Espacio virtual creado realmente por Nicanor Domínguez. Dedicado a la historia del Sur-Andino peruano-boliviano.

domingo, 8 de agosto de 2010

PERU: Sendero 1980-1992 / 1992-2010

Lucha armada: 30 años.

Por Antonio Zapata

La Republica, Lima, Miércoles, 19/05/2010

Esta semana se cumplen 30 años del inicio de la guerra senderista, que estremeciera al Perú como ninguna conflagración del siglo XX. El primer problema histórico es la motivación de la lucha. Como ellos mismos han explicado a la CVR, se trató de un impulso ideológico. El maoísmo llevó a la decisión de levantarse en armas, sin considerar el baño de sangre que vendría a continuación.

Pero no hubiera sido posible que este levantamiento cobrara vuelo sin un fundamento que trascienda a Sendero. Esa base eran las humillaciones sociales y el desenfrenado racismo que hacían de parte de la población peruana un grupo ofendido y listo a estallar.

Como ninguna otra ocasión de la historia peruana, esta guerra plantea el tema del asesinato como arma de la política. Fue utilizado ampliamente por Sendero para “batir” el campo y despejar terreno, implantando sus comités populares. Luego, fue igualmente empleado extensamente por las fuerzas del orden, como procedimiento para recuperar posiciones y castigar a las comunidades rebeldes.

Las FFAA ingresaron a Ayacucho en diciembre de 1982 y buscaron arrasar con los puntos de apoyo de Sendero. Por su parte, los insurgentes maoístas organizaron represalias, venganzas y ajustes de cuentas. Mientras se elevaba tremendamente el número de víctimas civiles, la guerra se extendía a otras regiones. Los crímenes fueron seguidos por la vesania y así tuvimos muertes a pedradas, ácido en los ojos y asesinatos masivos. Al Perú le costaba caminar, cuando cotidianamente las noticias daban cuenta de interminables actos tanáticos que enlutaban a medio país.

Una cuestión decisiva es, ¿qué provocó la derrota de Sendero Luminoso? Parecía que estaban a la ofensiva y de pronto la caída del líder los desmoronó. La mayoría de estudiosos piensa que el mismo SL sobrevaloró sus fuerzas y despreció al Estado. En este sentido, la tesis del equilibrio estratégico adoptada en enero de 1990 habría facilitado la caída de Abimael Guzmán.

El trabajo policial detectó algunos contactos claves de la dirección senderista y procedió a la captura, habiendo obtenido información decisiva de un delator. Ese trabajo fino fue parte de un plan integral desplegado por el Estado a finales de los años 1980, que incluyó rondas campesinas e inteligencia policial. Aprovechando el optimismo de la dirección subversiva, el Estado derrumbó a Sendero como un castillo de naipes.

Otro punto clave es el financiamiento de la guerra y determinar si hubo alianza narcoterrorista. Aunque muchos analistas la dan por sentada, otros discrepan. Ellos argumentan que Sendero Luminoso parece haber sido pobre hasta el final; no compraron armas en el exterior y no aumentaron significativamente su poder de fuego. Por otro lado, una academia preuniversitaria habría financiado a la dirección y ese fue el hilo de la madeja que siguió la policía.

Por último, se plantea el tema de la rendición. ¿Por qué no continuaron la guerra después de la captura de Guzmán?

Aparentemente no había dirección de reemplazo en Sendero; habían caído muchos dirigentes y quienes quedaban no daban fuego como cuadros políticos. Ante sus carencias, Guzmán decidió replegarse para salvar a su organización. Pero no se ha arrepentido y piensa que las leyes de la historia conspiraron contra su proyecto. En ese momento, otros militantes de SL no aceptaron y tomaron la decisión de proseguir, origen de la facción que hasta ahora tiene presencia en el VRAE.

Treinta años después, muchos protagonistas aún están vivos y la mayor contribución que podemos hacer por la paz es recoger sus testimonios; contar los hechos y evitar que vuelvan a suceder. Tener presentes los temas de la CVR, cultivar la memoria y exorcizar, para sanar definitivamente.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/sucedio/19/05/2010/lucha-armada-30-anos

= = = =

Los otros senderos


Por Antonio Zapata

La Republica, Lima, miércoles, 26/05/2010

La muerte del camarada Rubén en el Huallaga ha motivado varias primeras planas en los diarios nacionales. Según la policía, era el número 2 de Artemio y a la vez sería su tercer segundo abatido en el último período. La prensa ha vuelto a hablar de Sendero Luminoso como si fuera el mismo grupo dirigido por Abimael Guzmán, sin distinguir entre las distintas variantes que operan desde hace ya muchos años. Por ello, persisten algunas dudas, ¿cuál es la relación de Guzmán con este proceso?, ¿los senderistas del Huallaga y del VRAE son parte del mismo grupo?

Cuando Guzmán cayó preso, junto a Elena Iparraguirre y otras dos integrantes de su alto mando, su organización quedó descabezada. Para aquel entonces, ya habían muerto varios dirigentes y otros estaban presos, como Osmán Morote por ejemplo. Es decir, la dirección senderista ya venía sufriendo abundantes bajas. La caída de Guzmán remató este curso, porque él pensaba la estrategia y ellas organizaban la puesta en práctica.

Guzmán fue consciente de la extrema debilidad de su organización e ideó el “acuerdo de paz”, que consistió en cesar la violencia para negociar políticamente con el Estado. Por su parte, gobernaba Alberto Fujimori y operaba su asesor Vladimiro Montesinos. Ellos publicitaron ampliamente el llamamiento al acuerdo de paz, pero luego se zurraron en toda discusión política.

Por su parte, Guzmán trató que todos los suyos se plieguen a su nueva línea, sin conseguir unanimidad. La resistencia fue dirigida por Feliciano, el principal dirigente que entonces seguía libre. Él estaba en Ayacucho, moviéndose en diversos puntos que conectan la sierra con la ceja de selva; se internó en Vizcatán, donde tuvo refugios durante años. Caminaba bastante y trató de continuar la guerra, pero también fue capturado en tiempo de Fujimori.

Con unos cuantos milicianos que venían de atrás, Feliciano formó un nuevo Sendero en los márgenes cocaleros del VRAE. Por ello, la guerrilla dirigida por el camarada José sería un grupo constituido cuando Guzmán ya estaba preso. Ellos han revisado críticamente la guerra interna, elaborando un punto de vista muy opuesto a Abimael. Por ejemplo, consideran que fue terrorista y no guerrillero maoísta. Sostienen que los asesinatos y coches bomba eran contraproducentes. En nuestros días, el grupo del VRAE sigue en la lucha, protegiendo la economía de la droga y al campesinado cocalero.

Por su parte, Artemio del Huallaga proviene de Sendero desde los tiempos de Guzmán. Él no ha roto espectacularmente con Abimael y más bien reivindica su trayectoria. Sigue ponderando el pensamiento “Gonzalo”, aunque ha desobedecido la orden de desmovilización. Del mismo modo que en el caso del VRAE, los analistas afirman que trabaja como protector del narcotráfico. En todo caso, ambos grupos mantienen un lenguaje político, aunque presten servicios a la cocaína para vivir de su aporte. A su vez, ninguno está comprando armas en el mercado ilegal y operan con material de guerra que obtienen en enfrentamientos con las FFAA y la policía.

Así, tenemos tres movimientos cuyas relaciones son conflictivas; no disponen de planes conjuntos sino competitivos. Guzmán ha abandonado las armas y busca posicionar su grupo en política. Mientras que Artemio y José son líderes de grupos armados distintos, con pésimas relaciones entre ellos. José es enemigo de Guzmán y Artemio ha tomado camino propio sin negar sus ideas.

Si el objetivo nacional es lograr la paz, necesitamos entender quién es quién en el mundo de la guerra. Para que una política al respecto sea exitosa, se requiere conocimiento y no confusión, que perpetúa la violencia.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/sucedio/26/05/2010/los-otros-senderos

= = = =

Voces desde la cárcel


Por Antonio Zapata

La Republica, Lima, Miércoles, 30/12/2009

Una última investigación de El Comercio sostiene que Sendero Luminoso habría montado en Canto Grande una escuela que hacía apología del terrorismo. La DINCOTE y el INPE acabarían de desbaratar esta escuela del terror. Pero esta denuncia no parece congruente con las voces provenientes de las cárceles de máxima seguridad.

Por ejemplo, el reciente libro de Alberto Gálvez Olaechea constituye un lúcido testimonio de los años de guerra interna y contiene sus reflexiones desde la prisión. Argumenta que tomó las armas “por una imperfección de la caridad”, empleando una frase tomada de Hubert Lanssiers. Explica su militancia en el MRTA como fruto de su amor al prójimo, expresado imperfectamente a través de la violencia. Pero agrega que no fue a la guerra para hacerse rico ni para disfrutar de poder, sino porque deseaba lo mejor para el desposeído y creía que el sistema político no ofrecía ningún camino válido.

Pasados los años, Gálvez ha renunciado a la lucha armada, expresando públicamente su pedido de perdón. A la vez, se ha declarado dispuesto a reconciliarse, incluso con sus torturadores. Este libro expresa su parecer de una manera altamente emotiva.

Gálvez pertenece a un grupo de presos por terrorismo que han realizado un balance autocrítico de su experiencia y solicitan ser readmitidos por la sociedad política. No necesariamente son todos, pero incluso en Sendero (acuerdo de paz) se registra un movimiento hacia una evaluación. Años atrás aceptaron que la guerra había terminado y que habían sido derrotados, ahora están tratando de obtener una amnistía. Los acuerdistas no mantienen relaciones con la fracción “proseguir”, que lleva adelante la guerra narcoterrorista del VRAE y del Huallaga.

Pocos ciudadanos han de considerar la propuesta de amnistía para los líderes senderistas. La mayoría de peruanos tiene un comprensible rechazo al planteamiento. Pero se sabe que los acuerdistas ya no están en guerra y han dejado atrás la violencia que desataron.

Estos procesos abren la posibilidad de resocialización. En ese camino ha estado comprometido el mismo Estado y su política carcelaria. Por ejemplo, acaba de aparecer un boletín del INPE de Chorrillos. Este impreso ha recibido apoyo del CEAS y de Pilar Coll, que escribe un artículo en sus páginas.

A través de esta publicación se informa que en la cárcel de máxima seguridad de Chorrillos se realizan múltiples actividades orientadas a la mencionada resocialización. Las internas practican manualidades: repujados, bisutería, lencería, costura etc. Asimismo, reciben clases de idiomas, pintura, danzas folclóricas y otras, incluyendo psicología, poesía y talleres de memoria para repensar su experiencia.

La sociedad debe saber que estas iniciativas del mismo INPE no están encaminadas a recomenzar la violencia. Por el contrario, buscan la reconciliación. Las monstruosidades de la guerra interna no volverán a suceder si sus protagonistas cambian. Si entienden sus errores y asumen las consecuencias, ofreciendo y solicitando reconciliación, entonces la causa de la paz habrá avanzado mucho en este desgarrado país. No se trata de abrir las cárceles, sino de colaborar con la evolución de quienes purgan sus condenas.

Por ello, parece extraña la investigación de El Comercio sobre la escuela de adoctrinamiento terrorista desbaratada en Canto Grande. No va en la línea de lo publicado últimamente. Ni Gálvez ni el INPE de Chorrillos están en esa dirección. Así, ese informe debe ser parte de una campaña sobre el Museo de la Memoria. Pareciera encaminada a reavivar temores y muy justificadas fobias, que predispongan a Mario Vargas Llosa a perdonar a unos, condenando sin escuchar a los otros.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/sucedio/30/12/2009/voces-desde-la-carcel

= = = =

Denostar o aprender

Por Antonio Zapata

La Republica, Lima, Miércoles, 16/12/2009

El historiador analiza el pasado para comprender; no se siente un juez que condena o absuelve. Por el contrario, el compromiso del historiador con los lectores es situar los acontecimientos, para entender las decisiones que adoptaron los personajes de la época estudiada. Se trata de conocer el universo de opciones que tuvieron los protagonistas. Ese marco estuvo definido por circunstancias precisas, que deben ser analizadas desde diversos ángulos. Así, se entiende a la gente de antes y uno puede aprender de su experiencia.

Normalmente el historiador intenta alejarse de temas por los cuales tiene grandes simpatías o le despiertan profunda enemistad. En esas circunstancias, se hace más difícil comprender y el investigador se halla cerca de cualquiera de dos males opuestos, pero semejantes: la hagiografía y la hipercrítica. Empecemos con las hagiografías, que reciben su nombre para referirse a las vidas de santos. Se escribieron con abundancia en Europa medieval y algunas también en el Perú colonial. Como género literario, son laudatorias al 100%.

Por extensión, se llaman hagiografías modernas a los libros de propaganda escritos para santificar a los protagonistas. Los hechos son narrados en forma positiva para que aparezca un héroe que resuelve la historia. No todos son inútiles y es indispensable considerarlos porque contienen información. Por ejemplo, una biografía de Haya de la Torre bastante bien hecha se debe a la pluma del historiador arequipeño y aprista, Roy Soto, quien el año 2002 publicó un relato monumental sobre Víctor Raúl en tres tomos y mil páginas. En este texto, se retrata de modo muy amable la vida del fundador y del PAP. Pero, a la vez, se publican cartas y documentos. Se revisa un evento interno tras otro y se glosan los textos de sus polémicas. Es cierto que elegidos por el autor y resumidos por él, pero publica abundante material documental interno que se debe revisar para comentar con propiedad.

La segunda posibilidad es la hipercrítica. Este tipo de escrito comparte con la hagiografía una actitud básica: son textos de propaganda, donde la historia la resuelven los héroes o los antihéroes. Aquí, los hechos son narrados en forma negativa, todo es malo, oscuro y egoísta. Los personajes son desagradables y actúan para traicionar a los demás e incluso a sí mismos. Algunos de estos textos son tendenciosos e ignoran las hagiografías para sostener su argumento exclusivamente en los enemigos del sujeto que estudian. Ninguna entrevista ni siquiera una cita de los ensayistas que defienden a quien ataco. Son libros combativos, escritos para enfrentar al adversario, para sacarle en cara sus tretas y denunciarlo por su conducta rastrera.

Por ello, los libros hipercríticos despiertan entusiasmo y aplauso de la tribuna. Al frente, se les recibe con desagrado y se les trata de ignorar. Así, tanto hagiografías como hipercríticas obligan al lector a transitar de una a otra para formarse una opinión propia.

Pero, es posible otra opción para escribir sobre el enemigo. Este acercamiento parte por aprender del otro, porque algo positivo habrá hecho para protagonizar la historia. En este caso, el objetivo del historiador es dar a conocer todos los hechos, subrayando también las virtudes del rival. Comprender sus atributos para que yo mismo pueda adecuar mis estrategias. Es una segunda manera de escribir sobre el adversario; sin denostar, sino buscando el enfrentamiento del judoka, apoyándose en la fortaleza del otro. Un ejemplo peruano serían los integrantes del GEIN, que estudiaron y escribieron sobre Sendero Luminoso con ese propósito, aprender del enemigo. Al final, supieron derrotarlo.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/sucedio/16/12/2009/denostar-o-aprender

= = = =

PERU - Sendero en el 2010

Sendero en San Marcos

Por Nelson Manrique

La Republica, Lima, martes, 22/06/2010

Con pocos días de distancia dos hechos recientes han movilizado a la opinión pública: la excarcelación de Lori Berenson y la marcha realizada por algunas decenas de adherentes de Sendero Luminoso en San Marcos. Lo de Berenson mostró cómo las consecuencias de la violencia vivida durante la década del 80 siguen siendo una herida abierta y hasta qué punto los miedos ciudadanos pueden ser utilizados políticamente. Es significativa la forma como el tema se consumió en pocos días, por falta de combustible.

Lo de San Marcos ha provocado una alarma semejante. La marcha de un pequeño grupo (los cálculos más alarmistas hablan de 80 manifestantes, mientras que las autoridades hablan de 30) portando banderas rojas y coreando consignas senderistas ha provocado alarma, más aún cuando entre los manifestantes la Dircote ha identificado a senderistas que anteriormente estuvieron en prisión.

Manuel Fajardo Cravero, abogado defensor de Guzmán y ponente en el evento en que comenzó la marcha, describe estas acciones como pasos de una campaña senderista iniciada en setiembre de 2009 con la presentación del libro de Abimael Guzmán De puño y letra. Fajardo añade que estos actos están inscritos en una línea definida por Guzmán desde su captura, que a la fecha se concretaría en la consigna “Por una solución política de los problemas derivados de la guerra” con el pedido de una amnistía general y la liberación de Abimael Guzmán.

Entre los senderistas identificados en San Marcos figuran cuadros que actúan en organizaciones públicas, como Adelinda Sedelmayer Armas, presidenta de la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Presos Políticos, o José Machuca Urbina, presidente de la Asociación Cívica de Excarcelados Políticos del Perú, Amnistía y Reconciliación (ACCEP), o Alberto Mego, de un grupo teatral. No se trata de cuadros clandestinos, dedicados a operaciones terroristas, sino de activistas en el “frente abierto”.

¿Es esta la contrapartida de un trabajo clandestino, destinado a reiniciar la “guerra popular” senderista? Es dudoso. Como es sabido, estando en prisión, Guzmán cambió de línea y anunció a sus huestes que había llegado a la conclusión de que sin su dirección la victoria era imposible y que había que terminar la guerra popular. Lo anunció en una presentación de TV promovida por Montesinos, en setiembre de 1993. La nueva línea de Guzmán no fue bien recibida por todos los senderistas y esto provocó la división de SL, entre los “acuerdistas” (alineados con Guzmán y que defendían la necesidad de firmar un “acuerdo de paz”) y los de la línea “proseguir” (por “proseguir la guerra popular”). La marcha de San Marcos corresponde a la línea de los “acuerdistas” y su objetivo no es, como se ha venido diciendo, “reiniciar la guerra popular” sino, en palabras de Fajardo, abrir “un espacio político como izquierda radical”.

Los manifestantes están pues en la línea de Guzmán, no en la de los senderistas del VRAE (que son de la línea “proseguir”) y su acción no tiene como objetivo respaldar a este grupo (que acusa a Guzmán de “genocida”) o reiniciar la guerra popular.

La democracia debe defenderse sin renunciar a sus valores. ¿Qué hacer? En primer lugar prevenirse ante los intentos de utilización política de este hecho: una gran tentación en un periodo electoral. Se trata de un tema delicado, que no debe convertirse en botín politiquero. El servicio de inteligencia tiene bastante trabajo por hacer, para prevenir acciones que se salgan de la ley. Luego, es necesario responder a SL en el terreno en que éste ha planteado su desafío. Posiciones como la del presidente de la Comisión de Educación del Congreso Werner Cabrera, que piensa pedir la renuncia del rector de San Marcos porque considera apología del terrorismo pedir amnistía para líderes terroristas, o la de Alan García, que considera como el mismo delito “pedir perdón para un carnicero” se salen –como se ha encargado de señalar en estas páginas Federico Salazar– de la ley. En tanto el desafío de SL se plantee en el terreno de las ideas debe contestársele en ese mismo terreno. Es alentador que simpatizantes nacionalistas como Alberto Adrianzén y Carlos Tapia hayan asumido el desafío. A ver qué dicen los demás partidos.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/columna-en-construccion/22/06/2010/sendero-en-san-marcos

= = = =

Salvar a San Marcos

Por Sinesio López Jiménez

La Republica, Lima, viernes, 11/06/2010

El largo vía crucis que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) inició en los 70 está llegando a su fin. Es el fin de San Marcos y de la universidad pública. La década del 60 fue de transición de la universidad de élite y mesocrática a la universidad popular y de masas. En esa década se produjo un encuentro social en la UNMSM entre los hijos de élites que aún se educaban allí, los estudiantes de clase media y los primeros contingentes estudiantiles de extracción popular que llegaban a la universidad. Alfredo Bryce ha dicho, sin ninguna mala leche, que lo que más le llamó la atención cuando estudiaba en San Marcos es que sus compañeros de estudios se parecían mucho a sus mayordomos.

Con la masificación y la proliferación universitaria por doquier comenzó el abandono de la universidad pública por parte del Estado, se inició la mediocrización de la enseñanza y la pérdida de gobernabilidad de la universidad. Las élites abandonaron San Marcos y pasaron a formarse en las universidades privadas. Los viejos profesores de prestigio se jubilaron o se fueron a otras universidades, algunos jóvenes partieron a enseñar en universidades extranjeras y pocos muy valiosos resistieron heroicamente hasta que se cansaron.

Con la masificación de la educación pública (en todos sus niveles), esta dejó de ser un espacio de igualdad de oportunidades y se transformó en una estructura de discriminación. La vieja política discriminatoria de siempre que negó la posibilidad de que las élites formaran con los debajo de la escala social una comunidad política nacional. En los 70 la radicalización, la irracionalidad y el sectarismo político se adueñaron de San Marcos. Todo eso desembocó en el senderismo y en el terror en San Marcos y en el país en los 80.

El movimiento estudiantil desapareció. San Marcos quedó en manos de una minoría intensa (el senderismo) que hacía lo que le daba la gana bajo el temor o la indiferencia de la mayoría. A eso se añadieron la mediocridad y la pusilanimidad crecientes de las autoridades universitarias. Con excepciones, desde luego. San Marcos dejó de ser un centro serio de enseñanza universitaria y de investigación. Recuerdo que mis clases entonces eran un permanente campo de batalla verbal con el senderismo. Supongo que otros profesores hicieron lo mismo, pero sospecho que hubo también complicidad y cobardía para enfrentar al terrorismo. Los apagones y las amenazas del senderismo obligaron a muchos profesores a dictar clases fuera del claustro universitario. A todos estos males se añadió la ocupación militar en los 90. San Marcos dejó de ser una universidad propiamente dicha para convertirse en un campo de batalla del terror.

Las cosas comenzaron a cambiar en San Marcos y en el país cuando Abimael Guzmán fue apresado en Lima por la policía mientras Fujimori pescaba en el Amazonas y Montesinos diseñaba meticulosos planes para asaltar el fisco. Pero el abandono de la universidad pública por parte del Estado continuó. San Marcos siguió languideciendo en medio de la mediocridad generalizada. En ese contexto reaparecen nuevos brotes del senderismo, se instalan pequeñas mafias por doquier, surgen grupos estudiantiles dirigidos por operadores corruptos que ofrecen su respaldo al mejor postor. Autoridades pusilánimes y corruptas viven de ese clima irrespirable y se quieren perpetuar en el poder por todos los medios, incluidos la violencia y el fraude.

Ha llegado la hora de rescatar a San Marcos de las fuerzas oscuras que la han llevado al borde de la extinción como universidad. Es necesario desplegar una movilización general de los estudiantes, de los profesores de buena voluntad, de los medios, de la sociedad civil y, desde luego, de las autoridades gubernamentales para construir una universidad nacional de todos que recupere el prestigio y la calidad que tuvo en sus mejores épocas.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/el-zorro-de-abajo/11/06/2010/salvar-san-marcos

= = = =

Desgobierno en San Marcos

Por Nicolás Lynch

La Republica, Lima, martes, 22/06/2010

De las últimas noticias sobre la presencia de Sendero en San Marcos lo que más llama la atención es el escándalo. Yo llegué a San Marcos en 1971 y Sendero ya estaba allí. Con sus más y sus menos siempre ha seguido presente. Y no se necesita ser Dincote para darse cuenta. Una que otra pizarra, un eventual afiche y las consignas que no cambian porque los senderistas no son especialmente creativos. Además, cuando se creen fuertes realizan una “actividad” como la del otro día para dejarse notar.

Siempre, por supuesto, aliados con la mediocridad que los usa para conseguir el espacio que no pueden solos y viceversa. En el último decenio han intentado por lo menos tres ofensivas siendo hasta ahora rechazados por la mayoría del claustro.

A Sendero, además, no le liga su movilización porque no han cambiado. Predican en sus declaraciones y consignas que quieren legalidad y amnistía, pero ni una palabra de autocrítica por la matanza que causó en el país, menos renegar de la organización que la produjo ni tampoco mostrar métodos diferentes en la propia universidad, donde vuelve a recurrir al violentismo y la burla de la legalidad. ¿Y todo esto no lo sabe el gobierno? ¡Por favor! Lo que pasa es que este Estado abandonó a la universidad pública hace décadas y no quiere interesarse en ella porque su modelo no la necesita.

Sendero, por su parte, aparece hoy, marcha por medio, por el desgobierno que existe en San Marcos. Medios y políticos parecen olvidar lo que profesores y estudiantes denunciamos hace solo tres semanas, que en las elecciones del 25 de mayo para los delegados de los profesores principales a la Asamblea Universitaria la oposición sufrió un fraude por parte de las fuerzas afines al rector. Esta situación ha agudizado el vacío de autoridad en la universidad, lo que crea condiciones para que fuerzas extremistas se atrevan a mostrarse públicamente en el campus.

El problema de fondo es entonces la falta de una autoridad legítima en San Marcos. Ello tiene solución por la vía de la legalidad. Ya sea que se respete el triunfo de la oposición en las elecciones de mayo para dar una salida inmediata o, mejor todavía, que se apruebe el proyecto de nueva ley universitaria, que el Congreso discute a paso de tortuga, para que haya una solución de conjunto para la universidad peruana, más allá de la amenaza de mediocres, radicales y nuevos ricos del DL 882 (el de las universidades con dueño).

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/delito-de-opinion/22/06/2010/desgobierno-en-san-marcos

= = = =

Sendero, problema y coartada

Por Carlos Reyna

La Republica, Lima, miércoles, 23/06/2010

Aunque no es el más grave del Perú, Sendero Luminoso continúa siendo un problema importante. Sin embargo, para buena parte de los partidos políticos, Sendero es apenas una coartada para no asumir los verdaderos problemas graves del país, de la democracia y de las universidades.

Las distintas facciones de Sendero continúan siendo agentes de violencia política. Unos, continúan sus acciones armadas, permanecen así en la llamada guerra cruenta. Otros, piden legalidad política y amnistía para los crímenes cometidos por sus dirigentes, pero los justifican como supuesta necesidad histórica. Pasaron a lo que denominan la guerra incruenta. En ambos, la guerra aún está presente en su “política”.

En el corto plazo, en un país que vivió hace muy poco el trauma de los terrorismos cruzados, estas facciones no tienen mayor futuro. Unos se recluyen en sus focos, sumergidos en las montañas selváticas. Otros reducen su programa a la liberación de los profetas del terror que se amansaron en prisión. No tienen, por ahora, nada que cautive a ningún sector significativo del país.

Aun así, el Perú sigue brindando posibilidades de mediano plazo para el violentismo de cualquier signo. Un crecimiento profundamente desigual, que fragmenta en lugar de integrar al país, y unos partidos y poderes públicos corruptos, autoritarios y encima ineptos, son buenas semillas para un nuevo brote de la política armada, senderista o no. Una democracia diluida, sin afecto popular, es incluso más vulnerable que una dictadura abierta.

Esas son las cuestiones de fondo que han facilitado la sobrevivencia de las facciones senderistas. Los partidos que controlan el gobierno y el Congreso las han agravado en todo este tiempo. Han hecho altamente impopular y represivo a este régimen. Con la ayuda de rectores autoritarios y argolleros, dejaron en el olvido a las universidades públicas. Y ahora, cuando reaparecen en ellas los cánticos senderistas, la solución que fabrican es instalar policías en los campus.

Así, los mismos políticos y rectores que han facilitado las nuevas audacias senderistas, ahora las utilizarán como coartada para medidas represivas que no servirán para frenarlas, sino para reprimir cualquier legítima rebeldía universitaria.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/buen-romance/23/06/2010/sendero-problema-y-coartada

= = = =

Arrepentidos y no arrepentidos

Por Mirko Lauer

La Republica, Lima, miércoles, 30/06/2010

¿Es la falta de arrepentimiento de parte de los dirigentes la clave del problema que Sendero Luminoso representa? Sin duda es algo impactante, pues apunta a nuestro temor a un rebrote del senderismo de los años 80. Pero como tantas cosas en este tema, la idea exige segundas lecturas para ser ubicada en su contexto real.

Por lo pronto el planteamiento acuerdista que busca obtener logros y minimizar pérdidas por la vía política es una forma de arrepentimiento. Cínica, es verdad, pero no por ello menos liquidadora del planteamiento de la lucha armada como única vía. Es un arrepentimiento que todavía está esperando una autocrítica de los dirigentes derrotados.

La propuesta de un camino pacífico y político, diseñada para aliviar la situación de los jerarcas presos, va a contrapelo de las decenas de miles de muertos del planteamiento militar. La idea de fondo es que Abimael Guzmán y su entorno son indispensables para SL, a pesar de su indiscutible derrota y, según sus críticos, capitulación.

Los dirigentes presos insisten en sus discursos porque es lo único que mantiene su vigencia entre las bases que les quedan. Por el momento los medios no tienen cómo llegar a los senderistas que sí se han arrepentido e intentan otras vías para rehacer su vida o incursionar en la política. Pero es obvio que este es un grupo importante de personas.

En otras palabras, sí hay senderistas arrepentidos del camino emprendido en 1980, pero no tiene sentido buscarlos entre los dirigentes presos. Para mantener la moral en alto en un contexto carcelario estos no tienen otra salida que mantener el culto al líder y a las ideas grandilocuentes que los llevaron a la derrota.

Sin embargo hay otros factores. Uno es la entraña religiosa del planteamiento original, con una doctrina encarnada en una persona concreta, y un catecismo cuya repetición machacona es una prueba de verdad. Una ortodoxia que se ve reforzada por el espíritu de cuerpo que produce una común situación de carcelería.

Este tipo de credo, laico o religioso, no reconoce validez alguna a interlocutores críticos. Las ideas de Mao Tse-tung, y más tarde Chen Pota, dan un contexto que se refiere a victorias reales, no importa si ocurridas en otro lugar u otro tiempo. Desde el inicio SL se configuró como un partido de una ortodoxia anclada en libros antiguos.

La victoria de la democracia peruana sobre SL es real, no solo en el campo policial de la captura de los cabecillas, sino además en el campo de la opinión pública que aisló a SL. Nada, ni siquiera en la izquierda opositora o en la protesta social, muestra una mínima inclinación por el credo senderista.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/observador/30/06/2010/arrepentidos-y-no-arrepentidos

= = = =

Senderismo y fujimorismo

Por Sinesio López Jiménez

La Republica, Lima, viernes, 18/06/2010

Se aman y se odian. Son dos hermanos enemigos. Uno llama al otro. Estamos viendo estas escenas de amor y odio en las reacciones del fujimorismo ante una provocadora marcha senderista en la ciudad universitaria de San Marcos. Las vimos en la década del 90 del siglo pasado. La dinámica política es más o menos la siguiente: se desata la violencia terrorista, ella pone en cuestión el monopolio de la violencia del Estado, el orden jurídico colapsa, aparecen varios centros de decisión política y de órdenes legales, el orden político se esfuma y se configura entonces lo que Carl Schmitt ha llamado una típica situación de excepción. En ese contexto de excepcionalidad, Fujimori y las FFAA toman la decisión de acabar con el caos mediante el golpe del 5 de abril de 1992 y establecen una dictadura. Schmitt resume esta peculiar dinámica política de la siguiente manera: “La forma política que contiene en sí misma toda la materia pura de la excepcionalidad y asume la forma pura de la decisión es la dictadura”. Los senderistas produjeron la excepcionalidad y Fujimori y las FFAA respondieron con la dictadura.

¿Se podía eludir esta dinámica política perversa o era inevitable? ¿La historia pudo ser distinta? Mi hipótesis es que pudo evitarse entonces y que puede evitarse ahora. No me proclamo profeta del pasado. Lo escribí entre 1982 y 1984 en columnas diarias que publicaba El Diario de Marka, editadas en el libro Los tiempos de la Política (2007). En la década del 80 y del 90 los gobiernos y los partidos de derecha renunciaron a la política y encargaron a las FFAA resolver el problema del terror. La IU y el Apra (cuando era oposición) apostaron, en cambio, por una salida política. Los partidos en general no desplegaron, sin embargo, una ofensiva política e ideológica contra Sendero y el MRTA en los diversos escenarios en donde operaban: en las universidades, en algunos sindicatos, en las organizaciones campesinas. Los dejaron actuar y esperaron que los militares y la policía hicieran su tarea. Algunos sectores de la izquierda cultivaron una imperdonable ambigüedad. Creían ingenuamente que eran compañeros de ruta.

Cuando se percataron de su error y se enfrentaron con SL, ya era tarde: imperaba férreamente la lógica de guerra. En los inicios de su primer gobierno, García mismo hizo elogios desconcertantes de la heroicidad y de la entrega de los cuadros senderistas. Apología del terrorismo como se llamó después.

La responsabilidad mayor reposa, sin embargo, en los gobiernos de esas dos décadas violentas. En lugar de desplegar políticas hegemónicas en todos los campos (económico, social, cultural) que permitieran organizar un bloque social sólido con las clases populares, que atendieran sus necesidades y demandas, que las reconocieran como una parte fundamental de la nación y que quitaran el agua a la piscina en la que nadaba el senderismo, ensayaron tempranas y frustradas políticas neoliberales (Belaúnde), desplegaron un populismo irresponsable (García) e instalaron el capitalismo salvaje (Fujimori) y entregaron irresponsablemente la solución del problema a las FFAA. Se renunció a la dirección política sobre la lucha antiterrorista. En todo caso, fue el despliegue de la política en medio de la guerra (DINCOTE, GEIN, rondas campesinas) lo que tuvo éxito en la lucha contra el terrorismo. El despliegue militar fue necesario cuando la situación se tornó grave, pero bajo el comando de la política.

El senderismo emergente hoy en las universidades públicas tiene que ser combatido políticamente. Los estudiantes y los profesores tienen que organizarse para mejorar la calidad de sus claustros y para acabar con la mediocridad, la corrupción y la ingobernabilidad universitaria que constituyen el ambiente propicio para el desarrollo del senderismo. El apoyo de todos los medios y de la sociedad civil en esta batalla será decisivo. Hay que evitar la tentación de la intervención militar. La ley, el apoyo económico y la policía deben ser los aportes del Estado.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/el-zorro-de-abajo/18/06/2010/senderismo-y-fujimorismo

= = = =

La realidad de Sendero

Por Fernando Rospigliosi

La Republica, Lima, domingo, 04/07/2010

Fujimoristas y apristas intentan hacer creer que Sendero regresa, y que todo se debe a un par de leyes. Ambas cosas son falsas.

Centenares de veces en la última década se ha hablado de un “rebrote” senderista. Y siempre ha resultado una falsedad. Sin embargo, la idea es popular, y fujimoristas y apristas tratan de sacarle partido.

Rebrote mediático

El terrorismo ha rebrotado, pero sólo en los discursos de algunos políticos y en ciertos medios de comunicación. Los dos hechos que motivaron este enésimo rebrote mediático fue la liberación de Lori Berenson y una marcha de 30 o 40 senderistas “acuerdistas” en San Marcos.

En el caso de Berenson, liberada cinco días antes de la visita de Alan García a Barack Obama, fue claramente una decisión de García para complacer a los norteamericanos.

No sólo fue una medida del INPE –que depende del Ministerio de Justicia– recomendar su excarcelación, luego aprobada por el Poder Judicial, sino que Berenson ni siquiera había cumplido las tres cuartas partes de su condena de 20 años. Se completaba recién en noviembre de este año.

Así, Berenson salió libre a los 14 años y seis meses, beneficio irregular y apresurado sólo entendible por la ansiedad de Alan García de quedar bien con su anfitrión norteamericano.

El cuento de que salió por responsabilidad del gobierno anterior es sólo una burda mentira repetida por fujimoristas y apristas.

En cualquier caso, Berenson no se ha arrepentido, pero tampoco volverá a lo mismo. A los 41 años, después de casi tres lustros en las prisiones de Yanamayo (Puno), Huacariz (Cajamarca), Socabaya (Arequipa) y Chorrillos, lo único que debe ansiar es retornar a las comodidades de Nueva York.

¿Vuelven a las andadas?

Otra de las extravagantes mentiras de apristas y fujimoristas, es que el inexistente “rebrote” terrorista se debe a que miles de senderistas han salido de las cárceles por culpa de Valentín Paniagua y Alejandro Toledo, y que están cometiendo atentados.

Todo es falso. Han dejado la prisión los que han cumplido su pena (muchos sentenciados con leyes del primer gobierno de Alan García). Y de los que están libres, un porcentaje insignificante ha reincidido en actos terroristas.

El general (r) Marco Miyashiro, viceministro del Interior y ex jefe de la Dircote, dice que son tres, uno abatido y dos capturados. (“Por ahora no es recomendable una intervención en San Marcos”, La República, 27.6.10).

No es amenaza para el Estado

En realidad, Sendero Luminoso no constituye una amenaza para el Estado. Fueron derrotados decisivamente con la captura de Guzmán y la cúpula por el GEIN de la Policía el 12 de setiembre de 1992 y jamás volverán a desafiar a la sociedad peruana.

El Perú y el mundo del 2010 no son los de 1980, cuando iniciaron sus acciones armadas. En ese momento el comunismo había alcanzado su máxima expansión en el planeta, y el Perú venía de una larguísima dictadura militar de doce años, que había agitado y sacudido el país, que estaba convulsionado por violentos disturbios sociales y políticos.

Sendero tenía un atractivo para un pequeño pero activo sector de la población.

Hoy el comunismo prácticamente ha desaparecido en el mundo, ya no hay guerrillas izquierdistas actuando, salvo residuos que subsisten gracias al narcotráfico, como las FARC. El Perú ha progresado, el crecimiento reciente ha disminuido la pobreza y mejorado las condiciones de vida de millones de peruanos. Y la sociedad, en particular la juventud, es muchísimo menos ideológica que hace treinta años.

Los que sostienen que podemos tener otra vez un senderismo como el de los 80 y 90, o son ignorantes o mienten deliberadamente. Eso no va a ocurrir.

Sicarios del narcotráfico

La única facción senderista que ha crecido es la del VRAE, que dirige “José”. Y ha crecido no por culpa de un par de leyes, como repiten apristas y fujimoristas, sino por la incompetencia de este gobierno y los militares encargados de la zona.

Esos terroristas en los últimos años han cosechado varias victorias y han incrementado sustancialmente su armamento, gracias a la absurda estrategia de los militares de poner bases en el Viscatán y otros lugares. (Bases que ya retiraron silenciosamente).

El resultado fue desastroso. Unos 50 militares y policías abatidos, un helicóptero derribado y un arsenal en manos de los terroristas que, además, recuperaron un atractivo que habían perdido hace tiempo. Eso explica que por primera vez luego de muchos años, pudieron captar –por un breve lapso, es cierto– a algunos estudiantes de la universidad de Huamanga.

Pero los grupos terroristas que todavía subsisten en el VRAE y el Alto Huallaga, son básicamente sicarios del narcotráfico, que es la verdadera amenaza.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/controversias/04/07/2010/la-realidad-de-sendero

= = = =

PERU - Universitarios y violencia politica (1980-1990 y 2010)

El mito del terruco sanmarquino

Por Rocío Silva Santisteban

La Republica, Lima, domingo, 20/06/2010

¿Quién era el perfecto terrorista durante los años 80 en el Perú? No necesariamente un hombre blanco, fuerte, alto, corpulento, relativamente bienparecido, de buen castellano y ademanes caballerescos, sin lentes y con la barba siempre cabalmente afeitada como me dicen que fue Julio Casanova u Osmán Morote durante sus épocas universitarias. Al contrario: el paradigma máximo del terruco era un estudiante retaco, moreno, de pelo negro y apelmazado, de lentes y camisa a cuadros, chompita beige tejida a palito, y pantalón de gabardina lustroso, que además portara una mochila incaica con un libro rojo en el interior. Así se imaginaban los policías, los militares, la prensa y las madres angustiadas de las cachimbas de letras al sanmarquino que profesaba ideas políticas extremistas.

Tener un carnet universitario de San Marcos o de cualquier otra universidad pública en esos días equivalía a que eras el primero que la policía bajaba del micro para registrarte hasta el último centímetro de tu bolsillo raído o, en el peor de los casos, llevarte directamente a la Dincote como sospechoso de lo que sea, aun cuando fueras el más nerd de las clases de literatura, que sólo leía a Homero y no sabía de otro Marx más que de Groucho. Muchos de esos muchachos estudiantes de ingeniería que solían hundirse entre sus reglas T y sus calculadoras Cassio terminaron encarcelados, torturados y algunas veces asesinados, solo por tener un carnet universitario. En la Universidad Nacional del Centro durante los años 1989 y 1993 desaparecieron 100 estudiantes: los culpables aún no pagan por esos asesinatos.

Por eso mismo, que tres periódicos le dediquen sus carátulas a una supuesta “toma de San Marcos” por un grupo de 30 personas que salieron a corear vítores a Abimael Guzmán en el patio de Ciencias Sociales es no solo el clásico elemento mediático que servirá de plataforma a la alicaída campaña de Keiko, sino una manera de alentar, fomentar y azuzar un miedo sinsentido y un estereotipo deleznable. Basta ya del mito del terruco sanmarquino. Desde sus inicios la UNMSM no solo ha sido “nido de inquietudes, plaza de victorias”, como escribiera Juan Gonzalo Rose, sino que hoy por hoy es una de las pocas universidades nacionales que está a la vanguardia del pensamiento intelectual con sus escasísimas rentas y a la cabeza de una lucha por la memoria histórica como lo demuestra el Congreso Internacional de Estudiantes de Historia sobre Violencia Política, Narcotráfico y DDHH que han organizado los sanmarquinos con la presencia de sus pares latinoamericanos.

Eso no implica, por supuesto, dejar pasar a estos grupos sin pararlos frontalmente, sin dejar en claro que la mayoría de la universidad no quiere dejarse abrumar por un discurso marxista de utilería. Basta de indiferencia: sanmarquino/a, defiende tu universidad de la pasividad y del extremismo. El daño que le causaron a San Marcos las luchas políticas intestinas es casi tan parecido al que ahora le están causando los aquelarres burocráticos para mantenerse en el poder. Una intervención en la UNMSM no haría otra cosa sino demostrar que hay alianzas insospechadas dentro de los claustros universitarios: apro-fujimoristas-senderistas. Como señala un comunicado de profesores de CCSS: “La historia reciente de violencia y muerte en el país y su impacto nefasto en la universidad exige de nosotros una denuncia directa de esta triple alianza política”.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/kolumna-okupa/20/06/2010/el-mito-del-terruco-sanmarquino

= = = =

Universitarios contra Sendero

Por Carlos Reyna

La Republica, Lima, miércoles, 30/06/2010

Desde dentro de la propia Universidad de San Marcos. Protagonizadas por los propios estudiantes universitarios. Así están siendo las principales expresiones de rechazo a la actividad senderista que se hizo visible en estos días.

El 25 de junio una marcha de estudiantes sanmarquinos salió desde la ciudad universitaria y se dirigió hasta el centro de Lima. Rechazaban con toda claridad la presencia de senderistas en su campus. Pero también defendían la autonomía universitaria y demandaron que se democratice el gobierno de la universidad. En particular, que se apruebe la reforma legal para que sus autoridades sean elegidas mediante voto universal y directo de profesores y estudiantes.

El lunes 28 fue conocido un comunicado del Centro de Estudiantes de la histórica Facultad de Medicina de San Fernando, también de San Marcos. En primer lugar se refieren al acto público en que se pidió, como ellos refieren, “la liberación de terroristas del Partido Comunista Peruano - Sendero Luminoso”.

Sus términos son rotundamente condenatorios del acto: “Rechazamos todo tipo de violencia, con mayor razón aquella venida de la violencia política; que tanto dolor … nos han dejado hasta la actualidad. Consecuentemente, rechazamos todos los hechos ocurridos en la Ciudad Universitaria en apología al terrorismo”. Demandan que se identifique y sancione a “los responsables de estos hechos”.

A la vez los estudiantes critican la ligereza y exageración con que la prensa “viene manejando este tema”. No les parece justo que el acto senderista, de unas pocas decenas de personas, reciba más eco, cobertura y debate que una marcha de mil estudiantes de medicina del mismo San Marcos, defendiendo su acceso a los llamados campus clínicos en los hospitales del Estado. Ambos eventos fueron por los mismos días. Anuncian que el 5 de julio harán otra marcha al Congreso y esperan que esta vez la prensa informe sobre ella.

De modo que los estudiantes unen ahora su rechazo al senderismo a la demanda de mejores condiciones educativas, a su defensa de la autonomía universitaria y a su reclamo de verdadera democracia en la universidad. Todos los partidos que se dicen demócratas deberían apoyarlos sin reservas si de veras quieren cerrarles el paso a las osadías senderistas.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/buen-romance/30/06/2010/universitarios-contra-sendero

= = = =

Estudiantes de Huamanga

Por Manuel Burga

La Republica, Lima, jueves, 13/05/2010

El libro del profesor Jefrey Gamarra Carrillo, Generación, memoria y exclusión. La construcción de representaciones sobre los estudiantes de la Universidad de Huamanga, que acaba de aparecer, es un análisis de tres generaciones de estudiantes que se suceden en esta universidad entre 1959 y 2006. Trazando un derrotero que pasa de las ilusiones regionales, al clasismo radical por el cambio hasta llegar a un posclasismo interesado en el individuo. ¿Esto ha sucedido con nuestros universitarios en los últimos 50 años? El autor polemiza con las “historias oficiales, construidas desde Lima, en base a presupuestos, a estereotipos”, que trata de corregir apoyado en testimonios originales y en nuevos estudios locales.

Sin embargo, guardo un recuerdo diferente de los alumnos de Historia de la UNSCH. La visité en noviembre pasado, en ocasión de un Seminario Internacional en esta Universidad, y desde el primer momento un alumno de historia se me acercó para invitarme a su Facultad, a hablar del papel del historiador en la actualidad, “de lo que usted quisiera”, me precisó. Lo que quería era una hora con ellos, con setenta estudiantes y terminé hablando más de lo que hubiera imaginado. La sorpresa la tuve más tarde, cuando el mismo alumno llegó al hotel con la escultura de una hermosa iglesia ayacuchana y una generosa dedicatoria, con varias firmas, que me conmovió. Así entendí los afanes de una extraña colecta de monedas entre los jóvenes asistentes, al finalizar mi charla, que aún revela un ejemplar amor por la universidad y el conocimiento.

Son ellos, en parte, solamente en parte, los estudiados en este libro, que pretende cuestionar las explicaciones que se han dado sobre esta universidad y sus estudiantes, que se reabrió en 1959, con grandes expectativas, que Jorge Basadre en 1958, Ministro de Educación de entonces, resumió muy bien al decir que se necesitaba una moderna universidad regional. El 2009, 50 años después, el autor se pregunta: ¿Se cumplió con esta meta? Su respuesta es categórica: de ninguna manera.

Tres generaciones de estudiantes. La generación “académica”, de la reapertura, de estudiantes apasionados por el estudio, por conocer la región, su cultura propia, que disfrutó de una universidad prometedora. Luego, la “generación clasista”, de estudiantes más jóvenes, donde aparece la mujer combativa, altamente politizada; una generación alejada de sus padres, interesada en el poder y el cambio social para todo el país. Llama “generación posclasista” a la tercera, integrada por hombres y mujeres en la misma proporción, interesada ya no en los ideales del cambio social, sino en su propio mejoramiento personal y profesional.

Estas tres generaciones, nos dice el autor, han sido mal descritas y por eso busca poner las cosas en su sitio. Nos dice que la primera no fue tan rural, ni tan campesina, como se suele decir; ni indígena, ni quechua, sino más bien provenía mayoritariamente de zonas urbanas de los departamentos vecinos. ¿Cómo se explican los cambios generacionales? La fuerza de la pertenencia a una generación. Esta es su propuesta: todos somos hijos del tiempo en que vivimos y nos organizamos y pensamos dentro de grupos generacionales. Las redes sociales, según el autor, explican más y mejor que otros condicionantes tradicionalmente considerados.

Estas generaciones de estudiantes ejemplifican el gran cambio que ha sucedido en el país, en consonancia con los nuevos tiempos. Tampoco nos sorprende esa sensación de decadencia regional, de metas inalcanzadas, de institución en crisis, que invita a ignorar lo sucedido, a dar la espalda a la realidad, como pretende el poeta local Marcial Molina (1988) cuando dice: “Aquí nada ha pasado/ nadie ha venido/ ninguno se ha ido/ menos nadie ha muerto”. Pero aún quedan esos estudiantes que incluso recurren a sus propias moneditas.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/aproximaciones/13/05/2010/estudiantes-de-huamanga

= = = =

PERU - Crisis universitaria (2005-2010)

Universidades al garete

Por Manuel Burga

La Republica, Lima, jueves, 15/10/2009

¿Por qué las universidades públicas de nuevo parecen encerradas en sus cercos perimétricos de autonomía y de ladrillo luchando consigo mismas y tratando de llamar la atención? No se trata de tomas de locales, marchas o disturbios callejeros, ni de una deriva institucional por las tempestades internas, sino más bien de una universidad en crisis que reacciona frente al abandono del programa de homologación que se inició en abril del 2006 y que ha debido concluir a fines del 2008. De nuevo las universidades públicas, teóricamente desde el 24 de septiembre, se encuentran en huelga general indefinida. Para la Fendup se trata de luchar contra políticas neoliberales más interesadas en el mercado, en la educación como servicio que se compra y se vende, que en la educación como bien público, pero considero que se trata de algo más.

Todo empezó cuando finalmente se decidió cumplir con el artículo 53 de la ley universitaria de 1983, que homologa las remuneraciones de los docentes universitarios con la remuneración básica de los magistrados del Poder Judicial. El interés por la educación superior pública parecía haber renacido, tanto como las expectativas de los universitarios. La homologación se aprobó con el DU 033 de diciembre de 2005 y el primer tramo se puso en marcha en abril del 2006. No solamente se trataba de remuneraciones, mucho antes, el 2001, ya se había iniciado la discusión de una nueva ley universitaria; se hablaba incluso, desde la gestión del ministro Nicolás Lynch, de una Segunda Reforma universitaria, que vaya más allá de la agotada Reforma de Córdoba.

Más tarde, con la llegada del gobierno aprista, el Minedu dejó de lado estos ímpetus reformistas. La iniciativa pasó a la Comisión de Educación del Congreso, la que está en manos del Partido Nacionalista desde el 2006, sin sospecha de neoliberalismo, donde, sin embargo, inútilmente se han discutido varios proyectos de nueva ley universitaria, sin resultado alguno. Se podría pensar ingenuamente que la homologación se ha detenido porque depende de recursos escasos en tiempos de crisis, lo que explicaría el incumplimiento de un compromiso de Estado y aún de la ley. Pero, ¿cómo explicar el desinterés del Congreso, de los congresistas nacionalistas, en trabajar seriamente en una nueva ley universitaria? Entonces, no se trata solamente de recursos escasos, ni de congresistas desinteresados en la educación, sino más bien de algo más complejo y propio de actualidad.

¿Cómo podría avanzar la homologación y cómo se podría promulgar una moderna ley universitaria que reflote a la universidad pública cuando los propietarios, accionistas o defensores del modelo de universidad negocio están en todas partes, en los partidos políticos, en Palacio de Gobierno, en el Minedu y en el Congreso? ¿Qué podríamos esperar de un ministro de Educación, impecable rector de una universidad negocio? Casi todos recordamos que la Fendup y los congresistas del Apra se pusieron de acuerdo, a fines del 2005, por conveniencias mutuas, para aprobar la no reelección de autoridades universitarias, lo que generó la protesta inmediata de la universidad privada y la enmienda de este dispositivo legal en el TC.

¿Por qué no se aprueba ahora la elección de autoridades en las públicas a través de la votación universal, ponderada, directa, secreta y obligatoria? ¿Por qué no se pone en marcha la homologación acompañada de un verdadero sistema de regulación que promueva la calidad en la educación superior peruana? No se trata de dinero escaso, ni de esperar que los legisladores se iluminen, ni de una nueva ley universitaria, sino de dar los primeros pasos para asegurar el futuro de la educación superior pública en nuestro país.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/aproximaciones/15/10/2009/universidades-al-garete

= = = =

Nuevo debate, viejos temas

Por Manuel Burga

La Republica, Lima, jueves, 04/02/2010

La pregunta que cualquier peruano se puede hacer, mirando al país o a sus propios hijos, es: ¿Podemos salir de la situación actual, alcanzar el desarrollo, con un “sistema educativo quebrado”, como el nuestro? Todos conocemos la respuesta y actuamos en consecuencia. Fue necesario que esta respuesta la enuncie Michael E. Porter, economista de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, durante el Seminario Internacional “Claves de una Estrategia Competitiva”, el 30 de noviembre pasado, para que nuestro primer mandatario se sienta aludido y ofrezca una desafortunada réplica: “¿Por qué aceptamos lecciones de personas que no conocen el Perú?”.

Otro producto interesante de esta visita es el debate que se ha suscitado alrededor del artículo del economista Waldo Mendoza, En Defensa del neoliberalismo, del 20 de enero pasado, que en lo esencial nos dice que el Perú, en este momento, se encuentra en el buen grupo (Brasil, Chile, México y Colombia) y no entre los que están perdiendo la oportunidad (Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela). Como si los resultados que se pueden ver en estos países fueran consecuencia de las dos últimas décadas. La respuesta técnica la han ofrecido Humberto Campodónico, Oscar Dancourt, Pedro Francke y Félix Jiménez, insistiendo en que el modelo de desarrollo neoliberal más bien nos empobrece y reproduce una nefasta estructura primario exportadora de viejo cuño.

El mismo Porter, el domingo pasado, en El Comercio, profundiza algunas de sus agudas reflexiones y sin dejar de reconocer el avance del rendimiento económico en nuestro país, pasa a decirnos que este es consecuencia del buen precio de los “commodities” que exportamos, y esto es lo que debería preocuparnos: “Si se continúa dependiendo de los ‘commodities’ como impulsores de la economía, se acabará en un callejón sin salida”. Cuando trata de señalarnos el buen camino, nos indica el impedimento mayor: “El sistema educativo está quebrado” en el Perú. “Además de las debilidades relacionadas al capital humano, se invierte de manera insuficiente en ciencia y tecnología”. Recomienda profundizar la descentralización: “Cada región del Perú necesita una estrategia clara para construir una economía propia y única basada en las fortalezas locales”. Es decir, hacer casi todo lo que el gobierno no hace.

M. Porter no está desinformado. Todo lo contrario, su trabajo es estar bien informado sobre lo que sucede en AL, sino quién contrata las consultorías de su Instituto para la Estrategia y la Competitividad en Harvard. Hay que escucharlo, sobre todo cuando cuestiona una realidad tan evidente como el modelo de desarrollo con una estructura económica primario exportadora, con lo cual Campodónico, Dancourt, Francke y Jiménez lógicamente coinciden.

Decir que el Perú está en el buen grupo y que tenemos el modelo correcto nos podría dejar la imagen de que estamos como Brasil, Chile o México; o que, embarcados en el mismo modelo, pronto estaríamos como ellos. Esos países siempre han estado delante de nosotros en los últimos 100 años. Si no cómo explicamos, por ejemplo, que el presupuesto de la UNAM de México sea de 1,700 millones de dólares al año y el de San Marcos, su socia en la red de macrouniversidades, de 70.

El presidente García habla mucho de sus obras públicas, de las del alcalde Castañeda, pero cuando uno atraviesa el poco transitado puente del intercambio vial sobre la avenida Universitaria y contempla el campus de San Marcos mutilado, sin cerco perimétrico, me pregunto: ¿Es esta una inversión en infraestructura vial que nos vuelve más competitivos? La afirmación de Porter, “El sistema educativo está quebrado”, la puede suscribir cualquier peruano responsable. ¿No es esta una consecuencia del modelo de desarrollo de las dos últimas décadas en nuestro país?

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/aproximaciones/04/02/2010/nuevo-debate-viejos-temas

= = = =

La orfandad del posgrado

Por Manuel Burga

La Republica, Lima, jueves, 04/03/2010

Algo similar dijo Michael Porter para el sistema educativo peruano y lo mismo se puede decir para la educación superior pública y especialmente para el posgrado universitario. Esta es la triste realidad. Es decir que al llegar a la cúspide de un sistema educativo, a la anhelada meta que persiguen los gobiernos y los individuos que quieren ser maestros y doctores, se descubre que no existe ningún programa estratégico.

Los resultados de esta ausencia del Estado: San Marcos, por ejemplo, debe tener 29 mil estudiantes en pregrado y 6 mil en el posgrado, del cual deben egresar anualmente 600 y no se gradúan ni el 5% de los egresados, en los dos años siguientes.

En la universidad pública el pregrado es gratuito, cuando se tenía entre 18 y 23 años, y se podía recurrir al apoyo familiar y no era necesario investigar para aprobar los cursos. Ahora, en el posgrado, entre los 27 y los 35 años, cuando ya no hay ayuda familiar, sino más bien obligaciones familiares, no hay quién apoye estos estudios, sea en San Marcos y en cualquier otra pública. En algunas privadas, el posgrado es el gran negocio, pero también en las públicas, en las cuales sirve para pagar algo más a sus docentes de más calidad.

Muchos universitarios, en los 60, tuvimos la suerte de gozar de una beca de estudios en el extranjero y culminar una tesis doctoral que pronto pudimos convertir en libro. Ahora ese tipo de becas se han reducido a su mínima expresión, e incluso ha desaparecido.

Los perjudicados son países como el nuestro, que no tienen programas públicos de reemplazo. El gobierno peruano, en un gesto sin institucionalidad, pero con fotografías en Palacio, entregó 111 becas el 2009, que algunas autoridades universitarias, sin vergüenza alguna, entregaron a sus estudiantes políticos, que los sostienen.

Existe, desde el 2008, contrariamente, el Sistema Bicentenario Becas Chile que “tiene como objetivo fundamental la definición de una política de largo plazo de formación de capital humano avanzado en el extranjero”. Es un proyecto de grandes dimensiones que ofrece 2000 becas anuales, bien pertrechadas, para profesionales chilenos que deciden hacer sus maestrías y doctorados en el extranjero. Su meta es contar, en un plazo de 10 años, “con más de 30,000 maestros y doctores formados en el exterior”.

Esto podría parecer un evento coyuntural, pero no lo es. Un breve artículo de Adolfo Melfi, ex rector de la USP de Sao Paulo, y de Shozo Motoyama, profesor de la misma U., “La educación superior en Brasil”, que se publicará en España, en un libro colectivo, ilustra a cabalidad este proceso.

Nos indican que la inversión brasileña en educación se inició en los 60 y que ahora tienen un posgrado con un enorme respaldo estatal. Brasil es un país de 190 millones de habitantes, pero sus becas de posgrado simplemente nos dejan sin aliento: “En 2008, el sistema recibió de las agencias federales (CAPES y CNPQ) 57,785 becas, siendo 33,518 para los programas de maestría y 24,267 para los de doctorado” (Melfi y Motoyama).

¿Qué ha sucedido en nuestro país donde el Ministerio de Educación está informalmente albergado en alguna parte y en Brasil ocupa el mismo edificio –diseñado por Oscar Niemeyer– desde 1946? Este hecho ya sería emblemático de la ruina de nuestro sistema educativo público. ¿Por qué se abandonó a la educación pública en los años 70 y 80? No hay respuestas convincentes.

Lo cierto es que hoy, ante la escasa inversión pública, la educación privada ha crecido anómalamente, no para suplir esta ausencia, sino más bien para hacer negocio del infortunio y demoler los ahora escasos centros de excelencia educativa, en las universidades públicas y privadas.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/aproximaciones/04/03/2010/la-orfandad-del-posgrado

= = = =

Cifras de una crisis

Por Manuel Burga

La Republica, Lima, jueves, 01/04/2010

Hace dos semanas el proyecto de nueva ley universitaria fue técnicamente archivado en el Congreso, como otra muestra del desinterés por la educación nacional, sin embargo Mercedes Cabanillas, sin sonrojo, ni mueca alguna, argumentó lo contrario, para su caso personal. ¿Cuán profunda en realidad es la crisis de la educación pública peruana? CAD, Ciudadanos al Día, acaba de publicar su Boletín electrónico 62, donde analiza a las universidades públicas. Las cifras y gráficos que se exhiben desnudan una crisis que ya parece grave. El total de universidades ha subido a 98: 35 públicas y 63 privadas. Las privadas representan el 64.3 del total de universidades, un récord en AL, quizá también en el mundo occidental.

Podríamos ahora decir que un alto porcentaje de los 22 mil docentes de las públicas trabajan en las privadas, como hacen los policías cuando fuera de sus horarios de trabajo prestan servicios de seguridad a bancos y empresas privadas. Nadie podrá calcular esta dimensión del deterioro de la enseñanza universitaria, pero podemos suponer que es notable y degradante. Aunque no podemos negar que los docentes también se benefician de esta anomalía, ya que así completan sus magros salarios, aunque sin duda alguna las privadas ganan más con muchos profesores baratos por horas.

El presupuesto de las universidades públicas, entre 2006 y 2010, ha pasado de 1665 a 2346 millones: un apreciable incremento del 41% en menos de cinco años, que se diluye cuando examinamos, por ejemplo, el presupuesto de San Marcos que ha pasado de 232 a 294 millones, reduciéndose el incremento al 20%, porcentaje que más bien refleja el cumplimiento parcial de la homologación. El otro 20% del incremento parece estar destinado a las universidades públicas nuevas. Entonces, si descontamos la inflación de estos cuatro años, el incremento para la mayoría de las públicas simplemente desaparece.

Esta situación se vuelve preocupante cuando analizamos las partidas genéricas de cada presupuesto y constatamos que el 80% va a gastos corrientes, remuneraciones de activos y cesantes y solamente un 20% para Gasto de Capital, incluyendo inversiones en infraestructura. Esto convierte, indudablemente, a las universidades públicas en una suerte de cajeros automáticos de gente mal pagada. El presupuesto de las universidades públicas, por otro lado, tiene dos fuentes de financiamiento: un 60% viene del Tesoro Público, un 30% son recursos propios y un 10% son donaciones, transferencias y canon. Las oficinas de Economía y Tesorería de estas universidades en realidad manejan solo ese magro 20% del Tesoro Público, más sus recursos propios, el 80% el MEF lo deposita mensualmente en las tarjetas multirred de docentes y trabajadores.

Sin embargo, nos encontramos con la sorpresa que las públicas no ejecutan completamente sus presupuestos. Para el año 2009 hay solo cuatro universidades que gastaron todo. Las 31 universidades restantes no lo pudieron hacer. San Marcos, de nuevo, ejecutó el 92% de su presupuesto asignado; lo que podría parecer bien. Pero si este porcentaje lo convertimos en cifras absolutas tenemos que dejó de gastar 24 millones: con lo que hubiera podido construir dos facultades.

Esta situación se vuelve dramática cuando constatamos que la UNSAAC de Cusco y la U. de Cajamarca, ricas en canon, han ejecutado solamente el 48 y 43%, respectivamente, de sus presupuestos 2009. Entonces, la crisis de la universidad pública ya grave cuando miramos la calidad académica, las gestiones erráticas, la ausencia de planes estratégicos y de investigaciones trascendentes, palidece cuando nos encontramos con burocracias universitarias ineficientes, lentas y probablemente corruptas.

¿Le interesa acaso esta realidad a la anodina Comisión de Educación integrada por tontos útiles y por cómplices de los comerciantes de la educación superior universitaria en el país?

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/aproximaciones/01/04/2010/cifras-de-una-crisis

= = = =

Voto universal

Por Manuel Burga

La Republica, Lima, jueves, 10/06/2010

El martes 8, como la semana pasada, acudí como invitado a la Comisión de Educación del Congreso de la República para presenciar una sesión ordinaria donde se debatiría la propuesta de Nueva Ley Universitaria concluida el 15 de julio de 2009 y que desde entonces espera su aprobación para pasar al pleno. El martes 1 no hubo quórum y en la segunda oportunidad solamente se aprobó, en polémica segunda votación, una norma para no hacer nada: “se archiva”, dijo el presidente de la comisión.

En realidad el interés por una nueva ley universitaria se inició el 2001, en que se anunció la necesidad de una “Segunda Reforma Universitaria”, cuando era rector de la UNMSM. Pero asisto cada vez que esta Comisión me invita, y con cierta regularidad desde el 2006.

He participado también en tres reuniones regionales donde se presentaron anteriores propuestas, que nunca lograron cuajar ni suscitar auténticas discusiones técnicas, a pesar del interés que pusieron los sucesivos presidentes de esta Comisión.

Nueve años han transcurrido. Ahora las universidades privadas (59) son más numerosas que las públicas (35) y la matrícula en las primeras es mayor que en las segundas. Ambas atraviesan por dificultades, pero así como han avanzado los comerciantes de la educación superior, la pública ha caído en una crisis profunda. Algunas están intervenidas, como la pública de Huacho; la Villarreal pasa un mal momento y San Marcos camina peligrosamente hacia un caos de impredecibles consecuencias. Pero hay señales de un nuevo interés por la universidad peruana. El gobierno autorizó recientemente el pago de una parte de la homologación adeudada y la Nueva Propuesta de Ley que está en debate en la Comisión de Educación es lo mejor que he visto en los últimos 10 años.

Se ha dejado de lado el discurso de la Segunda Reforma Universitaria para pasar a proponer cambios concretos que podrían sacar a la universidad pública de su situación actual y por este camino dinamizar al conjunto de la educación superior en el país. La propuesta tiene 15 capítulos y 82 artículos. Trae cambios importantes, sin afectar a la privada, sino inteligentemente promoviendo a la pública, como hacen Brasil y Chile. Se crea el Sistema Nacional Universitario y el Consejo Nacional Universitario como organismo rector y regulador. Se promueve la investigación universitaria y se premia a la calidad académica.

Me parece de suma importancia, algo que nos acerca a los modelos modernos, que es la reducción del tamaño de los órganos de gobierno: la Asamblea Universitaria pasa a tener 36 integrantes, el Consejo Universitario 12 y el Consejo de Facultad 9, como máximo, respetando los tradicionales tercios en la representación. Pero lo que más me llama la atención es el capítulo V, donde se propone un cambio sustancial en el gobierno universitario a través del voto universal, secreto, obligatorio y ponderado para elegir rector, vicerrectores y decanos en las públicas. De esta manera probablemente se termine con la indiferencia de docentes y estudiantes, que ahora votan para que otros (las clientelas) elijan autoridades.

Esta propuesta es sumamente interesante y compleja, y por eso mismo ya no hay tiempo para aprobarla íntegramente. Habría necesidad de mucho debate, pero si esto es difícil ¿por qué no aprobar la votación universal, 10 artículos principales y dos transitorios? Así se podría iniciar una nueva etapa en la historia de la universidad peruana y prepararla para todos los cambios trascendentales que vendrían después. Es una tarea urgente e importante que el actual Congreso tiene el derecho y el compromiso de hacer, para así responder a las expectativas de quinientos mil jóvenes e iniciar por fin la esperada recuperación de la universidad pública peruana.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/aproximaciones/10/06/2010/voto-universal

= = = =

La dictadura de asamblea

Por Nicolás Lynch

La Republica, Lima, martes, 29/06/2010

La semana pasada con la aprobación de una ley en el Congreso de la República que establece el voto universal y ponderado para elegir rectores y decanos se podría haber dado, de no mediar el veto presidencial, un primer paso para terminar con el asambleísmo en las universidades nacionales.

Contra lo que comúnmente se cree, buena parte de las universidades nacionales han sido gobernadas no por una mayoría democrática de profesores y estudiantes que decidían mediante elecciones, sino por el arreglo bajo la mesa entre diferentes minorías para repartirse la pobreza universitaria. Y en caso de que tal arreglo no pudiera concretarse, por el control de la minoría con mejor capacidad de movilización para imponer, por las buenas o por las malas, su criterio al conjunto. Este fenómeno en la ciencia política se llama “dictadura de asamblea”. La careta democrática del sistema no le quita su esencia autoritaria: decide la arbitrariedad del más fuerte por la vía de los hechos. Los resultados están sobre la mesa: es el gobierno de la mediocridad, el radicalismo y la corrupción.

La ley aprobada reduce drásticamente el tamaño de los organismos colegiados, asamblea y consejos, para darles mayor agilidad de funcionamiento. Saca a los decanos de la Asamblea Universitaria y reduce su número en el Consejo Universitario, para evitar que con su poder feudalicen la universidad. Pero, lo más importante, retira de la Asamblea Universitaria y del Consejo de Facultad la elección de rector, vicerrectores y decanos, con lo cual libra a estos organismos de la potestad más perniciosa que tenían, fuente de la mayor cantidad de componendas y corruptelas en su seno, para dársela, directamente, a la comunidad universitaria.

Lo hace, además, manteniendo la proporción de dos tercios de profesores y un tercio de estudiantes, en los organismos señalados y en la elección misma. Es cierto, el sufragio universal y ponderado no es un sistema perfecto, pero tenemos la esperanza de que la luz pública sea más propicia que las sombras para darnos mejores autoridades.

En este contexto, la protesta de la ANR no nos sorprende. Muchos de los rectores que la conforman han sido producto de este criticado sistema asambleístico que ha colocado, entre otras causas, a la universidad peruana en la postración en la que está. Siempre, por supuesto, hay excepciones. Pero, como dicen, “una golondrina no hace el verano”.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/delito-de-opinion/29/06/2010/la-dictadura-de-asamblea

= = = =

PERU - Crisis en San Marcos (2006-2010)

Fraude en San Marcos

Por Manuel Burga
(Rector de UNMSM 2001-2006)

La Republica, Lima, domingo, 30/05/2010

El martes 25 se realizaron las elecciones para elegir a los representantes de profesores principales y asociados en la nueva asamblea universitaria de San Marcos que elegirá al nuevo rector el 2011. Tres listas se presentaron: la 1 (Acuerdo por San Marcos), la 3 (Consenso por San Marcos) y la 5 (Unidos por San Marcos). La Lista 5 agrupa a gente del entorno del rector Luis Izquierdo.

Desde el 2006, en que Izquierdo fue elegido con una singular votación de 30 estudiantes y 28 docentes (15 decanos y 13 docentes asambleístas), corrieron insistentes rumores de una compra fraudulenta de votos a los estudiantes. Esta versión pareció confirmarse en los años siguientes de una gestión que convirtió todos los cargos técnicos de la universidad en prebendas, y a los designados en estos cargos, en clientelas. Llegaron a realizar actos absolutamente ilícitos como parte de una estrategia para mantenerse y reproducirse en el poder. Entre ellos podemos enumerar los siguientes: a) nombramiento de auxiliares con fines electorales con el único objetivo de ganar las elecciones en auxiliares de mayo-2009, que lo lograron; b) inusual promoción de profesores a principales y asociados (2009) preparándose para las elecciones de 2010; c) elección de un comité electoral sin representación de minorías; y d) acentuación de una política prebendista y clientelística.

Las consecuencias de esta política: una gestión errática, sin rumbo, demagógica, falsamente pro estudiantil, con funcionarios incapaces y deshonestos. Las pruebas se pueden apreciar en el campus de la universidad: abandonado, sin cerco perimétrico e importantes áreas verdes en peligro de ser intervenidas por la Municipalidad de Lima. Una muestra de la ilegalidad es el acto de nepotismo cometido por el rector al nombrar a su hijo en la Facultad de Medicina y crearle un puesto docente en su propia clínica privada. El Hospital docente, para lo cual ya se había asignado un terreno de 15 mil m2 en el actual campus, con frente a la avenida Colonial, fue utilizado burdamente para ingresar al negociado con Rómulo León Alegría y Fortunato Canaán y cuando estalló el escándalo anularon apresuradamente resoluciones y ocultaron lo ocurrido sin consecuencia hasta la actualidad. Luego intentaron un convenio con la Región Callao y el famoso Alex Kouri, que estrepitosamente fracasó. Izquierdo trató de negociar personalmente con Luis Castañeda Lossio, o así lo hizo parecer, y el resultado fue que los técnicos de EMAPE se aprovecharon de la ingenuidad, en realidad tontería criolla provinciana, para que San Marcos firme un convenio desventajoso.

Todo estaba encaminado a las elecciones para renovar profesores principales y asociados el 2010. Para las elecciones del 25 de mayo también se habían preparado y se sentían sumamente confiados por las cifras que manejaban. La elección de asociados, en la que ganaron por 100 votos, la noche del 25 de mayo último, confirmaba sus planes anticipados. Sin embargo la sorpresa vino de los principales, y de manera precisa de los principales de Medicina, donde conocen de cerca a Izquierdo, inexistente como docente y solo conocido como médico empresario.

En la Casona se hizo el primer recuento de votos, se hicieron las sumas en presencia de los personeros de las listas, estos se dieron la mano a las 10 a.m. y se retiraron a sus domicilios. Sin embargo, rompiendo los usos habituales, el Comité Electoral decidió hacer un cómputo final en la Biblioteca Central del campus y luego de un encierro de 2 horas y media, a las 12 y 45 a.m. le anuncian al personero de la lista 1, que había preferido quedarse, que se había anulado el acta de la mesa de principales de Medicina y que de esa manera la lista 5 se había convertido en ganadora. Las razones: errores materiales en el acta. Las cifras se habían escrito en líneas equivocadas. Este error material se da justamente en la mesa presidida por el médico de la generación de Izquierdo, Orlando Aurazo Díaz, jefe del Archivo Central, funcionario cercano.

El fraude está aparentemente consumado y prolongaría así la gestión actual para encubrir actos ilícitos, económicos y académicos. Pero no han contado con un nuevo actor: la opinión pública a través de los medios de comunicación. Este acto de corrupción electoral es una amenaza de lo que puede ocurrir con los procesos electorales nacionales que se avecinan. Debemos ponerle freno e impulsar una auténtica investigación para señalar a los culpables.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/aproximaciones/30/05/2010/fraude-en-san-marcos

= = = =

El caos en San Marcos

Por Nicolás Lynch

La Republica, Lima, martes, 01/06/2010

El fraude ocurrido en las elecciones de los profesores principales para la Asamblea Universitaria en la Universidad de San Marcos la semana pasada no es un hecho anecdótico ni aislado, sino que refleja el rectorado desastroso del Dr. Luis Izquierdo, que podría estar poniendo el puntillazo final a una larga decadencia de nuestra Decana de América. Quien haya ido recientemente por la Ciudad Universitaria se podrá dar cuenta de que este último fraude no es sino una metáfora perversa del estado de abandono en el que se encuentra el campus universitario. Este último, carece de cerco perimétrico en buena parte del mismo producto de un conflicto irresuelto con la Municipalidad de Lima y está lleno de pequeños y grandes basurales, así como de carpas, quioscos y construcciones provisionales que ofrecen fritanga, lectura veloz, cursos de danzas y fotocopias, en un espectáculo que denuncia por sí solo la falta absoluta de autoridad. En estas condiciones, ¿por qué no un fraude para atornillar al poder de turno? El desorden más bien parece gritarnos que sería un estúpido el que no lo hiciera.

El abandono de San Marcos, por supuesto, no empieza ni termina en la Universidad. Es el Estado el que abandona San Marcos para castigarla por haber sido una fuente de pensamiento crítico desde los albores de la república. Pero es San Marcos, luego, la que se abandona a sí misma y termina convertida en un espacio donde impera la mediocridad. El pensamiento crítico, la razón del castigo estatal, prácticamente ha desaparecido. En este concierto las disputas son por las pobrezas sobrantes y demás etcéteras. Y las excepciones, son eso, excepciones. Profesores valientes que desarrollan en algunas escuelas y facultades programas de excelencia en medio del horror.

La pregunta de cajón es entonces ¿si esto pasa en nuestra primera universidad pública, qué pasará en las demás? El abandono estatal y el propio parecen afectar al conjunto de la universidad pública en el Perú y esto se refleja en la falta de liderazgo tanto de San Marcos como de la mayoría de las universidades estatales en sus respectivas regiones. El Estado, por su parte, continúa jugando a la marginalidad y apostando por la práctica desaparición de estas casas de estudio. Por un lado, el Congreso crea nuevas universidades estatales y por otro el Ejecutivo les niega presupuesto a las actuales para su funcionamiento. La derecha se frota las manos por la realización de la profecía autocumplida y sonríe viendo a los mediocres bailar al son que les tocan.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/delito-de-opinion/01/06/2010/el-caos-en-san-marcos

= = = =

Versiones desesperadas

Por Manuel Burga

La Republica, Lima, jueves, 24/06/2010

El rector de San Marcos finalmente apareció para ofrecer, con una fingida dosis de ingenuidad o inconsciencia, versiones desesperadas que no tienen ningún asidero en la realidad. La primera es que en San Marcos no pasa nada, que tiene “chequeados a todos”, que conversa con todos y que colabora –desde su primer día– con la Dircote para controlar a los grupos radicales, sus aparentes socios políticos. La segunda es que cuatro profesores que han perdido en las elecciones últimas presentan versiones interesadas y finalmente, la tercera, que no tiene ninguna ambición porque no hay reelección de autoridades, que ni él ni sus socios se van a reelegir, y con esto punto final.

Es cierto que la ley 28637, del 2005, que restituye tres artículos de la Ley 23733, prohíbe la reelección de autoridades. Una ley justamente promulgada para evitar el continuismo y la conformación de clientelas políticas que medran en el poder. Pero hecha la ley hecha la trampa: los allegados al poder, en San Marcos y en cualquier universidad pública, lo que buscan es precisamente continuar en el poder, pasando de un cargo al otro para conservar sus subvenciones y para ocultar acciones ilícitas.

No es cierto que cuatro profesores que han perdido en las elecciones del 25 de mayo presenten versiones interesadas para alterar la realidad. Se trata más bien de todo lo contrario: muchos ahora han salido de sus rutinas docentes y de investigación –me incluyo– para denunciar un fraude electoral, que por su flagrancia debe ser dilucidado en el poder judicial. Los resultados de estas elecciones han sido manipulados para favorecer a la lista 5, Frente Unido por San Marcos, la oficialista, y desfavorecer a la lista 1, Acuerdo por San Marcos, de oposición, que la misma noche del 25 había sido considerada ganadora. Un proceso para elegir representantes de los profesores principales y asociados a la Asamblea Universitaria, instancia que elige al nuevo rector en mayo del 2011. Igualmente los representantes para conformar los Consejos de Facultad deben elegir decanos, quienes luego integran la misma Asamblea con la misma finalidad.

Entonces, está claro que estas elecciones, dado el sistema actual, elegirán a las nuevas autoridades el próximo año. Los resultados finales se alteraron al anular el acta de votación de profesores principales de la Facultad de Medicina: 104 habían votado por la lista 1, y solamente 74 por la lista 5, oficialista. Con estas cifras la victoria inobjetable era de la lista 1. Todo esto parece un enredo, pero para los integrantes de esta mesa de votantes, funcionarios de confianza de la gestión actual, no lo fue y por eso entregaron sus resultados sin impugnación alguna.

La tercera versión del Rector es que no pasa nada, que su gestión es impecable, que todos están contentos en la universidad y los que no lo están, están bien “chequeados”. Esta más que desesperada parece una versión risible que pretende ocultar una realidad que debería preocuparnos, ya que se trata de una flagrante violación de derechos democráticos y un ocultamiento de grupos radicales, que no creen en la democracia, pero pretenden ocultarse en la desvalida autonomía universitaria.

Considero, en resguardo de la verdad y las sanas costumbres democráticas, que este hecho debe ser dilucidado en el poder judicial y los culpables sancionados. Pero no hay mal que por bien no venga: las versiones desesperadas del rector de San Marcos finalmente parecen haber despertado al Congreso de la República que ha dado el primer paso en la modificación del actual sistema de elección de autoridades: esperemos que la inteligencia y la honestidad confluyan para iniciar el camino de recuperación de la universidad pública peruana.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/aproximaciones/24/06/2010/versiones-desesperadas

= = = =

PERU - Debate con Sendero (2010)

No es apología del delito

Por Federico Salazar

La Republica, Lima, domingo, 20/06/2010

Gran revuelo ha causado un conversatorio en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Un revuelo bueno, porque tiene que ver con la seguridad y la lucha contra el terrorismo.

En el conversatorio hubo reclamos para pedir la liberación de Abimael Guzmán. Se pedía la amnistía.

El presidente de la República dijo que eso era inadmisible y que si se repetía, intervendría la universidad. Pedir la amnistía de Guzmán, sostuvo, es hacer apología del terrorismo.

El retorno del terrorismo debe ser cortado de raíz. No sólo en el terreno policial y militar, sino también en el ideológico. No se puede hacer un combate en las ideas, sin embargo, si en vez de ideas sólo se muestra la cachiporra.

La policía debe poder entrar a cualquier recinto, de cualquier entidad, si se comete un delito flagrante. También lo puede hacer con una orden judicial. Las universidades no deben ser áreas en las que no rija la ley.

El problema es que, al menos en lo que ha sucedido, no hay delito. Pedir amnistía para Abimael Guzmán no es apología del delito. Tampoco lo fue pedir (y procurar) la amnistía para José Enrique Crousillat, sentenciado por otro tipo de delito.

El Código Penal define la apología del terrorismo como un caso particular de apología del delito (artículo 316). Establece una diferencia en las penas, pero no en la naturaleza del ilícito.

Pedir la amnistía de cualquiera que cometió delito no equivale a hacer apología de la persona o del delito. Si fuera así, habría que pedir el procesamiento de todos los presidentes que hicieron uso de la amnistía.

Para que haya apología debe haber exaltación del delito o su autor, debe haber incitación a la continuación del delito. Si lo que hubo en San Marcos fue el pedido de amnistía para Abimael Guzmán, no hay hasta ahí ningún acto punible.

Otra cosa, muy distinta, es lo que eso significa. Lo que hay que preguntarse es cómo se llega a un nivel intelectual tan bajo como para pedir la amnistía de un delincuente que ocasionó tanto daño y tantas muertes.

Los alumnos tienen la palabra frente a las ideas erróneas, frente a las posiciones pro delincuenciales. Tienen que debatir y enfrentar, tienen que defenderse intelectualmente de la barbarie.

No dejemos que la sensibilidad sobre el tema nos tape la vista. No dejemos que los pleitos de grupos y filiaciones dentro de la universidad desvíen nuestra atención.

Ninguna estrategia que no se base en el derecho y la ley podrá tener resultados duraderos frente al terrorismo. Sucedió así en la época de Fujimori y, por eso mismo, debemos aprender.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/contrapelo/20/06/2010/no-es-apologia-del-delito

= = = =

El debate sobre el debate con Sendero

Por Augusto Álvarez Rodrich
La Republica, Lima, viernes, 02/07/2010

Dialogar o no dialogar, that is the question.

Un debate interesante –y quizá hasta relevante– se refiere a otro debate cuya conveniencia está en cuestion: cómo enfrentar el desafío ideológico que Sendero Luminoso plantea –al margen de su dimensión actual– a la sociedad peruana y a su sistema político.

Este debate nos retrotrae a otro producido hace tres décadas cuando esta organización terrorista inició su lucha armada que trajo muerte y destrucción y, también, un desafío al sistema político en su conjunto y especialmente a la izquierda.

Esta no llegó a entender el significado real del toro bravo del terrorismo que había salido a la arena política, no supo reaccionar a tiempo, demoró en marcar distancia indudable y, por todo ello, encontró en la aparición de Sendero Luminoso un catalizador del desmoronamiento del que todavía no se recupera.

Pero hoy el debate sobre Sendero es muy diferente al que ocurrió en el Perú hace tres décadas. Para empezar, ya no hay duda de lo que estamos hablando: una terrible amenaza terrorista interesada en volar –ideológica y físicamente– a la sociedad peruana con el fin de imponer sus ideas extremistas.

Asimismo, Sendero Luminoso es hoy muy diferente porque su situación y perspectiva es radicalmente distinta a la de los ochenta pues se encuentra derrotado militar e ideológicamente, y enfrenta una profunda condena social de la inmensa mayoría de la población, no obstante lo cual aún quedan algunas pocas personas con afinidad con sus ideas.

¿Qué hacer frente a ellas? Ese es, precisamente, el centro del debate sobre la conveniencia de debatir o dialogar sobre ideología y acción política con Sendero Luminoso. Lo ideal sería que de esa tarea se hubieran encargado, hace tiempo, los partidos políticos, pero ya se sabe que, en su gran mayoría, estas son, en el Perú, entidades fantasmales que solo hacen ‘bú’ cuando necesitan organizarse para buscar votos. Después, vegetan.

En contra del debate están políticos de los partidos principales, como el congresista Mauricio Mulder, quien hace notar la ingenuidad de polemizar con un dogmatizado que no cree en las palabras sino en la acción directa, y relieva el hecho de la derrota militar e ideológica de Sendero Luminoso.

En la otra orilla, a favor del debate, están posiciones como la de ‘Otra Mirada’, que defiende el dar la lucha ideológica con el fin de prevenir el resurgimiento de Sendero o de otras organizaciones similares.

Es un debate relevante e interesante. Pero para empezar, deberíamos convenir en que no tiene sentido calificar de proterrorista a quien esté a favor de debatir ideológicamente con Sendero, ni de fascista a quien se oponga al mismo.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/claro-y-directo/02/07/2010/el-debate-sobre-el-debate-con-sendero

= = = =

Democracia y totalitarismo

Por Alberto Adrianzén M.

La Republica, Lima, sábado, 26/06/2010

La presencia pública de sectores ligados al senderismo ha planteado la necesidad, tal como lo ha hecho el ministro de Justicia, de proponer que se niegue la inscripción de partidos que busquen destruir el orden democrático. El tema, como es lógico, se presta a debate. Como ha recordado Raúl Wiener en un reciente artículo “La Democracia boba” (La Primera, 22/06/10), este razonamiento sirvió para proscribir al APRA durante varias décadas.

Su preocupación me parece correcta, más aún en estos tiempos de intolerancia y macartismo. Sin embargo, considero que el sistema democrático, con todos los riesgos que esto implique, tiene el derecho a defenderse de aquellos que buscan destruirlo. Un buen ejemplo de ello es el reciente Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales, vinculado al senderismo de Guzmán, que ha publicado un documento que lleva por título “La coyuntura electoral y la participación en las elecciones”.

El documento es muy claro: se justifica el inicio de la lucha armada por SL en 1980: “En los 80 se realizaron las elecciones presidenciales. El Partido decidió no participar porque había culminado la reconstitución y estaba listo para iniciar la lucha armada… hubiera sido absurdo en ese momento no iniciar y dedicarse a utilizar las elecciones”.

Lo que sucedió después, según ellos, es que “en los noventas, se produjo la derrota”. Ello los obligó a una “Nueva Gran Estrategia: pasar de lucha política con armas a lucha política sin armas, usando todas las formas de lucha…”. Una de ellas es “la lucha legal tomándola como una forma de acción política…para qué usarla: para desenmascarar el campo contrario y para servir a desarrollar el camino del pueblo”. Se participa en las elecciones: “Uno, para desenmascarar al sistema. Dos, para preparar las futuras jornadas por venir”. En realidad, las llamadas “futuras jornadas por venir” es un eufemismo para no decir lucha armada.

La lógica es muy simple: “iniciamos la lucha armada y fuimos derrotados; ahora tenemos que utilizar la democracia para acumular fuerzas para reiniciar la lucha armada”. Se podría decir que la inserción del senderismo en el sistema democrático es simplemente una acción encubierta que esconde otros fines, distintos a aquellos que son enunciados.

Sin embargo, hay otro tema a considerar. SL es un proyecto totalitario. Cuando en su congreso se fundamentó el llamado “pensamiento Gonzalo” se dijo (en realidad lo dijo Guzmán) que éste no era obra suya sino más bien del desarrollo de la materia y de la práctica de millones de comunistas. El “pensamiento Gonzalo” no era otra cosa que la “mutación de la materia conciente” encarnada en Guzmán ya que éste tenía la virtud de ver la realidad tal como es y no como aparenta ser. Dicho en otros términos, Guzmán al liberarse de la “opresión” de la ideología construye un pensamiento infalible. Nacía así una suerte de superhombre, alguien que había logrado escaparse de la caverna de Platón y convertirse en un nuevo dios porque veía lo que “es” y no lo que creía ver.

Esta forma de razonar no la encontramos en ningún grupo de izquierda en AL, incluso en los movimientos armados. En realidad, se emparenta más con el pensamiento nazi simbolizado y encarnado en la idea del Führer. No hay que olvidarse que fue el propio Hitler quien se dio ese nombre. Por eso lo que distingue a SL no es sólo su carácter violentista o terrorista sino también su proyecto ideológico totalitario que es además donde radica su fuerza política.

Por eso también el senderismo debe ser combatido y derrotado por los partidos democráticos. No hacerlo es repetir los errores del pasado que nos han conducido más bien a una lógica del exterminio e impedido la reconciliación nacional. Sería bueno preguntarnos entonces por qué en nuestro país existe algo como Sendero y no en el resto de la región. Ello nos debería llevar a seguir analizando a SL, pero también a nosotros mismos.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/disidencias/26/06/2010/democracia-y-totalitarismo

= = = =

Debate político con Sendero

Por Antonio Zapata

La Republica, Lima, miércoles, 23/06/2010

Como vimos en un artículo anterior, Sendero se dividió en tres después de la captura de Abimael Guzmán en 1992. En ese momento, la dirección llamó a firmar un acuerdo de paz y desde entonces están en contra de la guerra. Sostienen que ayer la violencia era justificada y que desde su detención ya no es posible la continuación de la “guerra popular”.

Por el contrario, dos grupos rechazaron esta línea. Son quienes están en el VRAE y en el Huallaga, dirigidos respectivamente por los camaradas “José” y “Artemio”. Ambos grupos han apostado por seguir en guerra, pero no son iguales entre sí. Mientras “Artemio” reconoce a Guzmán y simplemente discrepa con la oportunidad para terminar la guerra, “José” ha abominado de Guzmán, lo llama traidor y ha roto completamente. Aunque los tres grupos se reclaman de Sendero, no tienen buenas relaciones sino todo lo contrario, se odian y pelean constantemente. Unos y otros se consideran enemigos principales.

Quienes han marchado en San Marcos son los denominados acuerdistas. Ellos están hace 18 años a favor de terminar la guerra y apuestan por ubicarse en la escena política. No están preparándose para volver al monte y más bien quieren insertarse en la legalidad. Puede discutirse si tienen derecho o no, pero es preciso no confundir. Una cosa son quienes están en el VRAE y en el Huallaga y otra los partidarios del acuerdo de paz.

En efecto, la clave se halla en precisar si los ex convictos por terrorismo tienen o no derecho a actuar políticamente en la democracia. Algunas opiniones sostienen enfáticamente que no tienen ese derecho. Por ejemplo, César Hildebrandt ha recordado que en Alemania está prohibido ser nazi. El argumento es que al emplear el asesinato como arma política se apuesta por el totalitarismo y se exhibe una falta absoluta de principios mínimos de convivencia civilizada.

Sin embargo, alguna práctica internacional contradice esta postura. Por ejemplo, el actual presidente del Uruguay fue guerrillero tupamaro, pero se ha redimido en prisión y aceptado el juego democrático, al grado que el pueblo lo ha elegido en una votación incuestionable. Por otro lado, alguna experiencia nacional también abona esa dirección. Por ejemplo, el APRA promovió insurrecciones como la de Trujillo en 1932 y estuvo acusada de varios crímenes individuales, como el de los esposos Miró Quesada o el dictador Sánchez Cerro. Pues bien, abandonó el camino insurreccional y emprendió el juego democrático.

Esta discusión no está zanjada y debe encararse, para definir clara y legalmente una opción que regule o prohíba los actos de los ex convictos por terrorismo. Asimismo, lo esencial es enfrentar el debate político con Sendero y mostrar cómo su radicalismo no construye país ni fortalece la democracia e integración nacional. Por ello se requiere una confrontación de ideas con Sendero, como propone Carlos Tapia, a ser organizada con toda seriedad.

Por otro lado, este tema se calienta en medio de una crisis muy profunda de la UNMSM y ambos procesos se potencian. El rector saliente ha convivido tanto con los acuerdistas como con varios grupos radicales. A todos los ha encandilado con posiciones y ventajas. A cambio ha obtenido lealtad y apoyo, incluso físico, a la hora de las definiciones de los puestos de poder en la universidad.

La conducta del rector se ha agravado en las últimas semanas, puesto que ha impulsado una serie de maniobras para impedir que el grupo renovador desplace a sus partidarios. Así, el doctor Izquierdo se ha mostrado como una autoridad clientelista que viene hundiendo a San Marcos en la mediocridad. Se necesita salvar la universidad mayor del país, evitando la intervención que preparan o auspician algunas mentes febriles de la derecha peruana.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/sucedio/23/06/2010/debate-politico-con-sendero

= = = =

Combate de ideas

Por Augusto Álvarez Rodrich

Columnista invitado en mi columna: Carlos Tapia.

La Republica, Lima, sábado, 03/07/2010

Carlos Tapia tuvo la gentileza de enviarme un comentario a mi columna de ayer (El debate sobre el debate con Sendero) que creo interesante compartirlo –con su autorización– con mis lectores.

Aquí va:

1. Con SL no se debate, se le combate en el terreno de las ideas, dentro de la estrategia contrasubversiva. Los debates y diálogos se dan entre fuerzas democráticas; en cambio, el combate ideológico –como parte de la lucha contrasubversiva– busca destruir la voluntad política del adversario. Como tú bien dices, eso es tarea de los partidos democráticos. No de la Dircote o de las FF.AA. Te cuento que cuando las FF.AA. en Ayacucho empezaron la campaña psicosocial contra SL, allá por los 80, en las zonas rurales pintaban ‘Presidente Gonzalo... Maricón’.

2. Al senderismo hay que acercarlo a la realidad, contrastarlo con ella. Por eso, es una estupidez tenerlos aislados del mundo real, por ejemplo, como fue en la prisión durante los primeros años ya que acorazaron su ideología gritando “Viva Gonzalo”. Mucho mejor hubiera sido mostrarles videos de la actual China.

3. Ellos siempre trabajan en Frente Único, es decir, públicamente. Por ejemplo, antes crearon el MOTCE (movimiento de trabajadores clasistas y no sé qué más). Como era en la época en que te mataban si discrepabas con ellos, no se podía combatirlos frontalmente sino con las armas del Estado. Pero ahora es diferente.

4. “El Movimiento a favor de la amnistía y defensa de los derechos fundamentales” no es una cosa improvisada, su nacimiento es producto de una aguda lucha interna maoísta que comenzó con el pedido del Acuerdo de Paz... Y sentar las bases para el segundo Congreso, en octubre de 1993. En eso Vladimiro Montesinos ayudó a Abimael Guzmán, y desde el año 2000 continúan con “resolver políticamente los problemas derivados de la guerra”, amnistía incluida. Ahora, el famoso Congreso quieren hacerlo en noviembre del 2010, utilizando de cubierta el famoso movimiento a favor de la amnistía.

5. A su interior hay dos posiciones: a) Los recalcitrantes que dicen que ‘por ahora’ no hay condiciones para la lucha armada, y que habría que esperar la próxima ola de la revolución mundial, para lo que habría que estar preparados (el cobarde de Guzmán lo manda a Crespo y Fajardo para eso); b) Pero hay otra posición que quiere pasar a la política incruenta (sin sangre) y que pone por ejemplo a los maoístas de Nepal.

6. Por eso, no asumir la responsabilidad de combatirlos ideológicamente, justo en estos momentos de debilidad, es un grave error de los politiqueros de siempre. Que condenen la lucha armada para siempre como lo hizo el M-19 en Colombia y que acepten su derrota ideológica, al participar en las elecciones.

- - - - -

Tomado de: http://www.larepublica.pe/claro-y-directo/03/07/2010/combate-de-ideas

= = = =