La Última Frontera
Por Paulo Vilca
Noticias SER, 25/07/2011
Aymaras, quechuas, contrabandistas, narcotraficantes, mineros informales, senderistas, ponchos rojos, etcétera. Con estos y otros adjetivos, Puno llegó a la capital del país, en horario estelar y monopolizando las portadas de los diarios, ratificando de paso esa histórica visión del altiplano como la última frontera.
A tono con tales expresiones, los nombres de Walter Aduviri y Martha Giraldo, se convirtieron en los referentes mediáticos para explicar y entender todo lo que ocurre en una región de 13 provincias, 109 distritos, 1200 comunidades campesinas, alrededor de 300 municipalidades de centro poblado y una población de poco más de 1 millón doscientas mil personas.
Lo cierto es que, a su manera, el ex funcionario municipal convertido en dirigente antiminero aymara y la empresaria hotelera de pasado izquierdista preocupada por el futuro de sus inversiones, acabaron consolidando la imagen de un territorio violento, conflictivo, anti inversión y donde campea la ilegalidad producto del abandono estatal.
Sin embargo, más allá del tumulto y los enfrentamientos de las últimas semanas, Puno también es la región donde confluyen culturas milenarias, donde se encuentran la capital alpaquera del país, el mejor café orgánico del mundo, el Parque Nacional Bahuaja Sonene, el Lago Titicaca, las chullpas de Sillustani y, por supuesto, la fiesta más grande del Perú. No es poca cosa.
Los puneños y puneñas haríamos bien en recordarlo para enfrentar con responsabilidad los enormes problemas que tenemos por delante, porque como diría José Luis Rénique, la nación se construye desde la frontera. Desde la última frontera.
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Artículo publicado en la revista de análisis político CABILDO ABIERTO Nro. 58-59. Puno. Julio 2011. Asociación SER.
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/25/07/2011/altiplano-politico/altiplano-politico/la-ultima-frontera
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Mitos de la última frontera (*)
Por Paulo Vilca
Noticias SER, 03/08/2011
Cuando se piensa en Puno, lo primero que uno imagina es la altura y el frío. Cuántas veces al hablar sobre la región del Lago Sagrado, la reacción de las personas ha sido: ¡qué frío! Y no les falta razón, porque en algunas zonas de Puno las temperaturas pueden llegar a ser menores a cero grados durante los crudos meses de invierno; pero al mismo tiempo grande es la sorpresa de estas mismas personas cuando se enteran que Puno tiene parte de territorio amazónico y alberga, junto con Madre de Dios, uno de los más valiosos Parques Nacionales por su gran biodiversidad, el Bahuaja Sonene, o que el mejor café del mundo – el Tunki – se produce en la selva puneña.
Y es que así como hay algunas ideas inexactas sobre Puno y su geografía, durante las últimas semanas se han difundido muchas otras afirmaciones sobre la economía, la política y la sociedad puneñas que vale la pena revisar para entender adecuadamente la complejidad de esta región. A continuación presento algunos comentarios sobre una serie de temas que han rondado últimamente el imaginario nacional, y que seguramente volverán a estar presentes ahora que se menciona nuevamente la posibilidad de movilizaciones en la última frontera (1).
1.- En Puno todo es contrabando
No todo. A pesar de que es innegable que parte importante del comercio puneño es producto del ingreso ilegal de mercancía por la frontera con Bolivia y que los mercadillos de las ciudades más grandes como Puno y Juliaca, ofrecen productos de contrabando a vista y paciencia de las autoridades, resulta exagerado afirmar que éste explica toda la economía regional. En primer lugar, el contrabando se centra básicamente en víveres de primera necesidad, gas, ropa, menaje, y pequeños aparatos electrónicos como celulares o cámaras fotográficas; siendo poco extendido el mercado de electrodomésticos o de aparatos informáticos, la gran mayoría de los cuales llegan a Puno con el sello de ingreso de la Zofra Tacna.
Al contrario, durante los últimos años, se han instalado en Puno y Juliaca una serie de cadenas comerciales como La Curazao, Tiendas Efe y hace algunos meses Plaza Vea, que son las que ofrecen estos últimos bienes (2). Además, la cercanía con Arequipa ha traído como consecuencia que muchos de los bienes adquiridos por las clases medias del altiplano, sean comprados en los grandes centros comerciales de la Ciudad Blanca. Igualmente, la realización de ferias con productos “directamente desde Gamarra”, se han convertido en parte del paisaje comercial puneño.
Por otro lado, es conocido que Juliaca es un emporio de producción textil y de la pequeña industria (los diligentes fabricantes juliaqueños son proveedores de carrocerías de buses, hornos, maquinaria minera, etc.) que abastece a los mercados de El Alto en Bolivia y otras zonas del sur peruano. Precisamente, la necesidad de crédito por parte de estos sectores explica la gran presencia de entidades financieras en todo el departamento. De acuerdo a información de la Superintendencia de banca y Seguros, hasta junio de este año, Puno cuenta con el siguiente número de agencias: 18 de empresas bancarias, 14 de empresas financieras, 20 de cajas municipales, 8 de Edpymes y 6 de Cajas Rurales (3).
Por supuesto, lo anterior no significa que no exista la Culebra (4) o que no lleguen el gas o la gasolina desde Bolivia, sino que al lado de esta dinámica comercial, existe otra que tiene tanta o más importancia que la que supuestamente rige toda la economía puneña. Además, como algunos funcionarios públicos vinculados al control aduanero en la región señalan, el contrabando también viene de Lima ya que es por el Callao donde, por ejemplo, han ingresado la mayor parte de vehículos sin registro, cuyas placas son inscritas de forma adulterada en diferentes zonas del país.
La solución del contrabando en Puno requiere medidas que vayan más allá de la represión e incautación, y que deben pasar por aprovechar la estratégica ubicación de la región como nodo comercial fronterizo (5). La instalación de una Zona Franca comercial-industrial podría ser una alternativa interesante para contribuir a formalizar una actividad económica que lleva demasiado tiempo sin ser enfrentada con decisión.
2.- En Puno existe un poderoso movimiento aymara
No todavía. En primer lugar, en Puno no existen organizaciones sociales fuertes de carácter regional. Tal vez lo más cercano sean las Rondas Campesinas, pero éstas se encuentran ubicadas en las provincias de la zona norte (Carabaya, Melgar, Azángaro y parte de Sandia y Lampa), de habla quechua, y al igual que en otras partes del país, su principal reivindicación es la vigencia de la justicia comunitaria.
En el sur, de habla aymara, existen diferentes grupos que enarbolan discursos de reivindicación étnica (6), pero más que organizaciones con base social, se trata de activistas que obtienen notoriedad en tanto asumen demandas o propuestas que surgen de preocupaciones o necesidades locales concretas como temas limítrofes en el caso del Frente de Defensa de la Zona Sur ó la presencia de empresas mineras, con el Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur. A ello se agrega que ninguno tiene un alcance que vaya más allá de la provincia o el distrito en el que actúan, y es que los enfrentamientos políticos son una realidad permanente.
Tal vez el momento en el que fue mayor el protagonismo político de estos estos grupos ocurrió el año 2006, cuando los alcaldes electos de las provincias de Ilave, Chucuito y Yunguyo intentaron conformar la Unión de Municipalidades Aymaras con la finalidad de formar un frente que planteara demandas de carácter étnico. Pero dicho intento nunca prosperó y más bien el discurso fracasó en las gestiones municipales, llevando a la vacancia a Eugenio Barbaito, alcalde provincial de Chucuito que se hacía denominar Mallku y buscaba ser el “Evo peruano”. Así mismo, la escasa claridad de la propuesta llevó a que se declararan dos “capitales de la nación aymara” en Ilave y Yunguyo.
Volviendo a la actualidad, en el caso del mediático líder Walter Aduviri, es bueno recordar que éste es el representante de 4 distritos de la provincia de Chucuito, ubicados en la zona de frontera con Bolivia, por lo que cuando tuvo que comunicar los resultados de las negociaciones con el anterior gobierno central, no lo hizo en Puno, ni en Ilave, ni en Juli, ni en Yunguyo, que son las ciudades más importantes de la zona sur, sino en el distrito de Desaguadero, lo que revela el alcance de la base social “aymara” de dicho personaje. Igualmente, la reciente reunión “aymara” en la que se habría acordado exigir el cambio de Constitución al gobierno de Ollanta Humala, se realizó también en el mismo distrito fronterizo.
Por otro lado, tampoco existe el supuesto liderazgo único de Aduviri sobre la “nación aymara”, aunque es innegable el prestigio alcanzado por éste durante su estadía en Lima. Los líderes “aymaras” son varios y entre ellos se pueden encontrar a Hugo Llano, ex candidato al Congreso por Perú Posible y hasta hace poco jefe político de Aduviri (7), ó Milton Cariapaza de la Unión de Comunidades Aymaras, entre otros.
En todo caso, la existencia de una diversidad cultural en Puno y el país en general, requiere profundizar el conocimiento de las diversas dinámicas sociales y políticas locales, para determinar el tipo de medidas legales que deben adoptarse para garantizar el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos, sin caer en esencialismos que puedan afectar la institucionalidad democrática.
3.- Puno es separatista
De ninguna manera. Muy por el contrario, Puno es la región más articulada del sur del país y mantiene fluidas relaciones económicas con todos los departamentos que la rodean: Arequipa, Moquegua, Tacna, Cusco y ahora Madre de Dios con la culminación de la Interoceánica Sur. Como se dice, Puno tiene “sus distritos” en cada departamento colindante y son decenas de miles los puneños y puneñas que viven entre sus lugares de origen y los que los han acogido. Por supuesto, también muchos han cruzado la frontera y llegaron a Bolivia, pero aun allí, está claro que se trata de peruanos y peruanas (o peruchos, como dicen nuestros vecinos). La cercanía con Bolivia es principalmente comercial, no política, y ni siquiera los discursos más radicales proponen algún tipo de integración con dicho país.
Si bien es cierto, los dos anteriores presidentes regionales presentaron propuestas supuestamente “separatistas”: Autonomista en el caso de David Jiménez Sardón (tomando como ejemplo el movimiento Camba de Santa Cruz), y Federalista con Hernán Fuentes; tales posturas respondieron a intereses políticos particulares de ambas ex autoridades que no contaron con mayor respaldo de la población. El “separatismo” no fue sino una excusa para ocultar la ineficiencia de sus gestiones, cuando no las irregularidades en que incurrieron.
De otro lado, hay que señalar que el separatismo no va acorde con la acelerada inclusión política que se ha producido en la región desde la década de los años 90 que, en palabras de Juan Mendoza, convirtieron a Puno en la primera capital departamental con un alcalde “indio” como Gregorio Ticona (8), y que en la actualidad no sólo alcanza a la inmensa mayoría de burgomaestres de la región o el mismo Presidente Regional, sino a las diferentes instituciones públicas y privadas así como a las organizaciones sociales y políticas rurales y urbanas. Quechuas y aymaras tienen el poder político (y el económico) en el altiplano.
La identidad nacional se encuentra enraizada en Puno, y no hay mejor prueba de ello que el izamiento del pabellón nacional domingo tras domingo, en cada distrito y centro poblado. Por ello, más que hablar de separatismo, es necesario que el Estado, desde sus diferentes niveles del gobierno, tenga una presencia permanente y acorde en todo el territorio puneño.
4.- En Puno existen discursos radicales
Sí, como en otras partes del país; pero su arraigo y capital político son marginales, aunque sus integrantes sean bastante activos y busquen representar políticamente a ciertos sectores de la población, aprovechando para ello las circunstancias que rodean a algunos conflictos sociales, así como el “atractivo” que generan en los espacios mediáticos, con medios de comunicación poco informados y más interesados en el rating o las ventas (9).
El mejor ejemplo es el MOVADEF filo senderista que lanzó como candidata a la presidencia regional el año 2010, a Vasty Lescano, y a Abraham Cauna a la municipalidad provincial de Puno. Sin embargo, la votación conseguida por ambos personajes fue mínima: 8354 votos a nivel regional (1.696%), y 878 votos a nivel de la capital (0.762%)(10).
Ello no ha desalentado a este grupo político que hábilmente se involucró en las movilizaciones producidas en Puno durante este año, tal como lo demuestra el intento de Cauna de presentarse como dirigente del Frente de Defensa de Huacullani; sin embargo, cuando intentó dirigirse durante un mítin a los pobladores movilizados de los distritos sureños de Chucuito, Platería, Acora y Laraqueri, que protestaban contra la minería, fue rechazado por tener simpatías con grupos terroristas. Un caso similar ocurrió en el caso del Frente de Defensa de Inambari, opuesto a la construcción de la Hidroeléctrica del mismo nombre, que también rechazó el intento de sectores del MOVADEF de integrar dicha organización.
Por otro lado, es necesario recordar que los resultados electorales de las últimas elecciones regionales llevaron a la segunda vuelta a dos movimientos políticos bastante alejados de los discursos radicales: RAÍCES, liderado por el rector de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez de Juliaca, Juan Luque, que buscaba convertirse en una especie de “Acuña” del sur y representar a los exitosos profesionales de procedencia campesina; y AQUI, encabezado por el abogado Mauricio Rodríguez, cuya procedencia política se encuentra en la Iglesia Surandina y tuvo un discurso de centro izquierda.
La victoria de Mauricio Rodríguez como Presidente Regional pareció abrir una oportunidad para implementar una gestión auspiciosa; sin embargo, queda claro que no basta con las buenas intenciones, si es que no se cuenta con propuestas claras y concretas para atender los problemas y necesidades de la población, ni con un aparato político que permita debatir en el día a día y en todos los lugares que sea posible, a los sectores radicales que buscarán por todos los medios socavar las bases institucionales de la democracia. Por supuesto esta última tarea también corresponde a las organizaciones de la sociedad civil que no pueden dejarse arrinconar por sectores minoritarios, aunque bastante activos.
5.- Puno es anti inversión
Depende. Si se trata de inversiones mineras o de otro tipo con base en concesiones otorgadas sin previa consulta, que generan impactos sociales y ambientales insuficientemente atendidos o cuyos beneficios no son adecuadamente utilizados, la respuesta tendrá que ser afirmativa.
Sin embargo, no se puede recurrir a este argumento para explicar todos los conflictos sociales ocurridos durante los últimos tiempos y menos se puede calificar a Puno como una región “naturalmente anti inversión”(11), como lo hizo el presidente de la empresa que impulsa la construcción de la Hidroeléctrica de Inambari.
En efecto, quienes sostienen esta postura, olvidan que las grandes reivindicaciones puneñas de los últimos 40 años han sido precisamente la ejecución de grandes proyectos de inversión: la culminación de las diferentes etapas de la Hidroeléctrica de San Gabán para la generación de energía; la construcción de la carretera Interoceánica Sur que permitirá la conexión con los mercados brasileños; y la Zona Franca comercial - industrial como mecanismo para formalizar el comercio e impulsar el establecimiento de diversas industrias.
Por otro lado, corresponden a esforzadas iniciativas privadas el éxito de los cooperativistas de CECOVASA, galardonados a nivel mundial por producir el café Tunki, quienes deben superar enormes dificultades para que sus productos lleguen a los mercados internacionales. Igualmente la audacia de los comerciantes de Unicachi ha llevado a pobladores de la zona sur de la región a los mercados de Lima. Y finalmente, ¿acaso no es la ciudad de Juliaca un centro de fabricación industrial y una importante plaza de crédito de las más importantes instituciones bancarias?
Del mismo modo, el surgimiento de establecimientos hoteleros, empresas de transporte y otros negocios turísticos, casi todos ellos con capital local, se complementa con las iniciativas de sectores rurales y campesinos que, cada vez más, brindan los servicios requeridos por los visitantes. Tal vez éste podría ser un mecanismo para consolidar las futuras inversiones que lleguen a la región.
En cualquier caso, asignar un adjetivo anti inversión a una región como Puno, que depende en gran medida del esfuerzo particular de sus habitantes que incursionan en las diversas actividades económicas, expresa una mirada estrecha de lo que implica la inversión y lo privado.
Puno es una región compleja y con múltiples contradicciones. En este artículo no he pretendido negar sus problemas ni soslayar las dificultades sociales, políticas y económicas que existen para impulsar su desarrollo. Simplemente creo que, etiquetar negativamente a esta región, no sólo implica desconocimiento, sino significa perpetuar esa enorme distancia – que no es sólo geográfica – entre Lima y la última frontera.
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Notas:
Agradezco los comentarios de Alicia Abanto, Paul Chata y Patricia Quiñones
* Última Frontera es el nombre de un programa televisivo producido por el Instituto de Estudios Puneños y del Sur del Perú, que se difunde en Puno y Juliaca.
(1) Véase: http://www.larepublica.pe/02-08-2011/walter-aduviri-proxima-exigencia-sera-cambiar-la-constitucion-de-1993 y http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20110802/12/node/372806/todos/15
(2) La llegada de Plaza Vea a Juliaca generó colas y mantiene el interés de la población, a pesar de que supuestamente, los precios son más baratos en las plazas y mercados. En Puno también se espera con cierta impaciencia la construcción de un centro comercial.
(3) Véase: http://www.sbs.gob.pe/
(4) Se denomina así a las caravanas de camiones cargados con mercadería de contrabando.
(5) También se ha hablado del supuesto carácter contrabandista puneño a raíz del saqueo del local de Aduanas durante el mes de mayo del 2011; sin embargo, al parecer el ataque a dicha dependencia se produjo luego de que los manifestantes movilizados no fueron atendidos en sus solicitudes para que les otorgaran algunos víveres para su manutención en la ciudad.
(6) Hace unos años realizamos, con Aldo Santos, un acercamiento a los diferentes grupos aymaristas puneños. Véase "Aymara markasa winaypacha wiñaya", Revista Quehacer N° 166 / May-Jun, 2007. http://www.desco.org.pe/quehacer-todas.shtml?x=4553
(7) Es ampliamente conocido en Puno que Aduviri era el "segundón" de Hugo Llano hasta antes de que éste último se embarcara en la campaña electoral.
(8) Intervención en la reunión organizada por SER para tratar el conflicto en Puno. Lima, 30 de junio del 2011. Ticona fue un dirigente campesino que llegó a ser alcalde de Pilcuyo, Ilave y Puno, y posteriormente uno de los congresistas tránsfugas del Fujimontesinismo el año 2000.
(9) He tratado el rol de los medios en otros dos artículos publicados recientemente.Véase: “Echando leña al fuego: los medios de la capital y las movilizaciones en Puno” (http://www.antiprensa.pe/echando-lena-al-fuego-los-medios-de-la-capital-y-las-movilizaciones-en-puno/) y “Los aymaras están llegando…” (http://www.antiprensa.pe/los-aymaras-estan-llegando-i/)
(10) Véase: http://www.onpe.gob.pe/
(11) Tales declaraciones fueron formuladas por Evandro Miguel, en el programa “La Hora N”. Véase: http://www.youtube.com/watch?v=JNT4Ev-m8Pw
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/03/08/2011/altiplano-politico/altiplano-politico/mitos-de-la-ultima-frontera
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Espacio virtual creado realmente por Nicanor Domínguez. Dedicado a la historia del Sur-Andino peruano-boliviano.
jueves, 4 de agosto de 2011
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