en PDF".
Abrimos al azar uno de los cuadernos del paquete de Pachacamac y nos encontramos con una caligrafía fina e inclinada, y con los dibujos a colores de un ave costeña y de una especie de iguana. El tiempo no ha afectado los colores ni la nitidez del trazo. Los dibujos de los animales no tienen que envidiar en nada a una fotografía. (JPL)
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Cuadernos y publicaciones
Los cuadernos de investigación del Archivo Tello publicados hasta la fecha son:
- Cuaderno No. 1: Arqueología del Valle de Lima.
- Cuaderno No. 2: Arqueología del Valle de Asia: Huaca Malena.
- Cuaderno No. 3: Arqueología en la cuenca del Río Grande de Nasca.
- Cuaderno No. 4: Arqueología del Valle de Nepeña. Excavaciones en Cerro Blanco y Punkurí.
Además el Fondo Editorial de la UNMSM ha reeditado el libro "Paracas. Primera parte", cuya primera edición data de 1959, (culminada por Toribio Mejía Xesspe) sobre las investigaciones en Río Grande, Acarí, Pisco, Chincha y Cañete.
También ha publicado "Arqueología de Cajamarca - Expedición al Marañón 1937". Material que registra las exploraciones científicas en los departamentos de Cajamarca, Amazonas y La Libertad.
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Títulos digitalizados en la Biblioteca de la UNMSM:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/Autores/Tello_J_C.htm
- Paracas. Primera parte (2005)
- Arqueología de Cajamarca: Expedición al Marañón - 1937 (2004)
- La antigüedad de la sífilis en el Perú (1909)
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Julio C. Tello dirige excavaciones en Sechín (Ancash) en 1937; ilustración de Hernán Ponce Sánchez, publicada en 1956 en "Arqueología del Valle de Casma" (Tomado de http://www.arqueologia.com.ar/peru/sechin.htm)
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El legado del maestro
Rescatando el Perú
http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-06-02/ImEcDominical0732831.html
Reconocidos intelectuales opinan sobre el legado más importante que nos dejó Julio César Tello Rojas a 60 años de su muerte. La vigencia de una vida y una obra dedicadas a rescatar una visión del Perú del futuro, desde los escombros y restos de un pasado que entonces era desconocido. Así se rescata sus aportes sobre el autoctonismo de la cultura andina, su labor en el fomento y la construcción de museos, y su perseverancia por la conservación de nuestro patrimonio cultural.
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Luis G. Lumbreras
Arqueólogo y ex director del Instituto Nacional de Cultura
"Su contribución más importante fue cambiar la imagen que teníamos respecto al Perú. En su tiempo, a raíz de las ideas del doctor Max Uhle, se creía que nada de lo que existía aquí había sido elaborado por los peruanos. Uhle le había dado forma científica y sistemática a la vieja idea de que nuestra cultura era producto de otras civilizaciones. Tello contradijo esa hipótesis, algo que no era fácil en su época, y rescató la tesis del autoctonismo, es decir que la civilización peruana era producto de los peruanos. Este es un punto de partida fundamental para entender la importancia de Tello. Él le dio a la arqueología un sentido diferente, de rescate de nuestra propia identidad, de autovaloración, que fue muy importante en su momento. Él planteó la tesis de una evolución, de un crecimiento de la civilización peruana. Esa fue su primera gran contribución. Y la segunda, que está ligada a la primera, fue establecer que nuestra civilización fue fundamentalmente el producto de la capacidad de los peruanos para someter un medio duro y difícil, y que esto se hizo a base de un progresivo dominio sobre el territorio. Consideraba que este proceso se inició con la agricultura en una zona de montaña y de ahí pasó a los llamados andes orientales, luego a los andes occidentales, donde se tuvo que intervenir el medio ambiente, para cambiar la tierra, crear canales de riego, construir andenes e implantar la agricultura, con lo cual surge la civilización. Por eso le puso tanto interés a Chavín, que se convirtió en una suerte de icono de esta civilización triunfante, que finalmente llega al litoral, donde el dominio es básicamente tecnológico. Por eso andaba buscando en toda la costa la presencia de Chavín. Se imaginaba una suerte de invasión de la sierra a la costa y en ese proceso se encontró con la cultura Paracas. A raíz de esto hizo el enunciado de la diversidad de culturas en el Perú.
En su momento, contra Tello se fueron todos, peruanos y no peruanos. Lo veían, además, como un indio metido en temas que usualmente eran abordados por extranjeros. Por eso su contribución más importante fue construir una visión del Perú, algo que le costó mucho trabajo y perseverancia".
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Rafael Vega Centeno
Profesor de la Escuela Académico Profesional de Arqueología de la UNMSM
"Lo que más me interesaría resaltar es su figura. Él es un intelectual bastante singular, pues tiene una formación de primer nivel para su época, con una maestría en la Universidad de Harvard. Pero nunca se convierte en un intelectual de alta productividad, que escribe libros y publica investigaciones, tanto así que muere dejando muchas cosas inéditas. Por eso su mayor legado no está ahí. Su gran obra fue consolidar los museos en el Perú. Él había visto los museos en Europa y se indignaba de ver lo famélico que era nuestro Museo Nacional de entonces. Gran parte de sus expediciones a Paracas o Nasca fue para incrementar nuestra colección museística porque su mayor preocupación era hacer llegar este conocimiento al público y sabía que el lugar estratégico para que se produzca este encuentro era el museo.
Por eso me atrevería a decir que su legado más notorio es haberle ofrecido al Perú museos de arqueología y antropología, como el de San Marcos, y crear conciencia entre los arqueólogos peruanos de que el museo es el lugar indicado para albergar sus hallazgos y descubrimientos".
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Mariana Mould de Pease
Historiadora
"Más allá de cualquier hallazgo específico, la mayor contribución de Tello a la arqueología peruana es haber luchado por una metodología de trabajo a través de la cual la conservación arqueológica es tan importante como la investigación. Ese, para mí, es el gran legado de Tello: la idea de que conservación e investigación son parte de lo mismo; indesligables e imprescindibles. La mayor prueba de la clara percepción de Tello sobre estos asuntos es la colección que él mismo trabajó y organizó para que viajara por el Perú con fines didácticos, pero que arbitrariamente fue enviada a la Exposición Panamericana de Sevilla, en 1929. Cuando se dio cuenta de que era inevitable el viaje de la colección al exterior, Tello documentó y catalogó muy bien cada una de las piezas que se enviaban, con el firme propósito de que regresaran. Lamentablemente, muchas de estas obras nunca volvieron, por una serie de avatares políticos tanto del Perú como de España. Hay documentos que cuentan cómo Tello luchó hasta su muerte por la repatriación de esos bienes, y cómo su discípula Rebeca Carrión hizo lo mismo".
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Pedro Novoa Bellota
Arqueólogo, Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe
"Julio C. Tello fue un hombre de obras. Un ejemplo para todos los arqueólogos peruanos que desean aunar a la investigación rigurosa una práctica que impacte positivamente en la sociedad.
Tello sumó a su fundamental aporte académico -fue el primero en establecer la profundidad y originalidad de la sociedad andina- las actividades necesarias para que las evidencias del pasado permanecieran seguras pero asequibles al público general: impulsó leyes a favor del patrimonio arqueológico, contribuyó a la puesta en valor de sitios arqueológicos y creó museos para albergar y exponer los materiales arqueológicos que recuperó de coleccionistas y en sus investigaciones.
Tello tuvo el mérito, además, de haber hecho una obra -que aún podemos apreciar y disfrutar, sesenta años después de su muerte- en un tiempo en el cual el desprecio hacia nuestras raíces andinas era abierto e intenso. Tello, maestro andino, fue un ejemplo de entrega y trabajo en condiciones adversas. Su obra es fundamental para comprendernos, identificarnos y valorarnos como peruanos".
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Trayectoria vital de Julio C. Tello
1880 - Nace en la provincia de Huarochirí el 11 de abril.
1908 - Se gradúa de Bachiller en Medicina con la tesis "La antigüedad de la sífilis en el Perú".
1911 - Obtiene un Master en Antropología en la Universidad de Harvard, EE.UU. Inicia su periplo europeo [1911-1912]. Estudia en las universidades de Cambridge, París, Berlín y Londres.
1912 - Representante del Perú en el XVIII Congreso de Americanistas [Londres, Inglaterra]. Se casa con Olive Nabel Chessman. Regresa al Perú.
1913 - El gobierno lo nombra su representante en la expedición arqueológica que Alex Hrdlicka realiza en la costa. Es nombrado Jefe de la Sección Arqueológica del Museo Nacional.
1916 - Integra la Misión científica de la Universidad de Harvard que explora el Marañón.
1917 - Es elegido Diputado por Huarochirí en las filas del Partido Democrático Nacional.
1918 - Se gradúa de Doctor en Ciencias Naturales con la tesis "El uso de las cabezas humanas artificialmente momificadas y su representación en al antiguo arte peruano".
1919 - Emprende la expedición a Chavín por encargo de la Universidad de San Marcos. Organiza el Museo Arqueológico de esta universidad.
1920 - Organiza la colección Larco Herrera, adquirida por el Estado el año anterior, base del Museo de Arqueología de la avenida Alfonso Ugarte.
1921 - Publica "Introducción a la Historia del Antiguo Perú", en donde propone por primera vez una cronología de las culturas prehispánicas.
1923 - Publica su famoso ensayo "Wira Kocha" en la revista 'Inca'.
1925 - Incia la exploración de los valles costeños de Chincha y Pisco. El 26 de julio descubre las cavernas de Paracas.
1926 - Expedición a los valles costeños del norte (Santa, Virú, Moche y Chicama).
1927 - En este año y hasta 1930 explora la costa sur y estableciendo la fase Paracas Necrópolis.
1929 - Publica "Antiguo Perú. Primera época".
1931 - Explora la Hoya del Mantaro encontrando las ruinas de Huari-Huacaurara y Conchopata.
1933 - Exploración al Valle de Nepeña.
1934 - Nueva expedición a Chavín.
1935 - Expedición a los valles de Chancay, Chillón y Rimac. Publica su importante estudio "Kotosh".
1937 - Expedición al Valle de Casma auspiciada por la Universidad de San Marcos y Nelson Rockefeller. Descubrimiento del Templo de Sechín.
1939 - Publica su estudio "Las primeras edades del Perú por Guaman Poma. Ensayo de interpretación".
1940 - Nueva expedición a Chavín.
1941 - Descubre en Urubamba, cerca de Machu Picchu, las ruinas de Huiñay-Huayna, el último de sus grandes descubrimientos.
1942 - Publica "Origen y desarrollo de las civilizaciones prehistóricas andinas", en donde rectifica su cronología de la cultura andina.
1944 - Publica "El descubrimiento de la Cultura Chavín".
1945 - Se crea el Museo Nacional de Antropología (hoy Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia) y Tello es nombrado su primer Director. Estudia las Necrópolis de Ancón.
1947 - Muere de cáncer al estómago en la clínica del hospital Loayza el 3 de junio.
(Jorge Moreno Matos)
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Bibliografía [1906-1967] de Julio C. Tello, padre de la arqueología peruana
Por Lizardo Tavera
Tomada de: http://www.arqueologia.com.ar/peru/bb-tello.htm
1906 "Craniectomía prehistórica entre los Yauyos". El Comercio. Diario Independiente. Lima, 5 de mayo. p.3.
1908 "La antigüedad de la sífilis en el Perú". Revista Universitaria. Organo de la Universidad Mayor de San Marcos. Año IV, Vol. IV, pp. 180-212. Lima.
1912 "Prehistoric trephining among the Yauyos of Peru". XVIII International Congress of Americanists. Actas y trabajos, pp. 75-83. Londres.
1914 "Las antiguas riquezas del valle de Lima (para el doctor Urteaga)". La Crónica. Diario de la mañana. Lima, 30 de diciembre. p. 5.
1915 "El uso de las cabezas humanas artificialmente momificadas". El Comercio. Lima, 29 de agosto.
1915 "El diagnóstico diferencial entre las aberturas craneales por trepanación y las practicadas en las cabezas trofeos". La Prensa. Lima, 7 de octubre.
1917 "Los antiguos cementerios del valle de Nasca". Proceedings of the Second Pan American Scientific Congress, Washington 1915-1916. Section I: Anthropology. Vol. I, pp. 283-291. Washington.
1918 "El uso de las cabezas humanas artificialmente momificadas y su representación en el antiguo arte peruano". Revista Universitaria. Organo de la Universidad Mayor de San Marcos. Año XIII, Vol. II, pp. 477-533. Lima.
1918 "Arqueología y primitiva religión del Perú". La Prensa. Diario de la mañana. Lima, 11 de julio.
1921 'Introducctón a la historia antigua del Perú'. Lima.
1923 "Wira Kocha". Inca. Revista trimestral de estudios antropológicos. Organo del Museo de Arqueología de la Universidad Mayor de San Marcos. Vol. I, No. 1, pp. 93-320; Vol. I, No. 3, pp. 583-606. Lima.
1924 "Observaciones del Editor al discurso del profesor Seler". Inca. Vol. I, No. 2, pp. 375-382. Lima.
1924 "Arte Antiguo Peruano: Album fotográfico de las principales especies arqueológicas existentes en los Museos de Lima. Primera Parte. Tecnología y Morfología". Inca. Vol. II. Lima.
1926 "Interesantes descubrimientos arqueológicos en Cerro Colorado (Paracas)". El Comercio. Lima, 6 de febrero.
1926 "Los descubrimientos del Museo de Arqueología Peruana en la península de Paracas". XXII Congreso Internacional de Americanistas, Roma. Actas y memorias. Vol. I, pp. 679-690. Roma.
1927 "Bibliografía antropológica del Perú". Boletín Bibliográfico. Biblioteca de la Universidad Mayor de San Marcos. Vol. III, No. 3, pp. 31-36. Lima.
1928 "Andean Civilization: Some problems of Peruvian Archaeology". XXIII Congress Intemational of Americanist, New York. Actas y trabajos. Vol. I, pp. 259-290. Nueva York.
1928 "Los restos arqueológicos recientemente descubiertos en la península de Paracas". La Prensa. Diario de la mañana. Lima, 7 y 8 de junio.
1928 "Los descubrimientos del Museo de Arqueología Peruana en la península de Paracas". Actas del XXII Congresso Intemazionali degli Americanisti, Roma, settembre 1926. Vol. I, pp. 679-690. Roma.
1929 'Antiguo Perú. Primera época'. Editado por la Comisión Organizadora del Segundo Congreso Sudamericano de Turismo. Lima. 183 pp.
1931 "Las ruinas de Wari son, por su extensión, el enorme material arquitectónico, la piedra tallada, los edificios subterráneos, estatuas, etc. superiores, en ciertos aspectos, a las de Tiawanaku y semejantes a las de Chavín...". El Perú. Diario de la mañana. Año I. Lima, jueves 27 de agosto. p. 1.
1931 "Un modelo de escenografía plástica en el arte antiguo peruano". Wira Kocha. Revista peruana de estudios antropológicos. Vol. l, No. l, pp. 89-l12. Lima.
1933 "Importante descubrimiento arqueológico en el valle de Nepeña. El señor Julio C. Tello anuncia el hallazgo de un notable monumento antiguo". El Comercio. Lima, l de setiembre. p. 20.
1933 "Las ruinas del valle de Nepeña". El Comercio. Lima, 5, 6, 9 y 14 de octubre.
1934 "El oro en el antiguo Perú". El Comercio. Lima, 1 de enero.
1934 "Las excavaciones arqueológicas en el departamento del Cusco". El Comercio. Diario de la mañana. Lima, 12 y 13 de marzo.
1934 "Perú prehistórico: Origen, desarrollo y correlación de las antiguas culturas peruanas". Revista de la Pontificta Universidad Católica del Perú. Tomo II, No. 10, pp. 151-168. Lima.
1935 "Las civilizaciones pre-incaicas, su antigüedad y sucesión cronológica". La Crónica. Lima, 30 de mayo.
1935 "Culturas arcaicas del Horizonte inferior". El Universal. Lima, 13 de junio.
1936 "Indumentaria de los incas". Letras. Organo de la Facultad de Letras de la Universidad Mayor de San Marcos. No. 2, pp. 413-419. Lima.
1936 "Los monumentos arqueológicos de Magdalena Vieja y la necesidad de conservarlos". Gaceta Municipal. No. l, pp. 5-6. Magdalena Vieja, Lima.
1937 "Los trabajos arqueológicos en el departamento de Lambayeque". El Comercio. Lima, 29, 30 y 31 de enero.
1937 "La búsqueda de tesoros ocultos en las huacas de Lambayeque". El Comercio. Lima, 11 de marzo.
1937 "El oro de Batán Grande (algunos apuntes de la reciente conferencia del doctor Julio Tello)". El Comercio. Lima, domingo 18 de abril. pp. 3, 6.
1937 "Importante hallazgo arqueológico en la huaca Cerro Sechín de Casma". El Comercio. Lima, 28 de setiembre.
1937 "La civilización de los inkas". Letras. Organo de la Facultad de Letras de la Universidad Mayor de San Marcos. Tomo III, No. 6, pp. 5-37. Lima.
1937 "Objeto y propósito de la expedición arqueológica al Marañón". El Comercio. Díario de la mañana. Lima, 31 de octubre.
1938 "Los resultados de la expedición arqueológica al Marañón de 1937". El Comercio. Diario de la mañana. Lima, 9 de enero.
1938 "El strombus en el arte Chavín". El Comercio. Lima, 18 de abril.
1938 "Las excavaciones que se efectúan en Pachacamac". El Comercio. Lima, 13 de setiembre.
1938 "La gran muralla del norte del Perú es un camino de penetración de la costa a la sierra de caracter comercial y principalmente religioso". El Comercio. Diario de la mañana. Lima, 11 de octubre.
1938 "Objeto y propósito de la Expedición arqueológica al Marañón". Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima. Tomo LV, Trim. 2-3, pp. 123-131. Lima.
1938 "Una notable insignia de oro del Antiguo Perú". Turismo, No. 133. Lima (Noviemre) s.p.
1939 "El cóndor en el arte antiguo peruano". Turismo. No. 136. Lima (Mayo) s.p.
1939 "Algunos monumentos arqueológicos existentes entre Lima y Paramonga". El Comercio. Edición de la mañana. Lima, 26 de setiembre.
1940 "El descubrimiento de esculturas monolíticas en la Waka Cerro Sechin, valle de Casma". La Prensa. Diario independiente. Lima, domingo 7 de enero, p. 3.
1940 "Descubrimientos realizados arqueológicos en las ruinas de Pachacamac". El Comercio. Lima, 18 de julio.
1940 "Los recientes descubrimientos arqueológicos en las ruinas de Pachacamac". Turismo. No. 140. Lima (julio).
1940 "Los recientes descubrimientos arqueológicos en las ruinas de Pachacamac". Turismo. Organo del Touring Club del Perú. No. 153. Lima.
1940 "Un vaso de piedra de Nasca. Primeros indicios de una Cultura Megalítica semejante a la de Chavin en la región central del Perú". Chaski. Organo de la Asociación Peruana de Arqueología. Vol. I, No. 1, pp. 27-48. Lima.
1940 "Pachacamac". Chaski. Organo de la Asociación Peruana de Arqueología. Vol. I, No. 2, pp. 1-4. Lima.
1940 "Un ejemplar de cerámica de Cajabamba". Chaski. Vol. I, No. 2, pp. 77. Lima.
1941 "La ciudad Inkaica de Cajamarca". Chaski. Organo de la Asociación Peruana de Arqueología. Vol. I, No. 3, pp. 3-7. Lima.
1942 "Origen y desarrollo de las civilizaciones prehistóricas andinas". Actas y trabajos científicos del XXVII Congreso Internacional de Americanistas, Lima 1939. Tomo I, pp. 589-720. Lima.
1942 "Sobre el descubrimiento de la Cultura Chavín del Perú". XXVII Congreso Internacional de Americanistas, Actas de la Primera Sesión, celebrada en la ciudad de México en 1939. Tomo I, pp. 231-252. México.
1943 "Memoria suscita sobre los trabajos arqueológicos realizados en las ruinas de Pachacamac durante los años 1940 y 1941". Memoria de la Junta Departamental Pro-Desocupados de Lima, 1939, 1940 y 1941. Lima.
1943 "Discovery of the Chavin Culture in Peru". American Antiquity. Vol. IX, No. 1, pp. 135-160. Menasha.
1943 "Sobre el descubrimiento de la cultura Chavin en el Perú". Letras. Organo de la Facultad de Letras y Pedagogía, Universidad Mayor de San Marcos. No. 26, pp. 226-373. Lima.
1945 "El país de los inkas". Peí en entras 1944-45. pp. 592-613. Lima, Empresa Gráfica Scheuch S.A.
1946 "Los tesoros arqueológicos de Ancón". El Comercio. Lima, 17 de marzo.
(*) Publicaciones póstumas:
1955 "El país de los inkas". Revista del Museo Nacional de Antropología y Arqueología. Año II, No. 2, pp. 24-45. Lima.
1956 'Arqueología del valle de Casma. Culturas: Chavín, Santa o Huaylas, Yunga y Sub-Chimú. Informe de los trabajos de la Expedición Arqueológica al Marañón de 1937'. Lima, Editorial San Marcos, 344 pp.
1959 'Paracas. Primera parte'. Vol. 1. Publicación antropológica del Archivo "Julio C. Tello" de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima. 129 pp.
1960 'Chavin. Cultura matriz de la civilización andina. Primera parte'. Publicación antropológica del Archivo "Julio C. Tello" de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Vol. II. Lima. 364 pp.
1967 'Páginas escogidas'. Selección y prólogo de Toribio Mejía Xesspe. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima. 241 pp.
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