Espacio virtual creado realmente por Nicanor Domínguez. Dedicado a la historia del Sur-Andino peruano-boliviano.
martes, 27 de diciembre de 2011
Carlos Franco (1939-2011)
Profundo pesar por el fallecimiento del sociólogo Carlos Franco
Obra. Destacado intelectual aportó a la comprensión de la sociedad peruana.
La República, Lima, 11 de diciembre de 2011
El reconocido sociólogo, pensador e intelectual peruano Carlos Franco falleció ayer a la edad de 72 años. Franco abordó durante su vida académica temas referidos a regimenes políticos, la reforma del Estado, la participación popular y la historia de las ideas políticas.
Entre sus obras más reconocidas destacan Acerca del modo de pensar la democracia en América Latina e Imágenes de la sociedad peruana: la otra modernidad.
A fines de la década del 60 e inicios del 70, Carlos Franco apoyó el régimen del general Juan Velasco Alvarado, según relatan sus conocidos, por su compromiso con las ansiadas reformas dentro de la sociedad peruana.
Durante el primer gobierno de Alan García, el distinguido académico se desempeñó como asesor presidencial, siempre relacionado a darle un cambio a la política económica.
En su obra, el sociólogo estuvo interesado en la participación popular dentro de la democracia y reflexionó sobre los retrocesos cíclicos políticos a partir de los cambios de regímenes en Latinoamérica.
Se desempeñó como parte del consejo editor de la publicación Socialismo y Participación, junto a Carlos Amat y León, Francisco Guerra García, Félix Jiménez, Federico Velarde y Félix Wong, siempre bajo la dirección de Héctor Béjar.
Las reacciones de su sensible fallecimiento se extendieron en redes sociales como Facebook y Twitter, en las que usuarios manifestaron su profundo pesar.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/11-12-2011/profundo-pesar-por-el-fallecimiento-del-sociologo-carlos-franco
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Carlos Franco (1939-2011)
Por Mirko Lauer
La República, Lima, 11 de diciembre de 2011
Acaba de fallecer Carlos Franco, distinguido pensador y activista de causas populares, autor de textos claves en la ciencia política latinoamericana, amigo y maestro de generaciones de políticos ubicados en la izquierda democrática. Su vida estuvo dedicada a promover por diversos medios el cambio social en el Perú.
Franco dedicó estos últimos años de su vida a un estudio sobre la naturaleza de la democracia en la historia. La preocupación era de fondo: se había pasado buena parte de su vida política explorando la posibilidad de una democracia capaz de revolucionar la sociedad peruana, o al menos de aliviar sus injusticias.
Tuvo la esperanza de que cumplidas sus reformas la dictadura velasquista (que ambos apoyamos, de lados contrarios) devolviera el poder de decisión al pueblo, mediante lo que se llamó entonces una democracia participativa. El golpe interno de 1975 reveló los límites de ese proyecto.
Diez años más tarde la victoria electoral del Apra le devolvió a Franco las esperanzas, y lo llevó a asesorar a Alan García en el intento de darle a la democracia un giro a la vez liberal en política y radical en economía. La idea de limitar el pago de una deuda externa agobiante lo entusiasmó; el resultado práctico lo llenó de dudas.
Fue por ese tiempo que empezó a profundizar dos temas centrales en su obra: el carácter del populismo en América Latina y la naturaleza de las transiciones de la dictadura a la democracia formal en el continente. Este último tema lo trató en su libro Acerca del modo de pensar la democracia en América Latina (1998).
En ambos temas sus conclusiones orbitaron en torno del carácter estructural de las trabas históricas a la participación popular. En otras palabras, que el problema de transiciones, sobre todo latinoamericanas, es que siempre llevan de vuelta al pasado, y esto porque sus actores consideran a la política una esfera independiente de la historia.
Acaso su texto más difundido en el país sea Imágenes de la sociedad peruana: la otra modernidad (1991), donde desde la sociología y la cultura define la existencia de un proyecto democrático, nacional y popular, anclado en el mestizaje poscriollo. La identidad como elemento postergado en la política siempre fue una de sus preocupaciones.
Fue Carlos Franco un hombre bondadoso y amable, un espíritu sonriente, lector enciclopédico, conversador eximio y de largo aliento, caminante infatigable. Su obligado apartamiento del mundo en estos últimos años abrumó a sus amigos, y muy temprano privó al país de uno de sus más lúcidos interlocutores.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/columnistas/observador/carlos-franco-1939-2011-11-12-2011
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Un realista desencantado
Por Martín Tanaka
La República, Lima, 25 de diciembre de 2011
En alguna conferencia hace algunos años, Carlos Franco decía que su vida había sido regida por dos grandes máximas: “un fracaso más qué importa” y “persistir en el error”. En alguno de sus últimos escritos, se refería a su “larga militancia en la internacional de los perdedores”, de la que deducía su posición política, que caracterizaba como un “realismo desencantado”. Esta mirada irónica consigo mismo se entiende a la luz de las apuestas políticas de Franco: apoyó las reformas “participativas” del gobierno de Velasco, luego el populismo tardío del primer gobierno de Alan García, luego pensó que el populismo peruano alumbraría a una modernidad popular verdaderamente nacional; finalmente, se mostraría crítico frente a la democracia como régimen, precisamente porque la configuración “criollo-occidental” del Estado le impediría superar el desafío de representar a ese mundo popular cholo-plebeyo.
Sin embargo, con el tiempo aprendimos que ninguna dictadura puede justificarse, por más progresista que se presente, que el puro voluntarismo político termina en el desastre económico, que la apuesta por la modernidad popular desembocó en la anomia y terminó siendo cooptada por el fujimorismo, cuyo carácter autoritario llevó precisamente a una revalorización de la democracia como régimen político.
Vistas así las cosas, podría pensarse que lo notable de Franco fue su integridad y honestidad política e intelectual; nunca renegó de sus apuestas, se mantuvo fiel a las mismas y asumió sus consecuencias, actitud poco común en un medio más bien habituado a las constantes mudanzas sin mayores justificaciones. Sin embargo, este criterio deja de lado sus importantes aportes intelectuales. Y es que la apuesta por Velasco es consecuencia de una mirada desencarnada de los límites de los intentos de transformación política que parten de lo social o de los actores políticos y de las instituciones convencionales en un país como el nuestro.
Su apuesta por el APRA y por el primer Alan García se fundamentó en una original lectura del marxismo y de su implantación en América Latina, y del papel de Haya y Mariátegui en la construcción de un proyecto nacional y popular, así como en una mirada crítica de la izquierda peruana, sin proyecto propio y siempre a la sombra de la acción de los caudillos (¿no suena familiar y de gran actualidad?). Finalmente, su apuesta por la modernidad popular y su desconfianza frente a la democracia como régimen no hicieron sino llamar tempranamente la atención sobre lo que hoy calificamos de “problemas de inclusión social”, y los déficits de legitimidad de nuestra precaria democracia.
De este modo, si bien las apuestas políticas de Franco terminaron en fracasos, los diagnósticos que las fundamentaron tienen absoluta vigencia y dan cuenta de una personalidad de una originalidad y agudeza excepcionales, una voz crítica muy necesaria en estos tiempos. La extrañaremos.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/columnistas/virtu-e-fortuna/un-realista-desencantado-25-12-2011
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* Foto: La República
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domingo, 20 de noviembre de 2011
Excavaciones en Sillustani (2011)
Puno: hallaron restos de un niño que datan de la época prehispánica
En una de las chullpas de Sillustani, también se encontraron osamentas de un perro y un plato de cerámica.
El Comercio, Lima, Jueves 08 de septiembre de 2011.
(Andina). Restos de un niño de la época prehispánica fueron encontrados durante los trabajos de restauración y puesta en valor financiados por el Plan Copesco en una de las chullpas (torres funerarias) del sitio arqueológico de Sillustani, informó hoy la Dirección Regional de Cultura (DRC) de Puno.
Fernando Sosa, arqueólogo supervisor de los trabajos, indicó que junto a las osamentas del niño, que habría vivido entre los años 1300 y 1400, se halló los restos de un perro, además de un plato de la cerámica.
“Este hallazgo tuvo lugar en la chullpa El Lagarto, que es el emblema del complejo arqueológico, en el lado este, donde está la puerta de acceso. Estamos ante un hallazgo destacado”, declaró a la Agencia Andina.
Las labores en la zona están a cargo del arqueólogo Eduardo Arizaca, quien informó que las osamentas del menor son delicadas, su contacto debe ser de cuidado, y recibirán un tratamiento preventivo para que no se deterioren.
NO DESCARTAN NUEVOS HALLAZGOS
Sosa no descartó la posibilidad de que aparezcan nuevos restos conforme avance la restauración y puesta en valor de las diez chullpas de Sillustani contempladas en el proyecto.
La iniciativa, que en un inicio comprende la limpieza y excavaciones en los alrededores de las chullpas, se realiza en mérito de un convenio entre el Plan Copesco, la municipalidad provincial de Puno y el Ministerio de Cultura.
El financiamiento está a cargo del Plan Copesco, con recursos transferidos a la comuna de Puno, y la supervisión es responsabilidad de la DRC de Puno, en representación del Ministerio de Cultura.
Las chullpas de Sillustani forman parte del circuito turístico arqueológico de Puno, incluso su imagen fue elegida por el Banco Central de Reserva del Perú para la colección de monedas de un nuevo sol.
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* Tomado de: http://elcomercio.pe/peru/1281666/noticia-puno-hallaron-restos-nino-que-datan-epoca-prehispanica
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Excavaciones en Sillustani revelaron restos de 44 niños sacrificados
Se realizaron cerca de la chullpa 102 del sitio arqueológico. Menores habrían muerto durante un contexto de guerra.
El Comercio, Lima, Domingo 20 de noviembre de 2011.
Las últimas excavaciones hechas en el complejo Sillustani revelan que los sacrificios humanos habrían sido comunes en el Altiplano entre los períodos intermedio tardío preínca e inca. En el sitio arqueológico, ubicado a 10 kilómetros de Puno, se han encontrado los restos de unas 200 personas, cuarenta y cuatro de las cuales son niños.
Se trata de niños y bebes de ambos sexos, cuyas edades van desde los cero hasta los tres años, que fueron enterrados en parejas dentro de cestas funerarias. Están acompañados de ofrendas de animales y objetos de cerámica como cántaros, platos, restos de comida, herramientas líticas, entre otros. Cada uno de ellos tiene sobre el pecho una piedra del material conocido como andesita, así como otras de material volcánico. Este detalle aún no puede ser explicado por los arqueólogos que trabajan en el área.
Los niños están en posición fetal. Sus rostros se dirigen hacia el este (por donde sale el sol). Todos tienen el cráneo alargado por un tratamiento previo, y algunos de ellos presentan anomalías en sus huesos, como consecuencia de defectos genéticos.
CONTEXTO DE GUERRA
Los especialistas manejan la hipótesis de que el sacrificio de los niños se dio dentro de un contexto de guerra, posiblemente durante la conquista de los collas por los incas. Ello puede deducirse de la iconografía hallada en los objetos cerámicos. En un plato, se ve a dos bandos en acciones de guerra; cada facción posee 8 o 9 guerreros que portan estandartes y armas.
La mayoría de estos hallazgos se realizaron alrededor de la recientemente descubierta chullpa 102, ubicada en el área de la chullpa Lagarto, indicó el arqueólogo Eduardo Arisaca Medina, director del proyecto de acondicionamiento turístico y puesta en valor de las chullpas del complejo arqueológico Sillustani. Dentro de esa misma chullpa, se halló el entierro de unas 20 personas. Asimismo se encontró una vivienda que habría sido quemada y un gran almacén de alimentos que contenía tres sacos de quinua.
LOS DATOS
Al 65 % de avance
Los trabajos de preservación y conservación del sitio deben finalizar el 30 de diciembre. Hasta el momento, están avanzados al 65%. Se necesitará de otro proyecto y más presupuesto para culminar los estudios.
El presupuesto
Las obras tienen un presupuesto de S/.1’465.000 y han sido gestionadas a través de un convenio entre la Municipalidad Provincial de Puno y el Plan Copesco.
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* Tomado de: http://elcomercio.pe/peru/1336544/noticia-excavaciones-sillustani-revelaron-restos-44-ninos-sacrificados
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Foto: Archivo El Comercio.
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domingo, 6 de noviembre de 2011
PERU: Inventando Tradiciones - Titicaca 2011
ANIVERSARIO 343 DE PUNO
Pareja mítica vaticinó año irregular en agricultura
La representación de Manco Cápac y Mama Ocllo es una tradición esperada
El Comercio, Lima, Domingo 6 de Noviembre del 2011
Un año irregular y de mucho cuidado para la agricultura fue el pronóstico de Manco Cápac y Mama Ocllo al concluir su travesía por la bahía de Puno en la tradicional escenificación de la leyenda que narra la salida de esa mítica pareja de las aguas del lago Titicaca para fundar el Imperio Incaico.
La actividad realizada ayer, con motivo del aniversario 343 de la ciudad de Puno, motivó que miles de pobladores se volcaran al lugar donde se representaba el mito, un paraje próximo a la Universidad Nacional del Altiplano.
Esta vez, el estadio Enrique Torres Belón, donde tradicionalmente se cumplía la escenificación, no fue el lugar del evento anual, debido a los extremos cuidados que deben tenerse con la pista y cancha sintética que ahora se han instalado ahí.
La teatralización comenzó desde la madrugada con el pago a la Cochamama (como se conoce al lago Titicaca) en las islas flotantes de los uros. Allí el yatiri (maestro espiritual) Romualdo Coila pidió a los dioses incas que la travesía de la pareja terminara sin ningún contratiempo.
Los actores que personificaron a la pareja mítica fueron Juan Carlos Supo Yana y Lucila Velásquez Llanos. Luego, empezó el viaje de ambos por el lago a las 8 a.m., en el que estuvieron acompañados por unos 200 personajes más. La escenificación se prolongó hasta después del mediodía.
SEPA MÁS
Una celebración tradicional
Honras a la madre laguna
Junto al ritual de la Pachamama, es usual hacerle un pago también al lago, la Cochamama (‘cocha’ significa laguna).
Nuevo escenario
El escenario de este año, cerca a la Universidad Nacional del Altiplano, resultó más natural, aunque era accidentado y no había espacio para la comodidad del público, que estaba acostumbrado a ubicarse en el estadio Enrique Torres Belón.
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* Tomado de: http://elcomercio.pe/impresa/notas/pareja-mitica-vaticino-ano-irregular-agricultura/20111106/1329125
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Pareja mítica vaticinó año irregular en agricultura
La representación de Manco Cápac y Mama Ocllo es una tradición esperada
El Comercio, Lima, Domingo 6 de Noviembre del 2011
Un año irregular y de mucho cuidado para la agricultura fue el pronóstico de Manco Cápac y Mama Ocllo al concluir su travesía por la bahía de Puno en la tradicional escenificación de la leyenda que narra la salida de esa mítica pareja de las aguas del lago Titicaca para fundar el Imperio Incaico.
La actividad realizada ayer, con motivo del aniversario 343 de la ciudad de Puno, motivó que miles de pobladores se volcaran al lugar donde se representaba el mito, un paraje próximo a la Universidad Nacional del Altiplano.
Esta vez, el estadio Enrique Torres Belón, donde tradicionalmente se cumplía la escenificación, no fue el lugar del evento anual, debido a los extremos cuidados que deben tenerse con la pista y cancha sintética que ahora se han instalado ahí.
La teatralización comenzó desde la madrugada con el pago a la Cochamama (como se conoce al lago Titicaca) en las islas flotantes de los uros. Allí el yatiri (maestro espiritual) Romualdo Coila pidió a los dioses incas que la travesía de la pareja terminara sin ningún contratiempo.
Los actores que personificaron a la pareja mítica fueron Juan Carlos Supo Yana y Lucila Velásquez Llanos. Luego, empezó el viaje de ambos por el lago a las 8 a.m., en el que estuvieron acompañados por unos 200 personajes más. La escenificación se prolongó hasta después del mediodía.
SEPA MÁS
Una celebración tradicional
Honras a la madre laguna
Junto al ritual de la Pachamama, es usual hacerle un pago también al lago, la Cochamama (‘cocha’ significa laguna).
Nuevo escenario
El escenario de este año, cerca a la Universidad Nacional del Altiplano, resultó más natural, aunque era accidentado y no había espacio para la comodidad del público, que estaba acostumbrado a ubicarse en el estadio Enrique Torres Belón.
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* Tomado de: http://elcomercio.pe/impresa/notas/pareja-mitica-vaticino-ano-irregular-agricultura/20111106/1329125
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PERU: Inventando Tradiciones - Titicaca 2010
Manco Cápac y Mama Ocllo surgieron de las aguas del Titicaca
Miles de turistas acudieron ayer al puerto lacustre de Puno para presenciar este acto, que se realizó con motivo del aniversario 342 de la ciudad del altiplano
Por Carlos Fernández
El Comercio, Lima, Sábado 06 de noviembre de 2010
“Este año será adecuado y habrá buena producción agrícola. Tengan confianza y siembren papa, quinua o cebada”, fue el mensaje en quechua y aimara que los émulos de Manco Cápac y Mama Ocllo dieron ayer tras emerger de las aguas del Titicaca para fundar el imperio incaico. La escenificación sobre la aparición de esta mítica pareja inca se realizó con motivo del aniversario 342 de la ciudad de Puno.
El público que se volcó al puerto lacustre para presenciar esa recreación debió soportar largas horas de un intenso sol. Nadie quiso moverse de sus ubicaciones aguardando el arribo de las balsas de totora que transportaban a los incas y su séquito, que horas antes había partido desde las islas flotantes de los uros.
Aproximadamente tres horas demoró la travesía de las cinco balsas imperiales que transportaban a Manco Cápac y Mama Ocllo junto a su comitiva. Otras 21 balsas pequeñas los acompañaban durante el recorrido por el lago navegable más alto del mundo (3.810 m.s.n.m.).
CIENTO DE ACTORES
Durante la travesía no dejaban de sonar los pututos (conchas marinas) mientras sus acompañantes lanzaban vivas de este tipo: “Jallala Mallku Cápac, kausachun Mama Ucllo” (Viva Manco Cápac, viva Mama Ocllo).
Al llegar a la orilla otro séquito aguardaba a la pareja para acompañarla en su recorrido por las calles de la ciudad puneña.
Este año, Max Santa María Coarite interpretó a Manco Cápac, mientras que Maritza Lima Chicani hizo de Mama Ocllo.
Además, unos 600 actores junto a ocho grupos de baile autóctono participaron en la escenificación organizada por la Federación Regional de Folclor y Cultura. La presidenta de esa entidad, Jenny Silva Quispe, lamentó el poco apoyo de las autoridades locales y regionales.
LOS ORGULLOSOS UROS
El alcalde del centro poblado Uros-Chulluni, Julio Vilca Lujano, quien patrocinó la escenificación proporcionando las balsas de totora, pidió que su comuna organice este acto en los próximos años.
“Los uros son pobladores originarios del lago Titicaca y, aunque no hay estudios que nos respalden, es posible que la pareja que fundó el imperio incaico haya surgido de nuestro pueblo, es por eso que pedimos organizar esta escenificación”, sostuvo Vilca Lujano.
Después de salir del lago Titicaca, Manco Cápac y su pareja fueron llevados en hombros por su séquito hacia el estadio de la Gran Unidad Escolar San Carlos, donde se desarrollaron diversos actos rituales como el tradicional pago a la tierra.
Horas antes de partir desde las islas flotantes de los uros también se cumplió con el pago a la cochamama (madre agua), a la que se le solicito permiso para la travesía por el Titicaca.
EN PUNTOS
Una escena que se repite hace 40 años
Unos S/.5 mil costaron las cinco balsas de totora y las 21 embarcaciones que trasladaron a la comitiva del mítico fundador del imperio incaico.
Pese a que esta escenificación atrae a miles de turistas, la Municipalidad Provincial de Puno no destina ningún presupuesto para esta actividad.
La escenificación de Manco Cápac y Mama Ocllo emergiendo del Titicaca se realiza desde hace 40 años.
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* Tomado de: http://elcomercio.pe/peru/664991/noticia-cronica-fotos-manco-capac-mama-ocllo-surgieron-aguas-titicaca
* Fotos en: http://elcomercio.pe/peru/664998/noticia-cientos-actores-representaron-manco-capac-mama-ocllo-puno
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Miles de turistas acudieron ayer al puerto lacustre de Puno para presenciar este acto, que se realizó con motivo del aniversario 342 de la ciudad del altiplano
Por Carlos Fernández
El Comercio, Lima, Sábado 06 de noviembre de 2010
“Este año será adecuado y habrá buena producción agrícola. Tengan confianza y siembren papa, quinua o cebada”, fue el mensaje en quechua y aimara que los émulos de Manco Cápac y Mama Ocllo dieron ayer tras emerger de las aguas del Titicaca para fundar el imperio incaico. La escenificación sobre la aparición de esta mítica pareja inca se realizó con motivo del aniversario 342 de la ciudad de Puno.
El público que se volcó al puerto lacustre para presenciar esa recreación debió soportar largas horas de un intenso sol. Nadie quiso moverse de sus ubicaciones aguardando el arribo de las balsas de totora que transportaban a los incas y su séquito, que horas antes había partido desde las islas flotantes de los uros.
Aproximadamente tres horas demoró la travesía de las cinco balsas imperiales que transportaban a Manco Cápac y Mama Ocllo junto a su comitiva. Otras 21 balsas pequeñas los acompañaban durante el recorrido por el lago navegable más alto del mundo (3.810 m.s.n.m.).
CIENTO DE ACTORES
Durante la travesía no dejaban de sonar los pututos (conchas marinas) mientras sus acompañantes lanzaban vivas de este tipo: “Jallala Mallku Cápac, kausachun Mama Ucllo” (Viva Manco Cápac, viva Mama Ocllo).
Al llegar a la orilla otro séquito aguardaba a la pareja para acompañarla en su recorrido por las calles de la ciudad puneña.
Este año, Max Santa María Coarite interpretó a Manco Cápac, mientras que Maritza Lima Chicani hizo de Mama Ocllo.
Además, unos 600 actores junto a ocho grupos de baile autóctono participaron en la escenificación organizada por la Federación Regional de Folclor y Cultura. La presidenta de esa entidad, Jenny Silva Quispe, lamentó el poco apoyo de las autoridades locales y regionales.
LOS ORGULLOSOS UROS
El alcalde del centro poblado Uros-Chulluni, Julio Vilca Lujano, quien patrocinó la escenificación proporcionando las balsas de totora, pidió que su comuna organice este acto en los próximos años.
“Los uros son pobladores originarios del lago Titicaca y, aunque no hay estudios que nos respalden, es posible que la pareja que fundó el imperio incaico haya surgido de nuestro pueblo, es por eso que pedimos organizar esta escenificación”, sostuvo Vilca Lujano.
Después de salir del lago Titicaca, Manco Cápac y su pareja fueron llevados en hombros por su séquito hacia el estadio de la Gran Unidad Escolar San Carlos, donde se desarrollaron diversos actos rituales como el tradicional pago a la tierra.
Horas antes de partir desde las islas flotantes de los uros también se cumplió con el pago a la cochamama (madre agua), a la que se le solicito permiso para la travesía por el Titicaca.
EN PUNTOS
Una escena que se repite hace 40 años
Unos S/.5 mil costaron las cinco balsas de totora y las 21 embarcaciones que trasladaron a la comitiva del mítico fundador del imperio incaico.
Pese a que esta escenificación atrae a miles de turistas, la Municipalidad Provincial de Puno no destina ningún presupuesto para esta actividad.
La escenificación de Manco Cápac y Mama Ocllo emergiendo del Titicaca se realiza desde hace 40 años.
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* Tomado de: http://elcomercio.pe/peru/664991/noticia-cronica-fotos-manco-capac-mama-ocllo-surgieron-aguas-titicaca
* Fotos en: http://elcomercio.pe/peru/664998/noticia-cientos-actores-representaron-manco-capac-mama-ocllo-puno
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viernes, 7 de octubre de 2011
PERU - Independencia y Economía (1810-1825)
La Independencia y su costo económico
La Independencia fue una pésima empresa económica. ¿El principal perjudicado? Nuestro bisoño país.
Por Juan Luis Orrego
Revista Ideele, no. 211, Lima, setiembre 2011
Antes de que se desataran las guerras de la Independencia, en la década de 1810, la economía virreinal no andaba del todo mal. Es cierto que había una crisis agrícola, sobre todo en la costa, que se arrastraba del siglo XVIII, pero la minería y el comercio pasaban por un relativo auge. Si bien las reformas borbónicas afectaron los intereses de los comerciantes limeños, éstos todavía controlaban los mercados del Perú, el Alto Perú y, en cierta medida, los de Santiago y Quito. La minería, por su parte, se había recuperado gracias a la producción de plata en los yacimientos de Cerro de Pasco (sierra central), Hualgayoc (Cajamarca) y Huantajaya (Tarapacá).
Pero esta economía aparentemente estable comenzó a desplomarse por la revolución independentista. En primer lugar, los comerciantes del Tribunal del Consulado empezaron a desfinanciarse por la cuantiosa ayuda que tuvieron que entregar a la contrarrevolución desde los tiempos del virrey Abascal; la Corona nunca devolvió los préstamos. Luego, la misma guerra destruyó muchos centros productivos como minas, obrajes y haciendas. Finalmente, la población, tanto los de mayor fortuna como los más pobres, se vio obligada a dar cupos de guerra durante los años que duró la lucha.
Como se recordará, durante este tiempo dos ejércitos —unos 20 mil hombres— transitaban por el país. Había que alimentarlos, vestirlos, armarlos y pagarles. El dinero y los productos para sostenerlos salieron de los propios peruanos. Cabe mencionar que España nunca ayudó económicamente al ejército realista. De hecho, la guerra fue una sangría económica para el Perú, una situación de la que tardaría muchos años en recuperarse.
La Independencia tuvo un costo económico muy alto para el país. La separación de España no trajo, como soñaban los liberales, el auge comercial que se esperaba por la eliminación de las restricciones mercantiles. La producción decreció; virtualmente se perdieron los antiguos mercados como el Alto Perú, Chile y Quito; el crédito escaseó, y la renta per capita tardó en recuperarse. Esta pérdida de mercados erosionó considerablemente a la agricultura costeña y a sus terratenientes. Además, la vida política, inestable y, por momentos, corrupta, no garantizaba ningún tipo de inversión.
En 1834, por ejemplo, el cónsul británico Belford A. Wilson informaba a su Gobierno lo siguiente: “Sobre la existencia de este Sistema de Soborno, yo simplemente creo que ningún funcionario público en el Perú se halla completamente exento, algunos pueden ser conquistados a menos precio que otros, pero todos, desde el último Presidente, el General Gamarra para abajo, están infectados con este vicio. La justicia en el Perú ha sido hasta ahora, y parece que continuará siendo, alcanzada tan solo por el soborno”.
El desorden era tal que ningún gobierno pudo implementar un modelo económico claro; menos un presupuesto. Los ingresos más importantes con los que podía contar eran las rentas de aduana, el tributo de los indios y los “cupos” de guerra que levantaban los caudillos. Es lógico suponer, además, que el principal gasto que debían hacer los regímenes de entonces fue el orden interno, es decir, garantizar su permanencia en el poder. El crédito externo, por último, estaba suspendido.
La crisis de la agricultura, actividad a la que se dedicaba la mayor parte de la población, se había acentuado. Muchas haciendas habían sido destruidas por las guerras y perdieron trabajadores. En la costa, por ejemplo, cientos de esclavos aprovecharon la presencia de los ejércitos libertadores y se enrolaron en la lucha bajo la promesa de conseguir su libertad. Los hacendados tuvieron que sobrevivir con solo algunos esclavos, peones libres e indios yanaconas. Por ello, los viajeros que recorrían la costa compararon su agricultura con la Venus de Milo: carecía de brazos.
Otro problema de los hacendados era la escasez de crédito. Tuvieron que depender, cuando podían, de los préstamos costosos (alrededor del 18%-24% anual comparado al 4%-6% anual de los censos durante el Virreinato) de los comerciantes usureros o prestarse entre ellos mismos. En la sierra, la agricultura, tanto para los gamonales como para las comunidades indígenas, quedó en un nivel casi de subsistencia. Todo esto demuestra que los hacendados, por su debilidad económica, no pudieron convertirse en grupo dirigente y tuvieron que cobijarse en los caudillos para defender sus intereses.
Por su lado, la minería, luego de colapsar por las guerras independentistas, se recuperó lentamente. Antes de la aparición del guano, fue el sector más importante de la economía y, al igual que en los tiempos virreinales, la plata su principal producto de exportación. Pronto se reabrieron las minas de Cerro de Pasco, Hualgayoc y otras más pequeñas en Puno y Arequipa. La producción de Cerro de Pasco era la más importante, con cerca del 70% del total nacional entre 1840 y 1843, su momento más auspicioso, cuando llegó prácticamente a igualar los niveles más altos de la producción tardío-colonial. Pero, al igual que los agricultores, los mineros tuvieron que sufrir el problema de la escasez de capital. No hubo, como en el Virreinato, “bancos de rescate” (instituciones de crédito a largo plazo formadas con protección estatal y administrados por el gremio minero) que apoyaran a las minas. Tuvieron que depender del crédito usurero de los comerciantes. Pero los mineros solo recibían crédito a corto plazo de los prestamistas de Lima, y únicamente para la comercialización del mineral. La inversión a largo plazo en la minería no era parte de las actividades financiadas por los comerciantes. Dicha inversión era esencialmente autofinanciada por los mineros.
Otro problema fue el suministro de mercurio, insumo básico para la purificación de la plata: a partir de 1830 tuvo que ser importado de España, porque las minas de Huancavelica habían cerrado. Esto encarecía aun más los costos de producción. Los mineros también tuvieron que recurrir a los militares para defender sus intereses y se vieron obligados sistemáticamente a dar cupos de guerra.
Los comerciantes, básicamente los de origen extranjero, fueron los únicos que gozaron de una situación relativamente cómoda. En un inicio, los traficantes británicos aprovecharon la Independencia e inundaron el mercado peruano con sus mercancías. Pero hacia 1825 y 1827 el mercado se saturó y las importaciones se estancaron. Los británicos perdieron cerca de un millón de libras esterlinas en su primera aventura con el mercado peruano. Muchos se desalentaron y quebraron. Solo las casas comerciales con experiencia y solidez previas, como la Casa Gibbs & Sons, instalada desde antes de la Independencia (1818), subsistieron.
Las cifras que conocemos nos indican que en 1824 había solo 240 ingleses residentes en Lima, 20 casas comerciales de esa nacionalidad en la capital y 16 en Arequipa. Estos números se redujeron en los próximos años. Los pocos comerciantes que se quedaron se beneficiaron de la importación de artículos de lujo y, sobre todo, prestando dinero, con altos intereses, a los mineros, a los hacendados y al propio Estado. Entre 1830 y 1860, por ejemplo, tuvieron los mejores ingresos, pues sus ganancias se incrementaron entre un 50% y un 60%.
Por último, si hablamos de regiones, solo Arequipa y la sierra sur tuvieron una economía expectante. Allá, comerciantes nativos y extranjeros, terratenientes y ganaderos, lograron establecer una economía regional sólida gracias a la exportación de lana de oveja y de auquénidos al mercado británico por el puerto de Islay. El control de este capital mercantil le dio a la élite arequipeña una importante capacidad económica y política. No en vano muchas de las luchas entre los caudillos se resolvían en los alrededores de la Ciudad Blanca. Por ello, esta región y su élite se desarrollaron independientemente y, con frecuencia, en oposición a Lima. Esto explica el apoyo de Arequipa a la Confederación Perú-Boliviana, proyecto que ampliaba su mercado y su influencia política.
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* Tomado de: http://www.revistaideele.com/content/la-independencia-y-su-costo-econ%C3%B3mico
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Independencia sí, Revolución no
Por Carlos Contreras Carranza
*El autor es profesor del Departamento de Economía de la PUCP.
Revista Ideele, no. 212, Lima, octubre 2011
Con el ánimo de despertar un debate que atraiga el interés sobre el próximo bicentenario de la Independencia, quisiera discutir algunos planteamientos del artículo que mi colega Juan Luis Orrego publicó en la Revista Ideele recientemente.
De modo sucinto, él propone que la independencia fue un mal negocio para el Perú, porque la conmoción política que significó trajo abajo el proceso de crecimiento económico que se venía dando, así como desarticuló el mercado sudamericano que la economía peruana había venido abasteciendo.
Sin duda, los hechos que reseña son casi todos ciertos: la minería de metales preciosos declinó después de 1821, como casi todas las actividades productivas y comerciales, y en vez de los mercaderes peninsulares y los virreyes se instalaron los comerciantes ingleses y unos gobiernos corruptos que hicieron extrañar a muchos el tiempo de la dominación ibérica.
Primero, hay una cuestión de cronología que discutir: la crisis de la producción minera y del comercio, que parecieran ser los elementos gravitantes del conjunto de la economía del virreinato peruano en esa época, no “comenzó a desplomarse por la revolución independentista”, como plantea el artículo. Esta decadencia comenzó antes, aproximadamente hacia 1800; vale decir, una década antes de que comenzaran los desórdenes políticos y militares que culminaron finalmente en la independencia de los dominios hispanoamericanos. Los trabajos de Alfonso Quiroz, John Fisher, Kendall Brown, John TePaske y los míos han precisado que el largo ciclo de crecimiento económico iniciado hacia mediados del siglo XVIII terminó hacia el cambio de centuria.
No son claras las razones de este bache; se proponen causas como la excesiva presión fiscal impuesta por la Corona española, que requisó el ahorro y desalentó los esfuerzos de los empresarios, o la falta de capitales que impulsasen el cambio técnico que necesitaban las minas y la producción agropecuaria. No había bancos en la época, y el dominio español impedía la llegada de inversión de otras naciones. El hecho es que la guerra de independencia comenzó sobre una economía ya decadente, sin haber sido ella la causa de su decadencia. Sin duda, sí contribuyó a desmoronar lo que tras diez años de estancamiento había quedado debilitado.
Segundo, y, creo, lo más importante: toda revolución política genera en el corto plazo efectos económicos adversos. Los inversionistas se asustan, los empresarios enfrentan todo tipo de dificultades y los trabajadores resultan reclutados por las luchas sociales o militares, con lo que se desvían los recursos de la producción. Los ejércitos de la coyuntura de la Independencia de uno y otro lado fueron, como afirma Orrego, fuerzas depredadoras que arrasaron con las mulas, provisiones, pólvora y bastimentos de las haciendas, pueblos y asientos mineros por donde pasaban. Pero estos efectos negativos suelen ser compensados en el largo plazo con el cambio político que la revolución trae consigo, de modo que el balance económico que al final dejan las revoluciones en la historia (no todas, por cierto) ha sido positivo.
La propiedad de la tierra, de las minas, de los negocios y del capital suele cambiar de manos. La idea es que dejen de ser de la clase rentista o de la élite más tradicional y pasen a las de una nueva, más emprendedora y preparada para encarar las reformas que permitan un nuevo impulso y crecimiento de la producción.
La tragedia de la independencia en el Perú es que este cambio político no sucedió. Las haciendas, los esclavos y las minas cambiaron de manos, pero no de espíritu ni de hábitos. Salieron de las manos de comerciantes y empresarios “chapetones” y fidelistas, para entregarse a las de generales y caudillos criollos y mestizos (que, en varios casos, eran “patriotas a la derniere”), sin que se alterase la estructura social del país. Éstos ocuparon el lugar de aquéllos, sin que su preparación o su motivación ofreciesen un mejor desempeño económico. La esclavitud se mantuvo por treinta años más, los latifundios y las minas no cambiaron su método de producción, y si no fuera por el hallazgo del guano, probablemente la República se hubiese desintegrado en un Perú del norte y uno del sur.
No es que la Independencia haya sido un error, como podría colegir alguien del artículo de Orrego, sino que su complemento necesario para que cobrase un significado económico positivo, la revolución social, no ocurrió. Tal vez el fracaso de esta revolución tenga que ver con lo que Heraclio Bonilla y Karen Spalding llamaron hace cuarenta años “la independencia concedida”. No hubo en el Perú una élite nacional con la autoridad moral y la capacidad económica y organizativa para encabezar la ruptura con el poder colonial y fundar la nueva nación, de modo que la separación del imperio español tuvo que ocurrir, en el caso del Perú, en paquete con todo el continente. Pero como decían Flores-Galindo, los estudios de Carmen McEvoy y Cecilia Méndez (en el título de uno de cuyos trabajos me inspiro para titular este comentario) y otros colegas vienen refrendando, en la propia coyuntura de la guerra de independencia —que fue bastante larga— hubo oportunidad para que brotasen nuevas ideas políticas y alianzas sociales que habrían permitido que ese pecado de origen quedase al final como una anécdota.
Otra habría sido la solución a la chilena: romper con España pero dejando a todos los españoles dentro; vale decir, sin expulsar a la élite económica ni requisar sus negocios. Sin duda, el resultado económico hubiera sido mejor que el que tuvimos. Al final el Perú, como colectividad, tomó la peor de las soluciones: cargar con los costos de la conmoción política sin cobrar sus beneficios.
Ahondar en el estudio de la guerra misma, en todas sus dimensiones, contribuirá seguramente a entender por qué el cambio social, que en un momento pareció inminente y hasta radical, no se produjo, o se enrumbó por caminos que no favorecieron la integración social y el mejoramiento de la economía.
De momento cabe agradecer a Juan Luis Orrego por haber propuesto un texto provocador y reflexivo.
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* Tomado de: http://www.revistaideele.com/content/independencia-s%C3%AD-revoluci%C3%B3n-no
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La Independencia fue una pésima empresa económica. ¿El principal perjudicado? Nuestro bisoño país.
Por Juan Luis Orrego
Revista Ideele, no. 211, Lima, setiembre 2011
Antes de que se desataran las guerras de la Independencia, en la década de 1810, la economía virreinal no andaba del todo mal. Es cierto que había una crisis agrícola, sobre todo en la costa, que se arrastraba del siglo XVIII, pero la minería y el comercio pasaban por un relativo auge. Si bien las reformas borbónicas afectaron los intereses de los comerciantes limeños, éstos todavía controlaban los mercados del Perú, el Alto Perú y, en cierta medida, los de Santiago y Quito. La minería, por su parte, se había recuperado gracias a la producción de plata en los yacimientos de Cerro de Pasco (sierra central), Hualgayoc (Cajamarca) y Huantajaya (Tarapacá).
Pero esta economía aparentemente estable comenzó a desplomarse por la revolución independentista. En primer lugar, los comerciantes del Tribunal del Consulado empezaron a desfinanciarse por la cuantiosa ayuda que tuvieron que entregar a la contrarrevolución desde los tiempos del virrey Abascal; la Corona nunca devolvió los préstamos. Luego, la misma guerra destruyó muchos centros productivos como minas, obrajes y haciendas. Finalmente, la población, tanto los de mayor fortuna como los más pobres, se vio obligada a dar cupos de guerra durante los años que duró la lucha.
Como se recordará, durante este tiempo dos ejércitos —unos 20 mil hombres— transitaban por el país. Había que alimentarlos, vestirlos, armarlos y pagarles. El dinero y los productos para sostenerlos salieron de los propios peruanos. Cabe mencionar que España nunca ayudó económicamente al ejército realista. De hecho, la guerra fue una sangría económica para el Perú, una situación de la que tardaría muchos años en recuperarse.
La Independencia tuvo un costo económico muy alto para el país. La separación de España no trajo, como soñaban los liberales, el auge comercial que se esperaba por la eliminación de las restricciones mercantiles. La producción decreció; virtualmente se perdieron los antiguos mercados como el Alto Perú, Chile y Quito; el crédito escaseó, y la renta per capita tardó en recuperarse. Esta pérdida de mercados erosionó considerablemente a la agricultura costeña y a sus terratenientes. Además, la vida política, inestable y, por momentos, corrupta, no garantizaba ningún tipo de inversión.
En 1834, por ejemplo, el cónsul británico Belford A. Wilson informaba a su Gobierno lo siguiente: “Sobre la existencia de este Sistema de Soborno, yo simplemente creo que ningún funcionario público en el Perú se halla completamente exento, algunos pueden ser conquistados a menos precio que otros, pero todos, desde el último Presidente, el General Gamarra para abajo, están infectados con este vicio. La justicia en el Perú ha sido hasta ahora, y parece que continuará siendo, alcanzada tan solo por el soborno”.
El desorden era tal que ningún gobierno pudo implementar un modelo económico claro; menos un presupuesto. Los ingresos más importantes con los que podía contar eran las rentas de aduana, el tributo de los indios y los “cupos” de guerra que levantaban los caudillos. Es lógico suponer, además, que el principal gasto que debían hacer los regímenes de entonces fue el orden interno, es decir, garantizar su permanencia en el poder. El crédito externo, por último, estaba suspendido.
La crisis de la agricultura, actividad a la que se dedicaba la mayor parte de la población, se había acentuado. Muchas haciendas habían sido destruidas por las guerras y perdieron trabajadores. En la costa, por ejemplo, cientos de esclavos aprovecharon la presencia de los ejércitos libertadores y se enrolaron en la lucha bajo la promesa de conseguir su libertad. Los hacendados tuvieron que sobrevivir con solo algunos esclavos, peones libres e indios yanaconas. Por ello, los viajeros que recorrían la costa compararon su agricultura con la Venus de Milo: carecía de brazos.
Otro problema de los hacendados era la escasez de crédito. Tuvieron que depender, cuando podían, de los préstamos costosos (alrededor del 18%-24% anual comparado al 4%-6% anual de los censos durante el Virreinato) de los comerciantes usureros o prestarse entre ellos mismos. En la sierra, la agricultura, tanto para los gamonales como para las comunidades indígenas, quedó en un nivel casi de subsistencia. Todo esto demuestra que los hacendados, por su debilidad económica, no pudieron convertirse en grupo dirigente y tuvieron que cobijarse en los caudillos para defender sus intereses.
Por su lado, la minería, luego de colapsar por las guerras independentistas, se recuperó lentamente. Antes de la aparición del guano, fue el sector más importante de la economía y, al igual que en los tiempos virreinales, la plata su principal producto de exportación. Pronto se reabrieron las minas de Cerro de Pasco, Hualgayoc y otras más pequeñas en Puno y Arequipa. La producción de Cerro de Pasco era la más importante, con cerca del 70% del total nacional entre 1840 y 1843, su momento más auspicioso, cuando llegó prácticamente a igualar los niveles más altos de la producción tardío-colonial. Pero, al igual que los agricultores, los mineros tuvieron que sufrir el problema de la escasez de capital. No hubo, como en el Virreinato, “bancos de rescate” (instituciones de crédito a largo plazo formadas con protección estatal y administrados por el gremio minero) que apoyaran a las minas. Tuvieron que depender del crédito usurero de los comerciantes. Pero los mineros solo recibían crédito a corto plazo de los prestamistas de Lima, y únicamente para la comercialización del mineral. La inversión a largo plazo en la minería no era parte de las actividades financiadas por los comerciantes. Dicha inversión era esencialmente autofinanciada por los mineros.
Otro problema fue el suministro de mercurio, insumo básico para la purificación de la plata: a partir de 1830 tuvo que ser importado de España, porque las minas de Huancavelica habían cerrado. Esto encarecía aun más los costos de producción. Los mineros también tuvieron que recurrir a los militares para defender sus intereses y se vieron obligados sistemáticamente a dar cupos de guerra.
Los comerciantes, básicamente los de origen extranjero, fueron los únicos que gozaron de una situación relativamente cómoda. En un inicio, los traficantes británicos aprovecharon la Independencia e inundaron el mercado peruano con sus mercancías. Pero hacia 1825 y 1827 el mercado se saturó y las importaciones se estancaron. Los británicos perdieron cerca de un millón de libras esterlinas en su primera aventura con el mercado peruano. Muchos se desalentaron y quebraron. Solo las casas comerciales con experiencia y solidez previas, como la Casa Gibbs & Sons, instalada desde antes de la Independencia (1818), subsistieron.
Las cifras que conocemos nos indican que en 1824 había solo 240 ingleses residentes en Lima, 20 casas comerciales de esa nacionalidad en la capital y 16 en Arequipa. Estos números se redujeron en los próximos años. Los pocos comerciantes que se quedaron se beneficiaron de la importación de artículos de lujo y, sobre todo, prestando dinero, con altos intereses, a los mineros, a los hacendados y al propio Estado. Entre 1830 y 1860, por ejemplo, tuvieron los mejores ingresos, pues sus ganancias se incrementaron entre un 50% y un 60%.
Por último, si hablamos de regiones, solo Arequipa y la sierra sur tuvieron una economía expectante. Allá, comerciantes nativos y extranjeros, terratenientes y ganaderos, lograron establecer una economía regional sólida gracias a la exportación de lana de oveja y de auquénidos al mercado británico por el puerto de Islay. El control de este capital mercantil le dio a la élite arequipeña una importante capacidad económica y política. No en vano muchas de las luchas entre los caudillos se resolvían en los alrededores de la Ciudad Blanca. Por ello, esta región y su élite se desarrollaron independientemente y, con frecuencia, en oposición a Lima. Esto explica el apoyo de Arequipa a la Confederación Perú-Boliviana, proyecto que ampliaba su mercado y su influencia política.
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* Tomado de: http://www.revistaideele.com/content/la-independencia-y-su-costo-econ%C3%B3mico
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Independencia sí, Revolución no
Por Carlos Contreras Carranza
*El autor es profesor del Departamento de Economía de la PUCP.
Revista Ideele, no. 212, Lima, octubre 2011
Con el ánimo de despertar un debate que atraiga el interés sobre el próximo bicentenario de la Independencia, quisiera discutir algunos planteamientos del artículo que mi colega Juan Luis Orrego publicó en la Revista Ideele recientemente.
De modo sucinto, él propone que la independencia fue un mal negocio para el Perú, porque la conmoción política que significó trajo abajo el proceso de crecimiento económico que se venía dando, así como desarticuló el mercado sudamericano que la economía peruana había venido abasteciendo.
Sin duda, los hechos que reseña son casi todos ciertos: la minería de metales preciosos declinó después de 1821, como casi todas las actividades productivas y comerciales, y en vez de los mercaderes peninsulares y los virreyes se instalaron los comerciantes ingleses y unos gobiernos corruptos que hicieron extrañar a muchos el tiempo de la dominación ibérica.
Primero, hay una cuestión de cronología que discutir: la crisis de la producción minera y del comercio, que parecieran ser los elementos gravitantes del conjunto de la economía del virreinato peruano en esa época, no “comenzó a desplomarse por la revolución independentista”, como plantea el artículo. Esta decadencia comenzó antes, aproximadamente hacia 1800; vale decir, una década antes de que comenzaran los desórdenes políticos y militares que culminaron finalmente en la independencia de los dominios hispanoamericanos. Los trabajos de Alfonso Quiroz, John Fisher, Kendall Brown, John TePaske y los míos han precisado que el largo ciclo de crecimiento económico iniciado hacia mediados del siglo XVIII terminó hacia el cambio de centuria.
No son claras las razones de este bache; se proponen causas como la excesiva presión fiscal impuesta por la Corona española, que requisó el ahorro y desalentó los esfuerzos de los empresarios, o la falta de capitales que impulsasen el cambio técnico que necesitaban las minas y la producción agropecuaria. No había bancos en la época, y el dominio español impedía la llegada de inversión de otras naciones. El hecho es que la guerra de independencia comenzó sobre una economía ya decadente, sin haber sido ella la causa de su decadencia. Sin duda, sí contribuyó a desmoronar lo que tras diez años de estancamiento había quedado debilitado.
Segundo, y, creo, lo más importante: toda revolución política genera en el corto plazo efectos económicos adversos. Los inversionistas se asustan, los empresarios enfrentan todo tipo de dificultades y los trabajadores resultan reclutados por las luchas sociales o militares, con lo que se desvían los recursos de la producción. Los ejércitos de la coyuntura de la Independencia de uno y otro lado fueron, como afirma Orrego, fuerzas depredadoras que arrasaron con las mulas, provisiones, pólvora y bastimentos de las haciendas, pueblos y asientos mineros por donde pasaban. Pero estos efectos negativos suelen ser compensados en el largo plazo con el cambio político que la revolución trae consigo, de modo que el balance económico que al final dejan las revoluciones en la historia (no todas, por cierto) ha sido positivo.
La propiedad de la tierra, de las minas, de los negocios y del capital suele cambiar de manos. La idea es que dejen de ser de la clase rentista o de la élite más tradicional y pasen a las de una nueva, más emprendedora y preparada para encarar las reformas que permitan un nuevo impulso y crecimiento de la producción.
La tragedia de la independencia en el Perú es que este cambio político no sucedió. Las haciendas, los esclavos y las minas cambiaron de manos, pero no de espíritu ni de hábitos. Salieron de las manos de comerciantes y empresarios “chapetones” y fidelistas, para entregarse a las de generales y caudillos criollos y mestizos (que, en varios casos, eran “patriotas a la derniere”), sin que se alterase la estructura social del país. Éstos ocuparon el lugar de aquéllos, sin que su preparación o su motivación ofreciesen un mejor desempeño económico. La esclavitud se mantuvo por treinta años más, los latifundios y las minas no cambiaron su método de producción, y si no fuera por el hallazgo del guano, probablemente la República se hubiese desintegrado en un Perú del norte y uno del sur.
No es que la Independencia haya sido un error, como podría colegir alguien del artículo de Orrego, sino que su complemento necesario para que cobrase un significado económico positivo, la revolución social, no ocurrió. Tal vez el fracaso de esta revolución tenga que ver con lo que Heraclio Bonilla y Karen Spalding llamaron hace cuarenta años “la independencia concedida”. No hubo en el Perú una élite nacional con la autoridad moral y la capacidad económica y organizativa para encabezar la ruptura con el poder colonial y fundar la nueva nación, de modo que la separación del imperio español tuvo que ocurrir, en el caso del Perú, en paquete con todo el continente. Pero como decían Flores-Galindo, los estudios de Carmen McEvoy y Cecilia Méndez (en el título de uno de cuyos trabajos me inspiro para titular este comentario) y otros colegas vienen refrendando, en la propia coyuntura de la guerra de independencia —que fue bastante larga— hubo oportunidad para que brotasen nuevas ideas políticas y alianzas sociales que habrían permitido que ese pecado de origen quedase al final como una anécdota.
Otra habría sido la solución a la chilena: romper con España pero dejando a todos los españoles dentro; vale decir, sin expulsar a la élite económica ni requisar sus negocios. Sin duda, el resultado económico hubiera sido mejor que el que tuvimos. Al final el Perú, como colectividad, tomó la peor de las soluciones: cargar con los costos de la conmoción política sin cobrar sus beneficios.
Ahondar en el estudio de la guerra misma, en todas sus dimensiones, contribuirá seguramente a entender por qué el cambio social, que en un momento pareció inminente y hasta radical, no se produjo, o se enrumbó por caminos que no favorecieron la integración social y el mejoramiento de la economía.
De momento cabe agradecer a Juan Luis Orrego por haber propuesto un texto provocador y reflexivo.
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* Tomado de: http://www.revistaideele.com/content/independencia-s%C3%AD-revoluci%C3%B3n-no
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martes, 27 de setiembre de 2011
PERU: Inventando tradiciones Mochicas (2011)
Representan un ritual mochica en Trujillo
La Republica, Lima, domingo 5 de junio, 2011
VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=fuBPARyz-KQ
Un grupo teatral realizó la representación de un ritual moche en la Plaza de Armas de Trujillo, denominada "La Gesta del Guerrero Moche".
El evento, que estuvo a cargo de Sonia Rodríguez, quien hizo las veces de sacerdotisa, es la representación de Aia Apaec o "dios degollador".
La ceremonia se inicia con la evocación del pasado por parte de los pututeros. Luego ingresa el séquito acompañado del jefe supremo de los moches junto a su séquito de guerreros.
Junto a él llega el sacerdote moche. También aparecen los sonajeros, tras lo cual el religioso moche 'limpia' el lugar donde se desarrollará el ritual.
La representación se basa en la historia de la Huaca de la Luna, un templo ceremonial donde se realizaban sacrificios humanos para mantener la jerarquía entre los moches y la fertilidad de la tierra.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/05-06-2011/representan-un-ritual-mochica-en-trujillo
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La Republica, Lima, domingo 5 de junio, 2011
VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=fuBPARyz-KQ
Un grupo teatral realizó la representación de un ritual moche en la Plaza de Armas de Trujillo, denominada "La Gesta del Guerrero Moche".
El evento, que estuvo a cargo de Sonia Rodríguez, quien hizo las veces de sacerdotisa, es la representación de Aia Apaec o "dios degollador".
La ceremonia se inicia con la evocación del pasado por parte de los pututeros. Luego ingresa el séquito acompañado del jefe supremo de los moches junto a su séquito de guerreros.
Junto a él llega el sacerdote moche. También aparecen los sonajeros, tras lo cual el religioso moche 'limpia' el lugar donde se desarrollará el ritual.
La representación se basa en la historia de la Huaca de la Luna, un templo ceremonial donde se realizaban sacrificios humanos para mantener la jerarquía entre los moches y la fertilidad de la tierra.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/05-06-2011/representan-un-ritual-mochica-en-trujillo
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sábado, 17 de setiembre de 2011
PERU 2011 - Autopercepción e indianidad
Ser indígena es algo relativo
Por Rodrigo Barrenechea
Noticias SER, 14/09/2011
Hace 25 años Jorge Parodi publicó el célebre libro Ser obrero es algo relativo, un trabajo que investigaba las causas de la erosión de la identidad obrera entre trabajadores industriales de Lima durante los años ochenta. Parodi encontró en su investigación a obreros metalúrgicos ansiosos por abandonar su condición de asalariados y convertirse en independientes informales, lo que hablaba de una identidad más fluida que la que sugerían los conceptos de “clase obrera” y “proletariado”. Con el libro en la mano, uno de mis más recordados profesores de sociología, Guillermo Rochabrún, nos decía en una clase: “lo importante de las identidades es ante quién se ejercen y para qué fines”. ¿Qué significa esta frase y a qué viene este recuerdo ahora?
Hace pocos días se aprobó la Ley de Consulta Previa que, desarrollando el convenio 169 de la OIT, establece que el Estado debe desarrollar mecanismos de consulta a los pueblos indígenas cuando este quiera adoptar alguna medida legislativa o administrativa que potencialmente los afecte directamente. La medida contó con amplio consenso político y se convirtió en una reivindicación simbólica de la oposición frente al gobierno pasado, que sin duda no podrá librarse del recuerdo de los sucesos del 5 de julio en Bagua. Aprobada la ley, queda preguntarse ¿quiénes son los indígenas en el Perú?
La pregunta puede parecer ociosa, pero no lo es. El Perú ha sido tradicionalmente conocido a nivel nacional e internacional como una de las raras excepciones en los países andinos por la ausencia de un movimiento indígena políticamente importante. En su reemplazo se encontraban la comunidad como institución y el campesino como actor, ambos asociados al imaginario clasista. Hasta hace muy poco las banderas indígenas eran levantadas por grupos más bien pequeños y aislados, algunos de ellos ubicados en la Amazonía y otros conformados por intelectuales provincianos en la sierra, ambos con poco éxito político. Lo indígena no era particularmente atractivo desde el punto de vista electoral ni como plataforma para relacionarse con el Estado.
¿Se debe esto a la relativa ausencia de población indígena en el país? El Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina (PERLA), dirigido por el profesor Edward Telles de la Universidad de Princeton, presentó la semana pasada en la PUCP una encuesta sobre identidad étnica realizada en el Perú. Si observamos algunas de sus cifras, encontramos que en el país apenas un 5% de la población se auto identifica como indígena. Ello pese a que existe un 23% que dice tener prácticas y costumbres definidas como tales, y un 40% que reconoce tener ascendencia indígena. Por tanto, la “base potencial” de indígenas en el Perú es muy grande, pero la auto identificación como tal, que es la fundamental para la acción política, es muy reducida.
Las razones de esta escasa voluntad por reconocerse como indígenas se encuentran en el status inferior que estos ocupan en el imaginario nacional, con las consecuentes prácticas discriminatorias que de ello se desprenden. De hecho, esa misma encuesta registra que el 30% de los considerados indígenas pensaban que alguna vez habían sido discriminados por su color de piel y un 31% por su idioma o acento. Y es que en el Perú identificarse como indígena constituye la mayor parte de las veces un pasivo antes que un activo si se desea alcanzar la mayor cantidad de oportunidades posibles para una vida plena. Ser indígena, todavía, cierra más puertas de las que abre.
Sin embargo, esta situación puede cambiar en muchas partes del país en el futuro próximo a raíz de la reciente aprobación de la Ley de Consulta Previa. Del mismo modo en que los obreros de Parodi dejaron de participar del sindicato cuando ello les dejó de proporcionaba perspectivas de mejora salarial y estabilidad laboral, muchas comunidades campesinas que hoy guardan la identidad indígena en estado de latencia podrán mañana hacer uso de ella si ello significa un activo en sus relaciones con empresas privadas y con el propio Estado. En aquellos espacios en los que el Estado brilla por su ausencia, apelar a la identidad indígena y a la ley de consulta obligará a que este se haga presente, y otorgará mayor poder y margen de negociación a grupos que busquen mayores beneficios materiales para sus localidades como contraparte para alcanzar un acuerdo.
La ley, por lo tanto, significará una modificación importante en los términos en los que proyectos extractivos y de otra índole se negocian con potenciales afectados, pero también será un impulso para sacar lo indígena del baúl en muchos territorios. En efecto, lo importante de las identidades es ante quién se ejercen y con qué fines. Lo que no pudieron hacer varias décadas de activismo de aquellos grupos que buscaban revalorar lo indígena como plataforma social y política, lo puede llegar a lograr el Estado con una política pública. Más poder para quienes tenían muy poco y más desafíos para el nuevo gobierno.
- - - -
* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/14/09/2011/espacio-libre/ser-indigena-es-algo-relativo
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Por Rodrigo Barrenechea
Noticias SER, 14/09/2011
Hace 25 años Jorge Parodi publicó el célebre libro Ser obrero es algo relativo, un trabajo que investigaba las causas de la erosión de la identidad obrera entre trabajadores industriales de Lima durante los años ochenta. Parodi encontró en su investigación a obreros metalúrgicos ansiosos por abandonar su condición de asalariados y convertirse en independientes informales, lo que hablaba de una identidad más fluida que la que sugerían los conceptos de “clase obrera” y “proletariado”. Con el libro en la mano, uno de mis más recordados profesores de sociología, Guillermo Rochabrún, nos decía en una clase: “lo importante de las identidades es ante quién se ejercen y para qué fines”. ¿Qué significa esta frase y a qué viene este recuerdo ahora?
Hace pocos días se aprobó la Ley de Consulta Previa que, desarrollando el convenio 169 de la OIT, establece que el Estado debe desarrollar mecanismos de consulta a los pueblos indígenas cuando este quiera adoptar alguna medida legislativa o administrativa que potencialmente los afecte directamente. La medida contó con amplio consenso político y se convirtió en una reivindicación simbólica de la oposición frente al gobierno pasado, que sin duda no podrá librarse del recuerdo de los sucesos del 5 de julio en Bagua. Aprobada la ley, queda preguntarse ¿quiénes son los indígenas en el Perú?
La pregunta puede parecer ociosa, pero no lo es. El Perú ha sido tradicionalmente conocido a nivel nacional e internacional como una de las raras excepciones en los países andinos por la ausencia de un movimiento indígena políticamente importante. En su reemplazo se encontraban la comunidad como institución y el campesino como actor, ambos asociados al imaginario clasista. Hasta hace muy poco las banderas indígenas eran levantadas por grupos más bien pequeños y aislados, algunos de ellos ubicados en la Amazonía y otros conformados por intelectuales provincianos en la sierra, ambos con poco éxito político. Lo indígena no era particularmente atractivo desde el punto de vista electoral ni como plataforma para relacionarse con el Estado.
¿Se debe esto a la relativa ausencia de población indígena en el país? El Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina (PERLA), dirigido por el profesor Edward Telles de la Universidad de Princeton, presentó la semana pasada en la PUCP una encuesta sobre identidad étnica realizada en el Perú. Si observamos algunas de sus cifras, encontramos que en el país apenas un 5% de la población se auto identifica como indígena. Ello pese a que existe un 23% que dice tener prácticas y costumbres definidas como tales, y un 40% que reconoce tener ascendencia indígena. Por tanto, la “base potencial” de indígenas en el Perú es muy grande, pero la auto identificación como tal, que es la fundamental para la acción política, es muy reducida.
Las razones de esta escasa voluntad por reconocerse como indígenas se encuentran en el status inferior que estos ocupan en el imaginario nacional, con las consecuentes prácticas discriminatorias que de ello se desprenden. De hecho, esa misma encuesta registra que el 30% de los considerados indígenas pensaban que alguna vez habían sido discriminados por su color de piel y un 31% por su idioma o acento. Y es que en el Perú identificarse como indígena constituye la mayor parte de las veces un pasivo antes que un activo si se desea alcanzar la mayor cantidad de oportunidades posibles para una vida plena. Ser indígena, todavía, cierra más puertas de las que abre.
Sin embargo, esta situación puede cambiar en muchas partes del país en el futuro próximo a raíz de la reciente aprobación de la Ley de Consulta Previa. Del mismo modo en que los obreros de Parodi dejaron de participar del sindicato cuando ello les dejó de proporcionaba perspectivas de mejora salarial y estabilidad laboral, muchas comunidades campesinas que hoy guardan la identidad indígena en estado de latencia podrán mañana hacer uso de ella si ello significa un activo en sus relaciones con empresas privadas y con el propio Estado. En aquellos espacios en los que el Estado brilla por su ausencia, apelar a la identidad indígena y a la ley de consulta obligará a que este se haga presente, y otorgará mayor poder y margen de negociación a grupos que busquen mayores beneficios materiales para sus localidades como contraparte para alcanzar un acuerdo.
La ley, por lo tanto, significará una modificación importante en los términos en los que proyectos extractivos y de otra índole se negocian con potenciales afectados, pero también será un impulso para sacar lo indígena del baúl en muchos territorios. En efecto, lo importante de las identidades es ante quién se ejercen y con qué fines. Lo que no pudieron hacer varias décadas de activismo de aquellos grupos que buscaban revalorar lo indígena como plataforma social y política, lo puede llegar a lograr el Estado con una política pública. Más poder para quienes tenían muy poco y más desafíos para el nuevo gobierno.
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/14/09/2011/espacio-libre/ser-indigena-es-algo-relativo
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jueves, 4 de agosto de 2011
PUNO - Problemas y posibilidades
La Última Frontera
Por Paulo Vilca
Noticias SER, 25/07/2011
Aymaras, quechuas, contrabandistas, narcotraficantes, mineros informales, senderistas, ponchos rojos, etcétera. Con estos y otros adjetivos, Puno llegó a la capital del país, en horario estelar y monopolizando las portadas de los diarios, ratificando de paso esa histórica visión del altiplano como la última frontera.
A tono con tales expresiones, los nombres de Walter Aduviri y Martha Giraldo, se convirtieron en los referentes mediáticos para explicar y entender todo lo que ocurre en una región de 13 provincias, 109 distritos, 1200 comunidades campesinas, alrededor de 300 municipalidades de centro poblado y una población de poco más de 1 millón doscientas mil personas.
Lo cierto es que, a su manera, el ex funcionario municipal convertido en dirigente antiminero aymara y la empresaria hotelera de pasado izquierdista preocupada por el futuro de sus inversiones, acabaron consolidando la imagen de un territorio violento, conflictivo, anti inversión y donde campea la ilegalidad producto del abandono estatal.
Sin embargo, más allá del tumulto y los enfrentamientos de las últimas semanas, Puno también es la región donde confluyen culturas milenarias, donde se encuentran la capital alpaquera del país, el mejor café orgánico del mundo, el Parque Nacional Bahuaja Sonene, el Lago Titicaca, las chullpas de Sillustani y, por supuesto, la fiesta más grande del Perú. No es poca cosa.
Los puneños y puneñas haríamos bien en recordarlo para enfrentar con responsabilidad los enormes problemas que tenemos por delante, porque como diría José Luis Rénique, la nación se construye desde la frontera. Desde la última frontera.
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Artículo publicado en la revista de análisis político CABILDO ABIERTO Nro. 58-59. Puno. Julio 2011. Asociación SER.
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/25/07/2011/altiplano-politico/altiplano-politico/la-ultima-frontera
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Mitos de la última frontera (*)
Por Paulo Vilca
Noticias SER, 03/08/2011
Cuando se piensa en Puno, lo primero que uno imagina es la altura y el frío. Cuántas veces al hablar sobre la región del Lago Sagrado, la reacción de las personas ha sido: ¡qué frío! Y no les falta razón, porque en algunas zonas de Puno las temperaturas pueden llegar a ser menores a cero grados durante los crudos meses de invierno; pero al mismo tiempo grande es la sorpresa de estas mismas personas cuando se enteran que Puno tiene parte de territorio amazónico y alberga, junto con Madre de Dios, uno de los más valiosos Parques Nacionales por su gran biodiversidad, el Bahuaja Sonene, o que el mejor café del mundo – el Tunki – se produce en la selva puneña.
Y es que así como hay algunas ideas inexactas sobre Puno y su geografía, durante las últimas semanas se han difundido muchas otras afirmaciones sobre la economía, la política y la sociedad puneñas que vale la pena revisar para entender adecuadamente la complejidad de esta región. A continuación presento algunos comentarios sobre una serie de temas que han rondado últimamente el imaginario nacional, y que seguramente volverán a estar presentes ahora que se menciona nuevamente la posibilidad de movilizaciones en la última frontera (1).
1.- En Puno todo es contrabando
No todo. A pesar de que es innegable que parte importante del comercio puneño es producto del ingreso ilegal de mercancía por la frontera con Bolivia y que los mercadillos de las ciudades más grandes como Puno y Juliaca, ofrecen productos de contrabando a vista y paciencia de las autoridades, resulta exagerado afirmar que éste explica toda la economía regional. En primer lugar, el contrabando se centra básicamente en víveres de primera necesidad, gas, ropa, menaje, y pequeños aparatos electrónicos como celulares o cámaras fotográficas; siendo poco extendido el mercado de electrodomésticos o de aparatos informáticos, la gran mayoría de los cuales llegan a Puno con el sello de ingreso de la Zofra Tacna.
Al contrario, durante los últimos años, se han instalado en Puno y Juliaca una serie de cadenas comerciales como La Curazao, Tiendas Efe y hace algunos meses Plaza Vea, que son las que ofrecen estos últimos bienes (2). Además, la cercanía con Arequipa ha traído como consecuencia que muchos de los bienes adquiridos por las clases medias del altiplano, sean comprados en los grandes centros comerciales de la Ciudad Blanca. Igualmente, la realización de ferias con productos “directamente desde Gamarra”, se han convertido en parte del paisaje comercial puneño.
Por otro lado, es conocido que Juliaca es un emporio de producción textil y de la pequeña industria (los diligentes fabricantes juliaqueños son proveedores de carrocerías de buses, hornos, maquinaria minera, etc.) que abastece a los mercados de El Alto en Bolivia y otras zonas del sur peruano. Precisamente, la necesidad de crédito por parte de estos sectores explica la gran presencia de entidades financieras en todo el departamento. De acuerdo a información de la Superintendencia de banca y Seguros, hasta junio de este año, Puno cuenta con el siguiente número de agencias: 18 de empresas bancarias, 14 de empresas financieras, 20 de cajas municipales, 8 de Edpymes y 6 de Cajas Rurales (3).
Por supuesto, lo anterior no significa que no exista la Culebra (4) o que no lleguen el gas o la gasolina desde Bolivia, sino que al lado de esta dinámica comercial, existe otra que tiene tanta o más importancia que la que supuestamente rige toda la economía puneña. Además, como algunos funcionarios públicos vinculados al control aduanero en la región señalan, el contrabando también viene de Lima ya que es por el Callao donde, por ejemplo, han ingresado la mayor parte de vehículos sin registro, cuyas placas son inscritas de forma adulterada en diferentes zonas del país.
La solución del contrabando en Puno requiere medidas que vayan más allá de la represión e incautación, y que deben pasar por aprovechar la estratégica ubicación de la región como nodo comercial fronterizo (5). La instalación de una Zona Franca comercial-industrial podría ser una alternativa interesante para contribuir a formalizar una actividad económica que lleva demasiado tiempo sin ser enfrentada con decisión.
2.- En Puno existe un poderoso movimiento aymara
No todavía. En primer lugar, en Puno no existen organizaciones sociales fuertes de carácter regional. Tal vez lo más cercano sean las Rondas Campesinas, pero éstas se encuentran ubicadas en las provincias de la zona norte (Carabaya, Melgar, Azángaro y parte de Sandia y Lampa), de habla quechua, y al igual que en otras partes del país, su principal reivindicación es la vigencia de la justicia comunitaria.
En el sur, de habla aymara, existen diferentes grupos que enarbolan discursos de reivindicación étnica (6), pero más que organizaciones con base social, se trata de activistas que obtienen notoriedad en tanto asumen demandas o propuestas que surgen de preocupaciones o necesidades locales concretas como temas limítrofes en el caso del Frente de Defensa de la Zona Sur ó la presencia de empresas mineras, con el Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur. A ello se agrega que ninguno tiene un alcance que vaya más allá de la provincia o el distrito en el que actúan, y es que los enfrentamientos políticos son una realidad permanente.
Tal vez el momento en el que fue mayor el protagonismo político de estos estos grupos ocurrió el año 2006, cuando los alcaldes electos de las provincias de Ilave, Chucuito y Yunguyo intentaron conformar la Unión de Municipalidades Aymaras con la finalidad de formar un frente que planteara demandas de carácter étnico. Pero dicho intento nunca prosperó y más bien el discurso fracasó en las gestiones municipales, llevando a la vacancia a Eugenio Barbaito, alcalde provincial de Chucuito que se hacía denominar Mallku y buscaba ser el “Evo peruano”. Así mismo, la escasa claridad de la propuesta llevó a que se declararan dos “capitales de la nación aymara” en Ilave y Yunguyo.
Volviendo a la actualidad, en el caso del mediático líder Walter Aduviri, es bueno recordar que éste es el representante de 4 distritos de la provincia de Chucuito, ubicados en la zona de frontera con Bolivia, por lo que cuando tuvo que comunicar los resultados de las negociaciones con el anterior gobierno central, no lo hizo en Puno, ni en Ilave, ni en Juli, ni en Yunguyo, que son las ciudades más importantes de la zona sur, sino en el distrito de Desaguadero, lo que revela el alcance de la base social “aymara” de dicho personaje. Igualmente, la reciente reunión “aymara” en la que se habría acordado exigir el cambio de Constitución al gobierno de Ollanta Humala, se realizó también en el mismo distrito fronterizo.
Por otro lado, tampoco existe el supuesto liderazgo único de Aduviri sobre la “nación aymara”, aunque es innegable el prestigio alcanzado por éste durante su estadía en Lima. Los líderes “aymaras” son varios y entre ellos se pueden encontrar a Hugo Llano, ex candidato al Congreso por Perú Posible y hasta hace poco jefe político de Aduviri (7), ó Milton Cariapaza de la Unión de Comunidades Aymaras, entre otros.
En todo caso, la existencia de una diversidad cultural en Puno y el país en general, requiere profundizar el conocimiento de las diversas dinámicas sociales y políticas locales, para determinar el tipo de medidas legales que deben adoptarse para garantizar el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos, sin caer en esencialismos que puedan afectar la institucionalidad democrática.
3.- Puno es separatista
De ninguna manera. Muy por el contrario, Puno es la región más articulada del sur del país y mantiene fluidas relaciones económicas con todos los departamentos que la rodean: Arequipa, Moquegua, Tacna, Cusco y ahora Madre de Dios con la culminación de la Interoceánica Sur. Como se dice, Puno tiene “sus distritos” en cada departamento colindante y son decenas de miles los puneños y puneñas que viven entre sus lugares de origen y los que los han acogido. Por supuesto, también muchos han cruzado la frontera y llegaron a Bolivia, pero aun allí, está claro que se trata de peruanos y peruanas (o peruchos, como dicen nuestros vecinos). La cercanía con Bolivia es principalmente comercial, no política, y ni siquiera los discursos más radicales proponen algún tipo de integración con dicho país.
Si bien es cierto, los dos anteriores presidentes regionales presentaron propuestas supuestamente “separatistas”: Autonomista en el caso de David Jiménez Sardón (tomando como ejemplo el movimiento Camba de Santa Cruz), y Federalista con Hernán Fuentes; tales posturas respondieron a intereses políticos particulares de ambas ex autoridades que no contaron con mayor respaldo de la población. El “separatismo” no fue sino una excusa para ocultar la ineficiencia de sus gestiones, cuando no las irregularidades en que incurrieron.
De otro lado, hay que señalar que el separatismo no va acorde con la acelerada inclusión política que se ha producido en la región desde la década de los años 90 que, en palabras de Juan Mendoza, convirtieron a Puno en la primera capital departamental con un alcalde “indio” como Gregorio Ticona (8), y que en la actualidad no sólo alcanza a la inmensa mayoría de burgomaestres de la región o el mismo Presidente Regional, sino a las diferentes instituciones públicas y privadas así como a las organizaciones sociales y políticas rurales y urbanas. Quechuas y aymaras tienen el poder político (y el económico) en el altiplano.
La identidad nacional se encuentra enraizada en Puno, y no hay mejor prueba de ello que el izamiento del pabellón nacional domingo tras domingo, en cada distrito y centro poblado. Por ello, más que hablar de separatismo, es necesario que el Estado, desde sus diferentes niveles del gobierno, tenga una presencia permanente y acorde en todo el territorio puneño.
4.- En Puno existen discursos radicales
Sí, como en otras partes del país; pero su arraigo y capital político son marginales, aunque sus integrantes sean bastante activos y busquen representar políticamente a ciertos sectores de la población, aprovechando para ello las circunstancias que rodean a algunos conflictos sociales, así como el “atractivo” que generan en los espacios mediáticos, con medios de comunicación poco informados y más interesados en el rating o las ventas (9).
El mejor ejemplo es el MOVADEF filo senderista que lanzó como candidata a la presidencia regional el año 2010, a Vasty Lescano, y a Abraham Cauna a la municipalidad provincial de Puno. Sin embargo, la votación conseguida por ambos personajes fue mínima: 8354 votos a nivel regional (1.696%), y 878 votos a nivel de la capital (0.762%)(10).
Ello no ha desalentado a este grupo político que hábilmente se involucró en las movilizaciones producidas en Puno durante este año, tal como lo demuestra el intento de Cauna de presentarse como dirigente del Frente de Defensa de Huacullani; sin embargo, cuando intentó dirigirse durante un mítin a los pobladores movilizados de los distritos sureños de Chucuito, Platería, Acora y Laraqueri, que protestaban contra la minería, fue rechazado por tener simpatías con grupos terroristas. Un caso similar ocurrió en el caso del Frente de Defensa de Inambari, opuesto a la construcción de la Hidroeléctrica del mismo nombre, que también rechazó el intento de sectores del MOVADEF de integrar dicha organización.
Por otro lado, es necesario recordar que los resultados electorales de las últimas elecciones regionales llevaron a la segunda vuelta a dos movimientos políticos bastante alejados de los discursos radicales: RAÍCES, liderado por el rector de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez de Juliaca, Juan Luque, que buscaba convertirse en una especie de “Acuña” del sur y representar a los exitosos profesionales de procedencia campesina; y AQUI, encabezado por el abogado Mauricio Rodríguez, cuya procedencia política se encuentra en la Iglesia Surandina y tuvo un discurso de centro izquierda.
La victoria de Mauricio Rodríguez como Presidente Regional pareció abrir una oportunidad para implementar una gestión auspiciosa; sin embargo, queda claro que no basta con las buenas intenciones, si es que no se cuenta con propuestas claras y concretas para atender los problemas y necesidades de la población, ni con un aparato político que permita debatir en el día a día y en todos los lugares que sea posible, a los sectores radicales que buscarán por todos los medios socavar las bases institucionales de la democracia. Por supuesto esta última tarea también corresponde a las organizaciones de la sociedad civil que no pueden dejarse arrinconar por sectores minoritarios, aunque bastante activos.
5.- Puno es anti inversión
Depende. Si se trata de inversiones mineras o de otro tipo con base en concesiones otorgadas sin previa consulta, que generan impactos sociales y ambientales insuficientemente atendidos o cuyos beneficios no son adecuadamente utilizados, la respuesta tendrá que ser afirmativa.
Sin embargo, no se puede recurrir a este argumento para explicar todos los conflictos sociales ocurridos durante los últimos tiempos y menos se puede calificar a Puno como una región “naturalmente anti inversión”(11), como lo hizo el presidente de la empresa que impulsa la construcción de la Hidroeléctrica de Inambari.
En efecto, quienes sostienen esta postura, olvidan que las grandes reivindicaciones puneñas de los últimos 40 años han sido precisamente la ejecución de grandes proyectos de inversión: la culminación de las diferentes etapas de la Hidroeléctrica de San Gabán para la generación de energía; la construcción de la carretera Interoceánica Sur que permitirá la conexión con los mercados brasileños; y la Zona Franca comercial - industrial como mecanismo para formalizar el comercio e impulsar el establecimiento de diversas industrias.
Por otro lado, corresponden a esforzadas iniciativas privadas el éxito de los cooperativistas de CECOVASA, galardonados a nivel mundial por producir el café Tunki, quienes deben superar enormes dificultades para que sus productos lleguen a los mercados internacionales. Igualmente la audacia de los comerciantes de Unicachi ha llevado a pobladores de la zona sur de la región a los mercados de Lima. Y finalmente, ¿acaso no es la ciudad de Juliaca un centro de fabricación industrial y una importante plaza de crédito de las más importantes instituciones bancarias?
Del mismo modo, el surgimiento de establecimientos hoteleros, empresas de transporte y otros negocios turísticos, casi todos ellos con capital local, se complementa con las iniciativas de sectores rurales y campesinos que, cada vez más, brindan los servicios requeridos por los visitantes. Tal vez éste podría ser un mecanismo para consolidar las futuras inversiones que lleguen a la región.
En cualquier caso, asignar un adjetivo anti inversión a una región como Puno, que depende en gran medida del esfuerzo particular de sus habitantes que incursionan en las diversas actividades económicas, expresa una mirada estrecha de lo que implica la inversión y lo privado.
Puno es una región compleja y con múltiples contradicciones. En este artículo no he pretendido negar sus problemas ni soslayar las dificultades sociales, políticas y económicas que existen para impulsar su desarrollo. Simplemente creo que, etiquetar negativamente a esta región, no sólo implica desconocimiento, sino significa perpetuar esa enorme distancia – que no es sólo geográfica – entre Lima y la última frontera.
- - -
Notas:
Agradezco los comentarios de Alicia Abanto, Paul Chata y Patricia Quiñones
* Última Frontera es el nombre de un programa televisivo producido por el Instituto de Estudios Puneños y del Sur del Perú, que se difunde en Puno y Juliaca.
(1) Véase: http://www.larepublica.pe/02-08-2011/walter-aduviri-proxima-exigencia-sera-cambiar-la-constitucion-de-1993 y http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20110802/12/node/372806/todos/15
(2) La llegada de Plaza Vea a Juliaca generó colas y mantiene el interés de la población, a pesar de que supuestamente, los precios son más baratos en las plazas y mercados. En Puno también se espera con cierta impaciencia la construcción de un centro comercial.
(3) Véase: http://www.sbs.gob.pe/
(4) Se denomina así a las caravanas de camiones cargados con mercadería de contrabando.
(5) También se ha hablado del supuesto carácter contrabandista puneño a raíz del saqueo del local de Aduanas durante el mes de mayo del 2011; sin embargo, al parecer el ataque a dicha dependencia se produjo luego de que los manifestantes movilizados no fueron atendidos en sus solicitudes para que les otorgaran algunos víveres para su manutención en la ciudad.
(6) Hace unos años realizamos, con Aldo Santos, un acercamiento a los diferentes grupos aymaristas puneños. Véase "Aymara markasa winaypacha wiñaya", Revista Quehacer N° 166 / May-Jun, 2007. http://www.desco.org.pe/quehacer-todas.shtml?x=4553
(7) Es ampliamente conocido en Puno que Aduviri era el "segundón" de Hugo Llano hasta antes de que éste último se embarcara en la campaña electoral.
(8) Intervención en la reunión organizada por SER para tratar el conflicto en Puno. Lima, 30 de junio del 2011. Ticona fue un dirigente campesino que llegó a ser alcalde de Pilcuyo, Ilave y Puno, y posteriormente uno de los congresistas tránsfugas del Fujimontesinismo el año 2000.
(9) He tratado el rol de los medios en otros dos artículos publicados recientemente.Véase: “Echando leña al fuego: los medios de la capital y las movilizaciones en Puno” (http://www.antiprensa.pe/echando-lena-al-fuego-los-medios-de-la-capital-y-las-movilizaciones-en-puno/) y “Los aymaras están llegando…” (http://www.antiprensa.pe/los-aymaras-estan-llegando-i/)
(10) Véase: http://www.onpe.gob.pe/
(11) Tales declaraciones fueron formuladas por Evandro Miguel, en el programa “La Hora N”. Véase: http://www.youtube.com/watch?v=JNT4Ev-m8Pw
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/03/08/2011/altiplano-politico/altiplano-politico/mitos-de-la-ultima-frontera
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Por Paulo Vilca
Noticias SER, 25/07/2011
Aymaras, quechuas, contrabandistas, narcotraficantes, mineros informales, senderistas, ponchos rojos, etcétera. Con estos y otros adjetivos, Puno llegó a la capital del país, en horario estelar y monopolizando las portadas de los diarios, ratificando de paso esa histórica visión del altiplano como la última frontera.
A tono con tales expresiones, los nombres de Walter Aduviri y Martha Giraldo, se convirtieron en los referentes mediáticos para explicar y entender todo lo que ocurre en una región de 13 provincias, 109 distritos, 1200 comunidades campesinas, alrededor de 300 municipalidades de centro poblado y una población de poco más de 1 millón doscientas mil personas.
Lo cierto es que, a su manera, el ex funcionario municipal convertido en dirigente antiminero aymara y la empresaria hotelera de pasado izquierdista preocupada por el futuro de sus inversiones, acabaron consolidando la imagen de un territorio violento, conflictivo, anti inversión y donde campea la ilegalidad producto del abandono estatal.
Sin embargo, más allá del tumulto y los enfrentamientos de las últimas semanas, Puno también es la región donde confluyen culturas milenarias, donde se encuentran la capital alpaquera del país, el mejor café orgánico del mundo, el Parque Nacional Bahuaja Sonene, el Lago Titicaca, las chullpas de Sillustani y, por supuesto, la fiesta más grande del Perú. No es poca cosa.
Los puneños y puneñas haríamos bien en recordarlo para enfrentar con responsabilidad los enormes problemas que tenemos por delante, porque como diría José Luis Rénique, la nación se construye desde la frontera. Desde la última frontera.
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Artículo publicado en la revista de análisis político CABILDO ABIERTO Nro. 58-59. Puno. Julio 2011. Asociación SER.
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/25/07/2011/altiplano-politico/altiplano-politico/la-ultima-frontera
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Mitos de la última frontera (*)
Por Paulo Vilca
Noticias SER, 03/08/2011
Cuando se piensa en Puno, lo primero que uno imagina es la altura y el frío. Cuántas veces al hablar sobre la región del Lago Sagrado, la reacción de las personas ha sido: ¡qué frío! Y no les falta razón, porque en algunas zonas de Puno las temperaturas pueden llegar a ser menores a cero grados durante los crudos meses de invierno; pero al mismo tiempo grande es la sorpresa de estas mismas personas cuando se enteran que Puno tiene parte de territorio amazónico y alberga, junto con Madre de Dios, uno de los más valiosos Parques Nacionales por su gran biodiversidad, el Bahuaja Sonene, o que el mejor café del mundo – el Tunki – se produce en la selva puneña.
Y es que así como hay algunas ideas inexactas sobre Puno y su geografía, durante las últimas semanas se han difundido muchas otras afirmaciones sobre la economía, la política y la sociedad puneñas que vale la pena revisar para entender adecuadamente la complejidad de esta región. A continuación presento algunos comentarios sobre una serie de temas que han rondado últimamente el imaginario nacional, y que seguramente volverán a estar presentes ahora que se menciona nuevamente la posibilidad de movilizaciones en la última frontera (1).
1.- En Puno todo es contrabando
No todo. A pesar de que es innegable que parte importante del comercio puneño es producto del ingreso ilegal de mercancía por la frontera con Bolivia y que los mercadillos de las ciudades más grandes como Puno y Juliaca, ofrecen productos de contrabando a vista y paciencia de las autoridades, resulta exagerado afirmar que éste explica toda la economía regional. En primer lugar, el contrabando se centra básicamente en víveres de primera necesidad, gas, ropa, menaje, y pequeños aparatos electrónicos como celulares o cámaras fotográficas; siendo poco extendido el mercado de electrodomésticos o de aparatos informáticos, la gran mayoría de los cuales llegan a Puno con el sello de ingreso de la Zofra Tacna.
Al contrario, durante los últimos años, se han instalado en Puno y Juliaca una serie de cadenas comerciales como La Curazao, Tiendas Efe y hace algunos meses Plaza Vea, que son las que ofrecen estos últimos bienes (2). Además, la cercanía con Arequipa ha traído como consecuencia que muchos de los bienes adquiridos por las clases medias del altiplano, sean comprados en los grandes centros comerciales de la Ciudad Blanca. Igualmente, la realización de ferias con productos “directamente desde Gamarra”, se han convertido en parte del paisaje comercial puneño.
Por otro lado, es conocido que Juliaca es un emporio de producción textil y de la pequeña industria (los diligentes fabricantes juliaqueños son proveedores de carrocerías de buses, hornos, maquinaria minera, etc.) que abastece a los mercados de El Alto en Bolivia y otras zonas del sur peruano. Precisamente, la necesidad de crédito por parte de estos sectores explica la gran presencia de entidades financieras en todo el departamento. De acuerdo a información de la Superintendencia de banca y Seguros, hasta junio de este año, Puno cuenta con el siguiente número de agencias: 18 de empresas bancarias, 14 de empresas financieras, 20 de cajas municipales, 8 de Edpymes y 6 de Cajas Rurales (3).
Por supuesto, lo anterior no significa que no exista la Culebra (4) o que no lleguen el gas o la gasolina desde Bolivia, sino que al lado de esta dinámica comercial, existe otra que tiene tanta o más importancia que la que supuestamente rige toda la economía puneña. Además, como algunos funcionarios públicos vinculados al control aduanero en la región señalan, el contrabando también viene de Lima ya que es por el Callao donde, por ejemplo, han ingresado la mayor parte de vehículos sin registro, cuyas placas son inscritas de forma adulterada en diferentes zonas del país.
La solución del contrabando en Puno requiere medidas que vayan más allá de la represión e incautación, y que deben pasar por aprovechar la estratégica ubicación de la región como nodo comercial fronterizo (5). La instalación de una Zona Franca comercial-industrial podría ser una alternativa interesante para contribuir a formalizar una actividad económica que lleva demasiado tiempo sin ser enfrentada con decisión.
2.- En Puno existe un poderoso movimiento aymara
No todavía. En primer lugar, en Puno no existen organizaciones sociales fuertes de carácter regional. Tal vez lo más cercano sean las Rondas Campesinas, pero éstas se encuentran ubicadas en las provincias de la zona norte (Carabaya, Melgar, Azángaro y parte de Sandia y Lampa), de habla quechua, y al igual que en otras partes del país, su principal reivindicación es la vigencia de la justicia comunitaria.
En el sur, de habla aymara, existen diferentes grupos que enarbolan discursos de reivindicación étnica (6), pero más que organizaciones con base social, se trata de activistas que obtienen notoriedad en tanto asumen demandas o propuestas que surgen de preocupaciones o necesidades locales concretas como temas limítrofes en el caso del Frente de Defensa de la Zona Sur ó la presencia de empresas mineras, con el Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur. A ello se agrega que ninguno tiene un alcance que vaya más allá de la provincia o el distrito en el que actúan, y es que los enfrentamientos políticos son una realidad permanente.
Tal vez el momento en el que fue mayor el protagonismo político de estos estos grupos ocurrió el año 2006, cuando los alcaldes electos de las provincias de Ilave, Chucuito y Yunguyo intentaron conformar la Unión de Municipalidades Aymaras con la finalidad de formar un frente que planteara demandas de carácter étnico. Pero dicho intento nunca prosperó y más bien el discurso fracasó en las gestiones municipales, llevando a la vacancia a Eugenio Barbaito, alcalde provincial de Chucuito que se hacía denominar Mallku y buscaba ser el “Evo peruano”. Así mismo, la escasa claridad de la propuesta llevó a que se declararan dos “capitales de la nación aymara” en Ilave y Yunguyo.
Volviendo a la actualidad, en el caso del mediático líder Walter Aduviri, es bueno recordar que éste es el representante de 4 distritos de la provincia de Chucuito, ubicados en la zona de frontera con Bolivia, por lo que cuando tuvo que comunicar los resultados de las negociaciones con el anterior gobierno central, no lo hizo en Puno, ni en Ilave, ni en Juli, ni en Yunguyo, que son las ciudades más importantes de la zona sur, sino en el distrito de Desaguadero, lo que revela el alcance de la base social “aymara” de dicho personaje. Igualmente, la reciente reunión “aymara” en la que se habría acordado exigir el cambio de Constitución al gobierno de Ollanta Humala, se realizó también en el mismo distrito fronterizo.
Por otro lado, tampoco existe el supuesto liderazgo único de Aduviri sobre la “nación aymara”, aunque es innegable el prestigio alcanzado por éste durante su estadía en Lima. Los líderes “aymaras” son varios y entre ellos se pueden encontrar a Hugo Llano, ex candidato al Congreso por Perú Posible y hasta hace poco jefe político de Aduviri (7), ó Milton Cariapaza de la Unión de Comunidades Aymaras, entre otros.
En todo caso, la existencia de una diversidad cultural en Puno y el país en general, requiere profundizar el conocimiento de las diversas dinámicas sociales y políticas locales, para determinar el tipo de medidas legales que deben adoptarse para garantizar el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos, sin caer en esencialismos que puedan afectar la institucionalidad democrática.
3.- Puno es separatista
De ninguna manera. Muy por el contrario, Puno es la región más articulada del sur del país y mantiene fluidas relaciones económicas con todos los departamentos que la rodean: Arequipa, Moquegua, Tacna, Cusco y ahora Madre de Dios con la culminación de la Interoceánica Sur. Como se dice, Puno tiene “sus distritos” en cada departamento colindante y son decenas de miles los puneños y puneñas que viven entre sus lugares de origen y los que los han acogido. Por supuesto, también muchos han cruzado la frontera y llegaron a Bolivia, pero aun allí, está claro que se trata de peruanos y peruanas (o peruchos, como dicen nuestros vecinos). La cercanía con Bolivia es principalmente comercial, no política, y ni siquiera los discursos más radicales proponen algún tipo de integración con dicho país.
Si bien es cierto, los dos anteriores presidentes regionales presentaron propuestas supuestamente “separatistas”: Autonomista en el caso de David Jiménez Sardón (tomando como ejemplo el movimiento Camba de Santa Cruz), y Federalista con Hernán Fuentes; tales posturas respondieron a intereses políticos particulares de ambas ex autoridades que no contaron con mayor respaldo de la población. El “separatismo” no fue sino una excusa para ocultar la ineficiencia de sus gestiones, cuando no las irregularidades en que incurrieron.
De otro lado, hay que señalar que el separatismo no va acorde con la acelerada inclusión política que se ha producido en la región desde la década de los años 90 que, en palabras de Juan Mendoza, convirtieron a Puno en la primera capital departamental con un alcalde “indio” como Gregorio Ticona (8), y que en la actualidad no sólo alcanza a la inmensa mayoría de burgomaestres de la región o el mismo Presidente Regional, sino a las diferentes instituciones públicas y privadas así como a las organizaciones sociales y políticas rurales y urbanas. Quechuas y aymaras tienen el poder político (y el económico) en el altiplano.
La identidad nacional se encuentra enraizada en Puno, y no hay mejor prueba de ello que el izamiento del pabellón nacional domingo tras domingo, en cada distrito y centro poblado. Por ello, más que hablar de separatismo, es necesario que el Estado, desde sus diferentes niveles del gobierno, tenga una presencia permanente y acorde en todo el territorio puneño.
4.- En Puno existen discursos radicales
Sí, como en otras partes del país; pero su arraigo y capital político son marginales, aunque sus integrantes sean bastante activos y busquen representar políticamente a ciertos sectores de la población, aprovechando para ello las circunstancias que rodean a algunos conflictos sociales, así como el “atractivo” que generan en los espacios mediáticos, con medios de comunicación poco informados y más interesados en el rating o las ventas (9).
El mejor ejemplo es el MOVADEF filo senderista que lanzó como candidata a la presidencia regional el año 2010, a Vasty Lescano, y a Abraham Cauna a la municipalidad provincial de Puno. Sin embargo, la votación conseguida por ambos personajes fue mínima: 8354 votos a nivel regional (1.696%), y 878 votos a nivel de la capital (0.762%)(10).
Ello no ha desalentado a este grupo político que hábilmente se involucró en las movilizaciones producidas en Puno durante este año, tal como lo demuestra el intento de Cauna de presentarse como dirigente del Frente de Defensa de Huacullani; sin embargo, cuando intentó dirigirse durante un mítin a los pobladores movilizados de los distritos sureños de Chucuito, Platería, Acora y Laraqueri, que protestaban contra la minería, fue rechazado por tener simpatías con grupos terroristas. Un caso similar ocurrió en el caso del Frente de Defensa de Inambari, opuesto a la construcción de la Hidroeléctrica del mismo nombre, que también rechazó el intento de sectores del MOVADEF de integrar dicha organización.
Por otro lado, es necesario recordar que los resultados electorales de las últimas elecciones regionales llevaron a la segunda vuelta a dos movimientos políticos bastante alejados de los discursos radicales: RAÍCES, liderado por el rector de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez de Juliaca, Juan Luque, que buscaba convertirse en una especie de “Acuña” del sur y representar a los exitosos profesionales de procedencia campesina; y AQUI, encabezado por el abogado Mauricio Rodríguez, cuya procedencia política se encuentra en la Iglesia Surandina y tuvo un discurso de centro izquierda.
La victoria de Mauricio Rodríguez como Presidente Regional pareció abrir una oportunidad para implementar una gestión auspiciosa; sin embargo, queda claro que no basta con las buenas intenciones, si es que no se cuenta con propuestas claras y concretas para atender los problemas y necesidades de la población, ni con un aparato político que permita debatir en el día a día y en todos los lugares que sea posible, a los sectores radicales que buscarán por todos los medios socavar las bases institucionales de la democracia. Por supuesto esta última tarea también corresponde a las organizaciones de la sociedad civil que no pueden dejarse arrinconar por sectores minoritarios, aunque bastante activos.
5.- Puno es anti inversión
Depende. Si se trata de inversiones mineras o de otro tipo con base en concesiones otorgadas sin previa consulta, que generan impactos sociales y ambientales insuficientemente atendidos o cuyos beneficios no son adecuadamente utilizados, la respuesta tendrá que ser afirmativa.
Sin embargo, no se puede recurrir a este argumento para explicar todos los conflictos sociales ocurridos durante los últimos tiempos y menos se puede calificar a Puno como una región “naturalmente anti inversión”(11), como lo hizo el presidente de la empresa que impulsa la construcción de la Hidroeléctrica de Inambari.
En efecto, quienes sostienen esta postura, olvidan que las grandes reivindicaciones puneñas de los últimos 40 años han sido precisamente la ejecución de grandes proyectos de inversión: la culminación de las diferentes etapas de la Hidroeléctrica de San Gabán para la generación de energía; la construcción de la carretera Interoceánica Sur que permitirá la conexión con los mercados brasileños; y la Zona Franca comercial - industrial como mecanismo para formalizar el comercio e impulsar el establecimiento de diversas industrias.
Por otro lado, corresponden a esforzadas iniciativas privadas el éxito de los cooperativistas de CECOVASA, galardonados a nivel mundial por producir el café Tunki, quienes deben superar enormes dificultades para que sus productos lleguen a los mercados internacionales. Igualmente la audacia de los comerciantes de Unicachi ha llevado a pobladores de la zona sur de la región a los mercados de Lima. Y finalmente, ¿acaso no es la ciudad de Juliaca un centro de fabricación industrial y una importante plaza de crédito de las más importantes instituciones bancarias?
Del mismo modo, el surgimiento de establecimientos hoteleros, empresas de transporte y otros negocios turísticos, casi todos ellos con capital local, se complementa con las iniciativas de sectores rurales y campesinos que, cada vez más, brindan los servicios requeridos por los visitantes. Tal vez éste podría ser un mecanismo para consolidar las futuras inversiones que lleguen a la región.
En cualquier caso, asignar un adjetivo anti inversión a una región como Puno, que depende en gran medida del esfuerzo particular de sus habitantes que incursionan en las diversas actividades económicas, expresa una mirada estrecha de lo que implica la inversión y lo privado.
Puno es una región compleja y con múltiples contradicciones. En este artículo no he pretendido negar sus problemas ni soslayar las dificultades sociales, políticas y económicas que existen para impulsar su desarrollo. Simplemente creo que, etiquetar negativamente a esta región, no sólo implica desconocimiento, sino significa perpetuar esa enorme distancia – que no es sólo geográfica – entre Lima y la última frontera.
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Notas:
Agradezco los comentarios de Alicia Abanto, Paul Chata y Patricia Quiñones
* Última Frontera es el nombre de un programa televisivo producido por el Instituto de Estudios Puneños y del Sur del Perú, que se difunde en Puno y Juliaca.
(1) Véase: http://www.larepublica.pe/02-08-2011/walter-aduviri-proxima-exigencia-sera-cambiar-la-constitucion-de-1993 y http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20110802/12/node/372806/todos/15
(2) La llegada de Plaza Vea a Juliaca generó colas y mantiene el interés de la población, a pesar de que supuestamente, los precios son más baratos en las plazas y mercados. En Puno también se espera con cierta impaciencia la construcción de un centro comercial.
(3) Véase: http://www.sbs.gob.pe/
(4) Se denomina así a las caravanas de camiones cargados con mercadería de contrabando.
(5) También se ha hablado del supuesto carácter contrabandista puneño a raíz del saqueo del local de Aduanas durante el mes de mayo del 2011; sin embargo, al parecer el ataque a dicha dependencia se produjo luego de que los manifestantes movilizados no fueron atendidos en sus solicitudes para que les otorgaran algunos víveres para su manutención en la ciudad.
(6) Hace unos años realizamos, con Aldo Santos, un acercamiento a los diferentes grupos aymaristas puneños. Véase "Aymara markasa winaypacha wiñaya", Revista Quehacer N° 166 / May-Jun, 2007. http://www.desco.org.pe/quehacer-todas.shtml?x=4553
(7) Es ampliamente conocido en Puno que Aduviri era el "segundón" de Hugo Llano hasta antes de que éste último se embarcara en la campaña electoral.
(8) Intervención en la reunión organizada por SER para tratar el conflicto en Puno. Lima, 30 de junio del 2011. Ticona fue un dirigente campesino que llegó a ser alcalde de Pilcuyo, Ilave y Puno, y posteriormente uno de los congresistas tránsfugas del Fujimontesinismo el año 2000.
(9) He tratado el rol de los medios en otros dos artículos publicados recientemente.Véase: “Echando leña al fuego: los medios de la capital y las movilizaciones en Puno” (http://www.antiprensa.pe/echando-lena-al-fuego-los-medios-de-la-capital-y-las-movilizaciones-en-puno/) y “Los aymaras están llegando…” (http://www.antiprensa.pe/los-aymaras-estan-llegando-i/)
(10) Véase: http://www.onpe.gob.pe/
(11) Tales declaraciones fueron formuladas por Evandro Miguel, en el programa “La Hora N”. Véase: http://www.youtube.com/watch?v=JNT4Ev-m8Pw
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/03/08/2011/altiplano-politico/altiplano-politico/mitos-de-la-ultima-frontera
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domingo, 17 de julio de 2011
PERU - Gana Peru y los Humala-Heredia
La familia en el partido
Nadine y Ollanta son la columna vertebral del Partido Nacionalista Peruano –qué duda cabe–, pero no son los únicos Heredia y Humala dentro de la estructura orgánica del partido de gobierno. Cada uno de ellos está acompañado de hermanos, tíos y primos en quienes el apellido parece explicar el papel clave que tienen en el control del Comité Ejecutivo Nacional de esta organización y los cargos que han ocupado ahora que son gobierno.
Por Flor Huilca
Domingo, suplemento de La República, Lima, domingo 17/07/2011
Los apellidos Humala Tasso y Heredia Alarcón son los que más se repiten en el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Nacionalista Peruano. Suman en conjunto 4 de los 9 votos que tienen la mayor instancia de decisión partidaria cuando se reúnen. Y es que si bien el partido de gobierno surgió en el 2005 como proyecto político familiar en su esencia, todavía no ha dejado de serlo después de haber alcanzado su inscripción partidaria –hace seis años– y la presidencia de la República como su mayor logro.
En el CEN nacionalista tienen su sitio asegurado los hermanos Ilan Paul y Nadine Heredia Alarcón, además de Alexis Marcos Humala Tasso, el hermano menor del presidente electo. Este bloque familiar representa más de un tercio de esta instancia partidaria, a la cual se suma Ollanta Humala en su condición de presidente del partido.
Los demás miembros del CEN, si bien tienen trayectoria en el partido, son también reconocidos por su afinidad con la pareja nacionalista, aunque sus nombres no van asociados a las decisiones importantes.
Ellos son Ronal Juan Barrientos Deza, cercano a los esposos Humala-Heredia desde cuando vivían en Francia; Ana María Salinas Medina, Coordinadora Nacional de Mujeres en el 2008; la parlamentaria Martha Acosta Zárate; Maribel Vela Arévalo, secretaria de Comunicaciones en el 2005 y a quien además los periodistas recuerdan como la encargada de coordinar las reuniones de Ollanta en la campaña del 2006; además de Edgar Olórtegui, secretario de Juventudes en el 2005.
Los ocho miembros del CEN son los mismos desde cuando inscribió el partido en el 2006. Su elección es fruto de una nómina presentada a la Asamblea Nacional de delegados para su aprobación sin ningún cambio y ha sido ratificado en diciembre del 2010, también sin modificaciones, por una Convención Nacional.
Hasta allí la estructura partidaria del nacionalismo es clara, e incluso figura en página web. Pero el partido de gobierno cuenta también con una Dirección Política cuyos integrantes no pueden ser identificados con precisión. Alberto Mendieta, de la Comisión Nacional de Organización, dice que son “varios los integrantes” pero no ha podido mencionar ningún nombre. La congresista Martha Acosta nos recomienda solicitar esa información en la oficina de Relaciones Públicas del partido y el congresista Juan Santos sólo ha mencionado como uno de sus integrantes a su colega Daniel Abugattás.
Si bien la Dirección Política no figura como instancia del partido en los estatutos del mismo publicados en su sitio web, existe y fue creado por sugerencia de los sectores de izquierda que respaldaron la candidatura de Ollanta en el 2006, para tener un órgano que asesore políticamente al líder y al partido.
Los integrantes de la Dirección Política son elegidos. Está integrado por voceros del partido y por personas que designe el presidente del mismo. Y es que, de acuerdo con los estatutos del PNP, Ollanta Humala tiene facultades tan amplias que así como elige también puede revocar a los representantes de los órganos nacionales “cuando sea lo mejor para el partido”. En su momento, por ejemplo, Carlos Tapia fue parte de esta Dirección Política.
Los otros cargos de dirección en el partido tampoco son ampliamente conocidos por sus militantes. Para empezar, el PNP no tiene un secretario general –el estatuto no lo contempla– pero sí tiene, al menos en forma visible, una secretaría de Relaciones Internacionales a cargo de Nadine Heredia; una secretaría de Movilización, dirigida por Enrique Juscamayta, y otra de Organización, que está en manos de Alberto Mendieta.
Los Heredia
A través del informe financiero de sus ingresos que presentó el nacionalismo a la ONPE pudimos también conocer que el parlamentario Pedro Santos suscribe esos documentos como contador, pero cuando le preguntamos quién ocupa el cargo de tesorero en el partido su respuesta fue: Ilan.
Ilan Heredia Alarcón está bastante familiarizado con el manejo de las cuentas del partido. En la campaña del 2006, cuando Ollanta fue candidato presidencial de Unión por el Perú, José Vega Antonio, secretario general de ese partido, lo acreditó como tesorero ante la ONPE. Correspondía hacerlo, recuerda, porque los recursos de la campaña tenían que ser manejados por una persona de confianza del candidato presidencial. “Fue además un pedido del propio Ollanta”, señala.
De la rama de Nadine provienen también su otro hermano, Ángel Ilich, quien cuenta con inscripción vigente en el Partido Nacionalista; su prima Rosa Heredia Mendoza, quien preside la Comisión de Transferencia en Indecopi, y el esposo de esta, Santiago Gastañaudi, actual congresista electo por Piura. Hasta el 2010, además, este primo de los Humala-Heredia presidía el estratégico Comité Electoral Nacional (COEN) del partido.
Los Humala
De los Humala, el menor del clan –Alexis Marcos– es el que ha roto su anonimato de la peor manera con sus negociaciones en la Federación Rusa. En el partido figura como fundador y además encargado de las coordinaciones con la zona sur del país, aunque poco se le recuerda ejerciendo el cargo. Se le ha visto más acompañando a sus hermanos en los viajes de campaña, como parte de su entorno de confianza.
Manuel Zerillo Bazalar, congresista electo por Lima Provincias, es el aporte por la vía de los Tasso al partido. Su esposa es prima de doña Elena Tasso, la matriarca de la familia, y el vínculo familiar se habría impuesto para desplazar al actual congresista Rafael Vásquez de la lista parlamentaria. Zerillo está vinculado a los negocios pesqueros, al igual que su sobrino Alexis.
A pesar de que los Humala tienen menor presencia en el partido que los Heredia, es incuestionable el perfil altamente político de los siete hijos de Elena Tasso e Isaac Humala, a pesar de que solo los cuatro varones se han dedicado a la política partidaria.
Cuentan que en la mesa de los Humala Tasso un almuerzo podría convertirse en una acalorada discusión de un comité político en la que cada uno de los hijos y los padres defendía su posición –unas más radicales que las otras– pero luego terminaba fraternalmente con un partidito de fútbol.
Y es que si bien los Humala bebieron de don Isaac la prédica etnocacerista, solo Antauro persiste en esa línea dura. Ulises, el mayor de los Humala, ha tenido un cambio ideológico. “En el 2006 estaba más cercano al radical Antauro, pero ahora se ha vuelto más conservador que Ollanta”, dice una persona que lo conoce.
Un hecho trágico reunió a los hermanos Humala Tasso –Ulises, Antauro, Ollanta, Alexis, Cusi Coyllur, Ima Sumac e Ivoska– en su conjunto por última vez en 1986. Fue el funeral del primo Víctor Hugo Velarde Humala, militar de la promoción de Ollanta que murió en un atentado. Ahora se verán nuevamente el 28 de julio, incluido Antauro, representado por sus hijos, cuando Ollanta Humala jure como presidente.
Antecedentes familiares
* Los Fujimori. La tradición de vincular a la familia con los éxitos electorales del candidato y luego con el gobierno la hemos visto en el régimen de Alberto Fujimori. Una vez en Palacio, le entregó a su hermana Juana el control de donaciones de ropa usada y envió a su hermana Rosa y al esposo de esta, Víctor Aritomi, como embajadores a Japón. Santiago fue nombrado asesor presidencial mientras que Pedro, asesor de la ONG Apenkai, controlada por la familia. Las hermanas del ex presidente fueron procesadas por delitos de corrupción. A Juana se le atribuye la venta de ropa donada mientras que a Rosa y Víctor Aritomi el uso irregular de donaciones captadas en Japón.
* Con Toledo. En la gestión de Alejandro Toledo, sus familiares no estuvieron en el gobierno, pero vaya que sí se convirtieron en una pesadilla. Su hermana Margarita fue procesada por su participación en la falsificación de firmas para la inscripción de País Posible y su cuñada Juana Rodríguez aprovechaba su vínculo familiar para colocar a personas en puestos públicos. Sus sobrinos Jessica, William y Miguel también dieron que hablar. La primera fue vinculada a casos de nepotismo, el segundo denunciado por agresión física y el tercero acusado de violación sexual.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/impresa-domingo/la-familia-en-el-partido-2011-07-17
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Nadine y Ollanta son la columna vertebral del Partido Nacionalista Peruano –qué duda cabe–, pero no son los únicos Heredia y Humala dentro de la estructura orgánica del partido de gobierno. Cada uno de ellos está acompañado de hermanos, tíos y primos en quienes el apellido parece explicar el papel clave que tienen en el control del Comité Ejecutivo Nacional de esta organización y los cargos que han ocupado ahora que son gobierno.
Por Flor Huilca
Domingo, suplemento de La República, Lima, domingo 17/07/2011
Los apellidos Humala Tasso y Heredia Alarcón son los que más se repiten en el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Nacionalista Peruano. Suman en conjunto 4 de los 9 votos que tienen la mayor instancia de decisión partidaria cuando se reúnen. Y es que si bien el partido de gobierno surgió en el 2005 como proyecto político familiar en su esencia, todavía no ha dejado de serlo después de haber alcanzado su inscripción partidaria –hace seis años– y la presidencia de la República como su mayor logro.
En el CEN nacionalista tienen su sitio asegurado los hermanos Ilan Paul y Nadine Heredia Alarcón, además de Alexis Marcos Humala Tasso, el hermano menor del presidente electo. Este bloque familiar representa más de un tercio de esta instancia partidaria, a la cual se suma Ollanta Humala en su condición de presidente del partido.
Los demás miembros del CEN, si bien tienen trayectoria en el partido, son también reconocidos por su afinidad con la pareja nacionalista, aunque sus nombres no van asociados a las decisiones importantes.
Ellos son Ronal Juan Barrientos Deza, cercano a los esposos Humala-Heredia desde cuando vivían en Francia; Ana María Salinas Medina, Coordinadora Nacional de Mujeres en el 2008; la parlamentaria Martha Acosta Zárate; Maribel Vela Arévalo, secretaria de Comunicaciones en el 2005 y a quien además los periodistas recuerdan como la encargada de coordinar las reuniones de Ollanta en la campaña del 2006; además de Edgar Olórtegui, secretario de Juventudes en el 2005.
Los ocho miembros del CEN son los mismos desde cuando inscribió el partido en el 2006. Su elección es fruto de una nómina presentada a la Asamblea Nacional de delegados para su aprobación sin ningún cambio y ha sido ratificado en diciembre del 2010, también sin modificaciones, por una Convención Nacional.
Hasta allí la estructura partidaria del nacionalismo es clara, e incluso figura en página web. Pero el partido de gobierno cuenta también con una Dirección Política cuyos integrantes no pueden ser identificados con precisión. Alberto Mendieta, de la Comisión Nacional de Organización, dice que son “varios los integrantes” pero no ha podido mencionar ningún nombre. La congresista Martha Acosta nos recomienda solicitar esa información en la oficina de Relaciones Públicas del partido y el congresista Juan Santos sólo ha mencionado como uno de sus integrantes a su colega Daniel Abugattás.
Si bien la Dirección Política no figura como instancia del partido en los estatutos del mismo publicados en su sitio web, existe y fue creado por sugerencia de los sectores de izquierda que respaldaron la candidatura de Ollanta en el 2006, para tener un órgano que asesore políticamente al líder y al partido.
Los integrantes de la Dirección Política son elegidos. Está integrado por voceros del partido y por personas que designe el presidente del mismo. Y es que, de acuerdo con los estatutos del PNP, Ollanta Humala tiene facultades tan amplias que así como elige también puede revocar a los representantes de los órganos nacionales “cuando sea lo mejor para el partido”. En su momento, por ejemplo, Carlos Tapia fue parte de esta Dirección Política.
Los otros cargos de dirección en el partido tampoco son ampliamente conocidos por sus militantes. Para empezar, el PNP no tiene un secretario general –el estatuto no lo contempla– pero sí tiene, al menos en forma visible, una secretaría de Relaciones Internacionales a cargo de Nadine Heredia; una secretaría de Movilización, dirigida por Enrique Juscamayta, y otra de Organización, que está en manos de Alberto Mendieta.
Los Heredia
A través del informe financiero de sus ingresos que presentó el nacionalismo a la ONPE pudimos también conocer que el parlamentario Pedro Santos suscribe esos documentos como contador, pero cuando le preguntamos quién ocupa el cargo de tesorero en el partido su respuesta fue: Ilan.
Ilan Heredia Alarcón está bastante familiarizado con el manejo de las cuentas del partido. En la campaña del 2006, cuando Ollanta fue candidato presidencial de Unión por el Perú, José Vega Antonio, secretario general de ese partido, lo acreditó como tesorero ante la ONPE. Correspondía hacerlo, recuerda, porque los recursos de la campaña tenían que ser manejados por una persona de confianza del candidato presidencial. “Fue además un pedido del propio Ollanta”, señala.
De la rama de Nadine provienen también su otro hermano, Ángel Ilich, quien cuenta con inscripción vigente en el Partido Nacionalista; su prima Rosa Heredia Mendoza, quien preside la Comisión de Transferencia en Indecopi, y el esposo de esta, Santiago Gastañaudi, actual congresista electo por Piura. Hasta el 2010, además, este primo de los Humala-Heredia presidía el estratégico Comité Electoral Nacional (COEN) del partido.
Los Humala
De los Humala, el menor del clan –Alexis Marcos– es el que ha roto su anonimato de la peor manera con sus negociaciones en la Federación Rusa. En el partido figura como fundador y además encargado de las coordinaciones con la zona sur del país, aunque poco se le recuerda ejerciendo el cargo. Se le ha visto más acompañando a sus hermanos en los viajes de campaña, como parte de su entorno de confianza.
Manuel Zerillo Bazalar, congresista electo por Lima Provincias, es el aporte por la vía de los Tasso al partido. Su esposa es prima de doña Elena Tasso, la matriarca de la familia, y el vínculo familiar se habría impuesto para desplazar al actual congresista Rafael Vásquez de la lista parlamentaria. Zerillo está vinculado a los negocios pesqueros, al igual que su sobrino Alexis.
A pesar de que los Humala tienen menor presencia en el partido que los Heredia, es incuestionable el perfil altamente político de los siete hijos de Elena Tasso e Isaac Humala, a pesar de que solo los cuatro varones se han dedicado a la política partidaria.
Cuentan que en la mesa de los Humala Tasso un almuerzo podría convertirse en una acalorada discusión de un comité político en la que cada uno de los hijos y los padres defendía su posición –unas más radicales que las otras– pero luego terminaba fraternalmente con un partidito de fútbol.
Y es que si bien los Humala bebieron de don Isaac la prédica etnocacerista, solo Antauro persiste en esa línea dura. Ulises, el mayor de los Humala, ha tenido un cambio ideológico. “En el 2006 estaba más cercano al radical Antauro, pero ahora se ha vuelto más conservador que Ollanta”, dice una persona que lo conoce.
Un hecho trágico reunió a los hermanos Humala Tasso –Ulises, Antauro, Ollanta, Alexis, Cusi Coyllur, Ima Sumac e Ivoska– en su conjunto por última vez en 1986. Fue el funeral del primo Víctor Hugo Velarde Humala, militar de la promoción de Ollanta que murió en un atentado. Ahora se verán nuevamente el 28 de julio, incluido Antauro, representado por sus hijos, cuando Ollanta Humala jure como presidente.
Antecedentes familiares
* Los Fujimori. La tradición de vincular a la familia con los éxitos electorales del candidato y luego con el gobierno la hemos visto en el régimen de Alberto Fujimori. Una vez en Palacio, le entregó a su hermana Juana el control de donaciones de ropa usada y envió a su hermana Rosa y al esposo de esta, Víctor Aritomi, como embajadores a Japón. Santiago fue nombrado asesor presidencial mientras que Pedro, asesor de la ONG Apenkai, controlada por la familia. Las hermanas del ex presidente fueron procesadas por delitos de corrupción. A Juana se le atribuye la venta de ropa donada mientras que a Rosa y Víctor Aritomi el uso irregular de donaciones captadas en Japón.
* Con Toledo. En la gestión de Alejandro Toledo, sus familiares no estuvieron en el gobierno, pero vaya que sí se convirtieron en una pesadilla. Su hermana Margarita fue procesada por su participación en la falsificación de firmas para la inscripción de País Posible y su cuñada Juana Rodríguez aprovechaba su vínculo familiar para colocar a personas en puestos públicos. Sus sobrinos Jessica, William y Miguel también dieron que hablar. La primera fue vinculada a casos de nepotismo, el segundo denunciado por agresión física y el tercero acusado de violación sexual.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/impresa-domingo/la-familia-en-el-partido-2011-07-17
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PERU - Gana Peru y 'Ciudadanos por el Cambio'
Los cuadros del presidente
Se necesitan 300 técnicos de primer nivel para gobernar. El Partido Nacionalista no los tiene y por eso el colectivo Ciudadanos por el Cambio proveyó los expertos, la mayoría de izquierda, que elaboraron el Plan de Gobierno y abastecieron de discurso a Ollanta Humala. Ahora, a 11 días de la asunción del nuevo gobierno, definir un futuro de convivencia en el poder es la tarea pendiente.
Por Óscar Miranda
Domingo, suplemento de La República, Lima, domingo 17/07/2011
Este mediodía, en un hotel de Miraflores, concluirá una reunión de trabajo que podría ser fundamental para el futuro de Gana Perú y del gobierno de Ollanta Humala. Ciudadanos por el Cambio, el colectivo de intelectuales y tecnócratas de izquierda que elaboró el Plan de Gobierno, y cuya figuras más visibles son Alberto Adrianzén y Salomón Lerner Ghitis, desarrolla desde ayer una exhaustiva discusión sobre cuál será su papel en la administración que se inaugura el 28 de julio. Aunque tras la segunda vuelta su peso en la órbita del presidente electo decreció ligeramente –mientras lo ganaron profesionales llegados de otros ámbitos–, continúan siendo el think tank que da el principal sustento programático a Gana Perú. Y Lerner sigue siendo la persona que más influye en Humala. Después de Nadine, claro.
El debate interno en Ciudadanos por el Cambio también podría ser decisivo para el futuro del Partido Nacionalista. Domingo conversó esta semana con Sinesio López, Carlos Tapia, Cecilia Israel y otros miembros del colectivo, y comprobó que está en sus planes proponer que Gana Perú sea una alianza de gobierno en la que el nacionalismo tenga su lugar junto con la tecnocracia izquierdista (aunque independiente), los partidos de izquierda y los movimientos regionales. “Una formación al estilo del Frente Amplio de Uruguay”, explica Tapia. Al Partido Nacionalista la idea no le hace ninguna gracia. Sin embargo, según uno de sus impulsores, Humala la ve con buenos ojos.
Lo que se viene en los próximos días es una importantísima discusión sobre el futuro de Gana Perú, saludable en cualquier organización política, que no llamaría la atención si no fuera porque revela que a menos de dos semanas de que asuman las riendas del gobierno, los vencedores del 5 de junio todavía no tienen claro cómo se van a organizar para administrar el país.
Recelos nacionalistas
¿En Gana Perú hay cuadros suficientes para gobernar? Lanzamos la pregunta a varios miembros de la bancada nacionalista –para todo efecto, el único ámbito de dirigentes que tiene el partido–. Algunos, como Fredy Otárola, aseguraron que los tienen. Otros, como Víctor Mayorga, señalaron que los hay aunque no son muchos. Cayo Galindo, otrora vocero de la bancada, fue el único que admitió –al menos, on the record– que son pocos. Sin embargo, agregó que esa carencia no tenía por qué significar un problema. “Los técnicos se pueden convocar”, observó, parafraseando, no necesariamente adrede, la famosa sentencia de Luis Bedoya Reyes a Jorge Grieve en el debate municipal de 1966.
La paradoja es que al mismo tiempo que congresistas como Galindo y otros confían en que sus ‘jales’ pueden ayudarlos en la complicada tarea de gobernar dejan entrever su fastidio por la predominancia de los tecnócratas de izquierda en Gana Perú. Un legislador que prefirió no identificarse comentó que “ellos se creen el súmmum de la intelectualidad” y que “no nos ven a su altura”. Fredy Otárola cree que Ciudadanos por el Cambio “quizá puedan aportar con algunos cuadros, obviamente, como cualquier colectivo”. Galindo relativiza su papel en la elaboración del Plan de Gobierno. “Han colaborado en la redacción pero la línea matriz la ha dado el presidente Ollanta Humala”, afirma. Otros prefieren reservarse su opinión.
El malestar de los nacionalistas con los cuadros de izquierda es difícil de ocultar.
Una historia de izquierda
Pero ¿quiénes son los Ciudadanos por el Cambio? ¿Cómo llegaron a ser la cantera de las ideas y políticas públicas que presentó Humala en la campaña? Su historia, relata su coordinadora, Cecilia Israel, comenzó en el 2008, cuando ella, el economista José Oscátegui, el ambientalista Ricardo Giesecke y los sociólogos Gustavo Riofrío y Vicente Otta le propusieron al líder nacionalista convocar a intelectuales y expertos de diferentes campos para conocer sus opiniones sobre temas que por entonces eran parte de la agenda pública (el gas, los acuerdos de libre comercio). Otro grupo, integrado por los analistas políticos Alberto Adrianzén, Sinesio López, Carlos Tapia, Isabel Coral, entre otros, se reunía por su cuenta con las mismas inquietudes. Eventualmente, los dos grupos confluyeron. En febrero del 2009, con su primer pronunciamiento, sobre el TLC con Chile, salieron a la luz pública. Y en el tercero, en enero del 2010, expresaron públicamente su respaldo a la candidatura de Humala.
El pasado político de ese núcleo básico, al que poco después se integrarían Félix Jiménez y Nicolás Lynch, se remonta a la Izquierda Unida de los ochenta y en algunos casos todavía más atrás. Tapia y López estuvieron en el MIR en los sesenta, y Adrianzén en el MIR-IV Etapa. Jiménez militó en el Partido Comunista Peruano (Unidad). Lynch perteneció al Partido Comunista Revolucionario (PCR). Israel fue cercana colaboradora del ex alcalde de Lima Alfonso Barrantes. La mayoría de ellos se encontró en el Partido Unificado Mariateguista (PUM) en los ochenta. Su espíritu de hombres de izquierda los condujo hacia el proyecto nacionalista de manera natural. Por esa época, entre el 2008 y el 2009, Carlos Tapia era el principal asesor de Humala y una de las personas que más lo influían. El líder nacionalista había aceptado su proyecto de construir una organización política que trascendiese a su partido, una “mesa de cuatro patas” en las que también estuvieran los intelectuales, los partidos de izquierda y los movimientos regionales. El proyecto encajaba con lo que venía haciendo el colectivo, que ya se había bautizado a sí mismo como Ciudadanos por el Cambio (desecharon su primer nombre, Intelectuales por el Cambio, porque algunos miembros, alejados de la esfera académica, no sentían que los representara).
Entre abril y mayo del 2010, Humala les pidió que elaboraran el Plan de Gobierno. Ya eran una treintena y tras convocar a expertos amigos sumaron casi 60 especialistas. Fueron siete meses de apasionadas discusiones internas. El 20 de diciembre fueron presentados oficialmente como el Equipo Técnico de Gana Perú. Aunque Jiménez fue el coordinador, para entonces Salomón Lerner Ghitis –quien se había incorporado en el camino– había ganado influencia y se convirtió en su principal interlocutor ante el candidato presidencial.
Chuquihuara, el secretario
Durante la campaña, el equipo de cuadros recibió al menos dos inyecciones adicionales de tecnócratas y profesionales. La primera, tras la primera vuelta, cuando se buscó una imagen de apertura y llegaron los ex funcionarios de Perú Posible (Kurt Burneo, Óscar Dancourt, Alfonso Velásquez, Daniel Schydlowski y otros), así como expertos que habían colaborado en el Plan de Gobierno de manera reservada y que al fin se animaban a dar la cara (Ketín Vidal, Carlos Herrera Descalzi, Fernando Sánchez Albabera y varios más).
La segunda, luego del triunfo, cuando se organizaron las comisiones de transferencia. La distribución de las comisiones sectoriales evidenció una nueva correlación de fuerzas: los miembros de Ciudadanos por el Cambio ya no eran mayoría. Por ejemplo, Luis Chuquihuara asumió la conducción de la transferencia en la PCM. Según diversas fuentes, Salomón Lerner influyó para ubicarlo en ese cargo, aunque Tapia cree que el diplomático entabló relaciones con Humala en el 2009 cuando este viajó a El Salvador –donde Chuquihuara era embajador del Perú– para reunirse con el mandatario de ese país. Hoy, Chuquihuara es el secretario personal del presidente electo y, según las fuentes, el virtual secretario general de la Presidencia.
¿Qué es Gana Perú?
En las últimas semanas, Ciudadanos por el Cambio ha seguido creciendo en número. Se ha organizado en 14 comisiones sectoriales que continúan reuniéndose para analizar la coyuntura y producir documentos de cara a los primeros 100 días de gobierno. Cecilia Israel dice que Soledad Piqueras, hija de Susana Villarán, se ha acercado a ellos interesada en trabajar de la mano de su propio colectivo. Tapia cree que deben seguir siendo un espacio que alimente de propuestas políticas, y eventualmente de ‘cuadros’, al presidente.
El futuro de Gana Perú como alianza será un problema que Ollanta Humala tendrá que encarar más temprano que tarde. Para el nacionalista Cayo Galindo, no existe alianza ni frente. “Lo único que se hizo fue cambiar de nombre al Partido Nacionalista. Si Gana Perú fuese una agrupación distinta tendría una estructura propia, y eso no existe”, apunta. Alberto Adrianzén discrepa; señala que se trata de una organización más amplia que el Partido Nacionalista y que el tema de la estructura que tendrá es precisamente uno de los asuntos importantes que se abordará en los próximos días. “Este es un frente que debe incluir a nacionalistas pero también a los independientes”, subraya. Los miembros de Ciudadanos por el Cambio empezaron la discusión este fin de semana. En el nacionalismo, a tan solo 11 días del cambio de mando, esperan que el presidente electo aborde la cuestión cuanto antes.
funcionarios, se busca
“Un gobierno necesita entre 250 y 300 cuadros profesionales para implementar su plan de gobierno”, dice Nuria Esparch, hasta marzo presidenta ejecutiva de la Autoridad Nacional del Servicio Civil-Servir y una de las personas que mejor conoce los requerimientos de funcionarios en el Estado. Se trata de cargos de confianza, ministros, viceministros, directores de oficinas, asesores, etc., explica. La cifra parece pequeña si se la compara con los aproximadamente 6,000 cargos de jefatura pública que existen en el Ejecutivo. Pero la pregunta es si Gana Perú los tiene. Y todo indica que no, no los tiene.
Los nacionalistas Víctor Mayorga y Cayo Galindo dicen que Ollanta Humala está preocupado por la formación de cuadros técnicos en su partido y que esa será una de las tareas que se pondrán en marcha en el corto plazo. “Hay que formar cuadros para que desempeñen cargos públicos o para que asuman cargos dentro del partido”, sostiene Mayorga. Galindo dice que los congresistas que no fueron a la reelección serán los que asuman estas responsabilidades.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/impresa-domingo/los-cuadros-del-presidente-2011-07-17
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Ciudadanos por el Cambio: ¿Ilusión o realidad?
Por Carlos León Moya
Noticias SER, 20/07/2011
El último domingo, La República publicó una semblanza sobre Ciudadanos por el Cambio llamada Los cuadros del Presidente. El artículo sin embargo se limitó a hacer un inventario de declaraciones recientemente recogidas de actores políticos relevantes al interior de GANA Perú, y deslizó a mi juicio impresiones erradas sobre lo que en realidad seria el peso político de este grupo. Con la escasa información que tengo a la mano, busco en este artículo matizar al artículo mencionado y dar algunas impresiones sobre lo que creo podría ocurrir en adelante.
1. Importantes sí, fundamentales no.
La impresión que deja el artículo es que Ciudadanos por el Cambio (en adelante CxC) es un cuerpo de suma importancia, una élite con un poder propio importante. “Proveyó los expertos (…) que elaboraron el Plan de Gobierno”, “abastecieron de discurso a Ollanta Humala”, sus reuniones de trabajo son “fundamentales para el futuro del gobierno”, sus debates internos son “decisivos para el futuro del Partido Nacionalista”, etcétera.
Que CxC proveyó los técnicos iniciales es de común conocimiento. Sin embargo, cabe preguntarse qué tanto importa eso ahora que estamos en la Hégira de la Hoja de Ruta y seremos seguramente gobernados por el “califa” Miguel Castilla (No te preocupes, Félix: en nuestros corazones siempre serás el mejor Ministro) Además, ¿desde cuándo una reunión entre un grupo de técnicos e intelectuales con una orientación ideológica que no es la del gobierno –nos guste o no- es decisiva para un gobierno? Además, en la Comisión de Transferencia hay gran cantidad de técnicos e intelectuales, y los CxC, descontando a Salomón Lerner, no son precisamente quienes conducen.
CxC no tiene un camino de rosas. Por una parte, tienen resistencias fuertes al interior del nacionalismo, como lo demuestran las declaraciones recogidas en el artículo dominguero. Por otra, no tienen una militancia detrás que les sirva de sustento en las posibles pugnas futuras. No solo muchos de los miembros de CxC no son del PNP, sino que para varios su único respaldo es su lista de publicaciones. Finalmente, tanto en Gana Perú/PNP como en el gobierno quien tiene la última palabra sin un contrapeso efectivo es Ollanta Humala. Si Humala quiere irse un poco más al centro, a los miembros CxC les quedará continuar como el ala izquierda de un gobierno amplio pero con un mando personalizado. Por todo ello, mi impresión es que CxC no es el cuerpo por excelencia de técnicos de Humala ni del próximo gobierno. Importantes sí, pero no fundamentales.
2. El discurso ¿CxC o FX?
Conocidos miembros de CxC como Nicolás Lynch, Alberto Adrianzén, Manuel Dammert y Sinesio López, sostuvieron con claridad en sus escritos del 2010 e inicios del 2011 importantes puntos programáticos sobre qué hacer en el país. Destacan centralmente la necesidad de romper con el modelo económico -de hecho, Lynch la llamaba “la humillación neoliberal”-, la bandera del cambio de Constitución –la conocida tesis del “momento constituyente”- y la recuperación de la soberanía sobre nuestros recursos naturales –al cual Manuel Dammert dedicó varios artículos.
Viajemos a enero del 2010. El Manifiesto de bautizo de CxC, ¡Por la gran transformación del Perú!, es aún más explícito: evitar “continuar con la imposición neoliberal” con “un cambio radical en la economía” que implique “un camino distinto que supere la herencia colonial de la república criolla”; “una Nueva Constitución que exprese la voluntad popular y ponga fin al veto del gran capital”; y cambiar el “modelo primario exportador neoliberal” por uno que “recupere el control nacional de los recursos naturales”.
Volvamos a julio del 2011. Ahora explíquenme cómo se sostiene que CxC le dio el “discurso” a Humala. Es cierto, CxC tuvo un aporte en temas programáticos y hasta discursivos muy importante, pero al final el discurso que se impuso, con las consecuencias políticas que esto tendrá en el nuevo gobierno, no fue el que la mayoría de ellos hubiese preferido.
Alrededor de enero hubo una fuerte tensión al interior de Gana Perú. El motivo: el estancamiento de Humala en las encuestas. En sus propias palabras, “a pesar de que las encuestas nos ponían en 8% y de que un sector dentro del partido señalaba que nos estábamos saliendo del mensaje del 2006, que nos estábamos pegando al centro, yo seguí. Teníamos un sector que planteaba radicalizar el discurso, pero nosotros mantuvimos el timón firme en la tormenta. El resultado de la primera vuelta fue un voto de confianza del pueblo”. Quienes pensaban que se debía persistir en la estrategia eran principalmente los asesores brasileros. Adivine quiénes creían que debía radicalizar el discurso.
“Yo pensaba que Humala debía radicalizarse” me dijo Sinesio López hace poco, caminando a través del pasto de la PUCP. Le dije que yo también, y que me equivoqué. “Todos nos equivocamos” me responde, “menos los brasileros”.
El discurso de Humala durante la campaña estuvo orientado a capturar el mayor espectro posible de receptores en el electorado, componente principal de su sofisticada estrategia de marketing político. Y los responsables de ello no fueron nuestros compatriotas sino FX Comunicaçoes de Sao Paulo, la empresa de Luis Favre y Valdemir Garreta. Chega de saudade.
3. El líder, el partido y el gobierno. ¿Uruguay o Ecuador?
El artículo cita a Carlos Tapia y sus deseos sobre Gana Perú. Él considera que GP debe ser “una alianza de gobierno en la que el nacionalismo tenga su lugar junto con la tecnocracia izquierdista (aunque independiente), los partidos de izquierda y los movimientos regionales”. “Una formación al estilo del Frente Amplio de Uruguay” habría dicho.
Sin embargo, esto tiene dos grandes problemas. El primero es en la práctica Gana Perú es una ilusión, una sombra, una ficción. No tiene comités establecidos a nivel local, no tiene un órgano deliberativo, menos aún un órgano ejecutivo. A nivel distrital existen más de un GP, muchos enfrentados entre sí y que no se reconocen mutuamente. En las regiones la situación no es distinta. Esto lo sabe bien Cayo Galindo: “si Gana Perú fuese una agrupación distinta tendría una estructura propia, y eso no existe”.
Alberto Adrianzén afirma que Gana Perú “es una organización más amplia que el PNP”, y es cierto: en él están muchas personas que no estarían en el PNP. Sin embargo, legalmente Gana Perú es el Partido Nacionalista que cambió su nombre para las elecciones. Aquellas organizaciones que firmaron un acuerdo político con el PNP para formar GANA Perú quieren que la alianza continúe, pero esto dependerá en buena medida de los propios conflictos internos del PNP y de, nuevamente, Ollanta Humala.
En segundo lugar está el eterno tema del peso de Ollanta Humala al interior de su organización, y cómo funciona realmente esta. Conversando con Steven Levitsky sobre la moderación de Humala, me dijo que lo rápido y contundente de su viraje al centro es un indicador de lo personalista que es su organización. Comentó que, según un alto mando fujimorista con el que conversó, la moderación de Keiko fue lenta y difícil, precisamente por las enormes dificultades y presiones que esto generaba al interior del fujimorismo.
De hecho, al PT brasilero le tomó más de una década lograr variar su discurso inicial anti-establishment por uno convocante y abierto que les permitiera capturar a ese electorado que lo miraba con desconfianza. Al Partido Nacionalista le tomó muchísimo menos tiempo, y como dije líneas arriba no tiene contrapesos efectivos en su interior. Por ejemplo, desde enero de este año su Comisión Política anda desactivada, no sin antes dejar las tareas políticas a la Comisión de Campaña, en la cual la última palabra la tiene el candidato.
Todo hace indicar que el PNP se maneja más por círculos de confianza que por una estructura organizativa institucionalizada. Quien está más cerca del líder es el que tiene mayor influencia, y por ende más poder. Imaginarse al PNP sin Ollanta Humala es tan difícil como imaginar a Perú Posible sin Alejandro Toledo: una característica que comparten los partidos peruanos más allá de su tendencia ideológica.
Un proceso con este nivel de personalización no se parece tanto al uruguayo o brasilero. Liderazgos fuertes con organizaciones políticas construidas alrededor de su figura, y en donde el rumbo que el Presidente de al gobierno suele no ser puesto en cuestión de manera efectiva por su organización es más el caso venezolano o ecuatoriano. Las características del PNP y Humala hacen más probable el segundo camino, no así el primero (aunque nos guste)
Epílogo ¿Y ahora?
Releo el artículo y la sensación que me deja es que quizá sea errado seguir hablando de CxC como un grupo. Yo lo he hecho por facilidad y en serio no sé qué nivel de coordinación tengan, ni qué tan válido sea. Es decir, que sus miembros se reconozcan bajo un rótulo común no es suficiente argumento para analizarlos como grupo. Sus acciones individuales pueden ser ausentes de coordinación, los intereses, objetivos y estrategias de sus miembros pueden ser no solo distintos sino contrapuestos, etcétera. Durante el 2010 era más o menos fácil distinguir el hilo común: ser el cuerpo técnico de Humala, darle soporte programático e ideológico al nacionalismo y construir el Plan de Gobierno. Ahora, ¿cuál será?
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/20/07/2011/bala-perdida/ciudadanos-por-el-cambio-¿ilusion-o-realidad
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Se necesitan 300 técnicos de primer nivel para gobernar. El Partido Nacionalista no los tiene y por eso el colectivo Ciudadanos por el Cambio proveyó los expertos, la mayoría de izquierda, que elaboraron el Plan de Gobierno y abastecieron de discurso a Ollanta Humala. Ahora, a 11 días de la asunción del nuevo gobierno, definir un futuro de convivencia en el poder es la tarea pendiente.
Por Óscar Miranda
Domingo, suplemento de La República, Lima, domingo 17/07/2011
Este mediodía, en un hotel de Miraflores, concluirá una reunión de trabajo que podría ser fundamental para el futuro de Gana Perú y del gobierno de Ollanta Humala. Ciudadanos por el Cambio, el colectivo de intelectuales y tecnócratas de izquierda que elaboró el Plan de Gobierno, y cuya figuras más visibles son Alberto Adrianzén y Salomón Lerner Ghitis, desarrolla desde ayer una exhaustiva discusión sobre cuál será su papel en la administración que se inaugura el 28 de julio. Aunque tras la segunda vuelta su peso en la órbita del presidente electo decreció ligeramente –mientras lo ganaron profesionales llegados de otros ámbitos–, continúan siendo el think tank que da el principal sustento programático a Gana Perú. Y Lerner sigue siendo la persona que más influye en Humala. Después de Nadine, claro.
El debate interno en Ciudadanos por el Cambio también podría ser decisivo para el futuro del Partido Nacionalista. Domingo conversó esta semana con Sinesio López, Carlos Tapia, Cecilia Israel y otros miembros del colectivo, y comprobó que está en sus planes proponer que Gana Perú sea una alianza de gobierno en la que el nacionalismo tenga su lugar junto con la tecnocracia izquierdista (aunque independiente), los partidos de izquierda y los movimientos regionales. “Una formación al estilo del Frente Amplio de Uruguay”, explica Tapia. Al Partido Nacionalista la idea no le hace ninguna gracia. Sin embargo, según uno de sus impulsores, Humala la ve con buenos ojos.
Lo que se viene en los próximos días es una importantísima discusión sobre el futuro de Gana Perú, saludable en cualquier organización política, que no llamaría la atención si no fuera porque revela que a menos de dos semanas de que asuman las riendas del gobierno, los vencedores del 5 de junio todavía no tienen claro cómo se van a organizar para administrar el país.
Recelos nacionalistas
¿En Gana Perú hay cuadros suficientes para gobernar? Lanzamos la pregunta a varios miembros de la bancada nacionalista –para todo efecto, el único ámbito de dirigentes que tiene el partido–. Algunos, como Fredy Otárola, aseguraron que los tienen. Otros, como Víctor Mayorga, señalaron que los hay aunque no son muchos. Cayo Galindo, otrora vocero de la bancada, fue el único que admitió –al menos, on the record– que son pocos. Sin embargo, agregó que esa carencia no tenía por qué significar un problema. “Los técnicos se pueden convocar”, observó, parafraseando, no necesariamente adrede, la famosa sentencia de Luis Bedoya Reyes a Jorge Grieve en el debate municipal de 1966.
La paradoja es que al mismo tiempo que congresistas como Galindo y otros confían en que sus ‘jales’ pueden ayudarlos en la complicada tarea de gobernar dejan entrever su fastidio por la predominancia de los tecnócratas de izquierda en Gana Perú. Un legislador que prefirió no identificarse comentó que “ellos se creen el súmmum de la intelectualidad” y que “no nos ven a su altura”. Fredy Otárola cree que Ciudadanos por el Cambio “quizá puedan aportar con algunos cuadros, obviamente, como cualquier colectivo”. Galindo relativiza su papel en la elaboración del Plan de Gobierno. “Han colaborado en la redacción pero la línea matriz la ha dado el presidente Ollanta Humala”, afirma. Otros prefieren reservarse su opinión.
El malestar de los nacionalistas con los cuadros de izquierda es difícil de ocultar.
Una historia de izquierda
Pero ¿quiénes son los Ciudadanos por el Cambio? ¿Cómo llegaron a ser la cantera de las ideas y políticas públicas que presentó Humala en la campaña? Su historia, relata su coordinadora, Cecilia Israel, comenzó en el 2008, cuando ella, el economista José Oscátegui, el ambientalista Ricardo Giesecke y los sociólogos Gustavo Riofrío y Vicente Otta le propusieron al líder nacionalista convocar a intelectuales y expertos de diferentes campos para conocer sus opiniones sobre temas que por entonces eran parte de la agenda pública (el gas, los acuerdos de libre comercio). Otro grupo, integrado por los analistas políticos Alberto Adrianzén, Sinesio López, Carlos Tapia, Isabel Coral, entre otros, se reunía por su cuenta con las mismas inquietudes. Eventualmente, los dos grupos confluyeron. En febrero del 2009, con su primer pronunciamiento, sobre el TLC con Chile, salieron a la luz pública. Y en el tercero, en enero del 2010, expresaron públicamente su respaldo a la candidatura de Humala.
El pasado político de ese núcleo básico, al que poco después se integrarían Félix Jiménez y Nicolás Lynch, se remonta a la Izquierda Unida de los ochenta y en algunos casos todavía más atrás. Tapia y López estuvieron en el MIR en los sesenta, y Adrianzén en el MIR-IV Etapa. Jiménez militó en el Partido Comunista Peruano (Unidad). Lynch perteneció al Partido Comunista Revolucionario (PCR). Israel fue cercana colaboradora del ex alcalde de Lima Alfonso Barrantes. La mayoría de ellos se encontró en el Partido Unificado Mariateguista (PUM) en los ochenta. Su espíritu de hombres de izquierda los condujo hacia el proyecto nacionalista de manera natural. Por esa época, entre el 2008 y el 2009, Carlos Tapia era el principal asesor de Humala y una de las personas que más lo influían. El líder nacionalista había aceptado su proyecto de construir una organización política que trascendiese a su partido, una “mesa de cuatro patas” en las que también estuvieran los intelectuales, los partidos de izquierda y los movimientos regionales. El proyecto encajaba con lo que venía haciendo el colectivo, que ya se había bautizado a sí mismo como Ciudadanos por el Cambio (desecharon su primer nombre, Intelectuales por el Cambio, porque algunos miembros, alejados de la esfera académica, no sentían que los representara).
Entre abril y mayo del 2010, Humala les pidió que elaboraran el Plan de Gobierno. Ya eran una treintena y tras convocar a expertos amigos sumaron casi 60 especialistas. Fueron siete meses de apasionadas discusiones internas. El 20 de diciembre fueron presentados oficialmente como el Equipo Técnico de Gana Perú. Aunque Jiménez fue el coordinador, para entonces Salomón Lerner Ghitis –quien se había incorporado en el camino– había ganado influencia y se convirtió en su principal interlocutor ante el candidato presidencial.
Chuquihuara, el secretario
Durante la campaña, el equipo de cuadros recibió al menos dos inyecciones adicionales de tecnócratas y profesionales. La primera, tras la primera vuelta, cuando se buscó una imagen de apertura y llegaron los ex funcionarios de Perú Posible (Kurt Burneo, Óscar Dancourt, Alfonso Velásquez, Daniel Schydlowski y otros), así como expertos que habían colaborado en el Plan de Gobierno de manera reservada y que al fin se animaban a dar la cara (Ketín Vidal, Carlos Herrera Descalzi, Fernando Sánchez Albabera y varios más).
La segunda, luego del triunfo, cuando se organizaron las comisiones de transferencia. La distribución de las comisiones sectoriales evidenció una nueva correlación de fuerzas: los miembros de Ciudadanos por el Cambio ya no eran mayoría. Por ejemplo, Luis Chuquihuara asumió la conducción de la transferencia en la PCM. Según diversas fuentes, Salomón Lerner influyó para ubicarlo en ese cargo, aunque Tapia cree que el diplomático entabló relaciones con Humala en el 2009 cuando este viajó a El Salvador –donde Chuquihuara era embajador del Perú– para reunirse con el mandatario de ese país. Hoy, Chuquihuara es el secretario personal del presidente electo y, según las fuentes, el virtual secretario general de la Presidencia.
¿Qué es Gana Perú?
En las últimas semanas, Ciudadanos por el Cambio ha seguido creciendo en número. Se ha organizado en 14 comisiones sectoriales que continúan reuniéndose para analizar la coyuntura y producir documentos de cara a los primeros 100 días de gobierno. Cecilia Israel dice que Soledad Piqueras, hija de Susana Villarán, se ha acercado a ellos interesada en trabajar de la mano de su propio colectivo. Tapia cree que deben seguir siendo un espacio que alimente de propuestas políticas, y eventualmente de ‘cuadros’, al presidente.
El futuro de Gana Perú como alianza será un problema que Ollanta Humala tendrá que encarar más temprano que tarde. Para el nacionalista Cayo Galindo, no existe alianza ni frente. “Lo único que se hizo fue cambiar de nombre al Partido Nacionalista. Si Gana Perú fuese una agrupación distinta tendría una estructura propia, y eso no existe”, apunta. Alberto Adrianzén discrepa; señala que se trata de una organización más amplia que el Partido Nacionalista y que el tema de la estructura que tendrá es precisamente uno de los asuntos importantes que se abordará en los próximos días. “Este es un frente que debe incluir a nacionalistas pero también a los independientes”, subraya. Los miembros de Ciudadanos por el Cambio empezaron la discusión este fin de semana. En el nacionalismo, a tan solo 11 días del cambio de mando, esperan que el presidente electo aborde la cuestión cuanto antes.
funcionarios, se busca
“Un gobierno necesita entre 250 y 300 cuadros profesionales para implementar su plan de gobierno”, dice Nuria Esparch, hasta marzo presidenta ejecutiva de la Autoridad Nacional del Servicio Civil-Servir y una de las personas que mejor conoce los requerimientos de funcionarios en el Estado. Se trata de cargos de confianza, ministros, viceministros, directores de oficinas, asesores, etc., explica. La cifra parece pequeña si se la compara con los aproximadamente 6,000 cargos de jefatura pública que existen en el Ejecutivo. Pero la pregunta es si Gana Perú los tiene. Y todo indica que no, no los tiene.
Los nacionalistas Víctor Mayorga y Cayo Galindo dicen que Ollanta Humala está preocupado por la formación de cuadros técnicos en su partido y que esa será una de las tareas que se pondrán en marcha en el corto plazo. “Hay que formar cuadros para que desempeñen cargos públicos o para que asuman cargos dentro del partido”, sostiene Mayorga. Galindo dice que los congresistas que no fueron a la reelección serán los que asuman estas responsabilidades.
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/impresa-domingo/los-cuadros-del-presidente-2011-07-17
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Ciudadanos por el Cambio: ¿Ilusión o realidad?
Por Carlos León Moya
Noticias SER, 20/07/2011
El último domingo, La República publicó una semblanza sobre Ciudadanos por el Cambio llamada Los cuadros del Presidente. El artículo sin embargo se limitó a hacer un inventario de declaraciones recientemente recogidas de actores políticos relevantes al interior de GANA Perú, y deslizó a mi juicio impresiones erradas sobre lo que en realidad seria el peso político de este grupo. Con la escasa información que tengo a la mano, busco en este artículo matizar al artículo mencionado y dar algunas impresiones sobre lo que creo podría ocurrir en adelante.
1. Importantes sí, fundamentales no.
La impresión que deja el artículo es que Ciudadanos por el Cambio (en adelante CxC) es un cuerpo de suma importancia, una élite con un poder propio importante. “Proveyó los expertos (…) que elaboraron el Plan de Gobierno”, “abastecieron de discurso a Ollanta Humala”, sus reuniones de trabajo son “fundamentales para el futuro del gobierno”, sus debates internos son “decisivos para el futuro del Partido Nacionalista”, etcétera.
Que CxC proveyó los técnicos iniciales es de común conocimiento. Sin embargo, cabe preguntarse qué tanto importa eso ahora que estamos en la Hégira de la Hoja de Ruta y seremos seguramente gobernados por el “califa” Miguel Castilla (No te preocupes, Félix: en nuestros corazones siempre serás el mejor Ministro) Además, ¿desde cuándo una reunión entre un grupo de técnicos e intelectuales con una orientación ideológica que no es la del gobierno –nos guste o no- es decisiva para un gobierno? Además, en la Comisión de Transferencia hay gran cantidad de técnicos e intelectuales, y los CxC, descontando a Salomón Lerner, no son precisamente quienes conducen.
CxC no tiene un camino de rosas. Por una parte, tienen resistencias fuertes al interior del nacionalismo, como lo demuestran las declaraciones recogidas en el artículo dominguero. Por otra, no tienen una militancia detrás que les sirva de sustento en las posibles pugnas futuras. No solo muchos de los miembros de CxC no son del PNP, sino que para varios su único respaldo es su lista de publicaciones. Finalmente, tanto en Gana Perú/PNP como en el gobierno quien tiene la última palabra sin un contrapeso efectivo es Ollanta Humala. Si Humala quiere irse un poco más al centro, a los miembros CxC les quedará continuar como el ala izquierda de un gobierno amplio pero con un mando personalizado. Por todo ello, mi impresión es que CxC no es el cuerpo por excelencia de técnicos de Humala ni del próximo gobierno. Importantes sí, pero no fundamentales.
2. El discurso ¿CxC o FX?
Conocidos miembros de CxC como Nicolás Lynch, Alberto Adrianzén, Manuel Dammert y Sinesio López, sostuvieron con claridad en sus escritos del 2010 e inicios del 2011 importantes puntos programáticos sobre qué hacer en el país. Destacan centralmente la necesidad de romper con el modelo económico -de hecho, Lynch la llamaba “la humillación neoliberal”-, la bandera del cambio de Constitución –la conocida tesis del “momento constituyente”- y la recuperación de la soberanía sobre nuestros recursos naturales –al cual Manuel Dammert dedicó varios artículos.
Viajemos a enero del 2010. El Manifiesto de bautizo de CxC, ¡Por la gran transformación del Perú!, es aún más explícito: evitar “continuar con la imposición neoliberal” con “un cambio radical en la economía” que implique “un camino distinto que supere la herencia colonial de la república criolla”; “una Nueva Constitución que exprese la voluntad popular y ponga fin al veto del gran capital”; y cambiar el “modelo primario exportador neoliberal” por uno que “recupere el control nacional de los recursos naturales”.
Volvamos a julio del 2011. Ahora explíquenme cómo se sostiene que CxC le dio el “discurso” a Humala. Es cierto, CxC tuvo un aporte en temas programáticos y hasta discursivos muy importante, pero al final el discurso que se impuso, con las consecuencias políticas que esto tendrá en el nuevo gobierno, no fue el que la mayoría de ellos hubiese preferido.
Alrededor de enero hubo una fuerte tensión al interior de Gana Perú. El motivo: el estancamiento de Humala en las encuestas. En sus propias palabras, “a pesar de que las encuestas nos ponían en 8% y de que un sector dentro del partido señalaba que nos estábamos saliendo del mensaje del 2006, que nos estábamos pegando al centro, yo seguí. Teníamos un sector que planteaba radicalizar el discurso, pero nosotros mantuvimos el timón firme en la tormenta. El resultado de la primera vuelta fue un voto de confianza del pueblo”. Quienes pensaban que se debía persistir en la estrategia eran principalmente los asesores brasileros. Adivine quiénes creían que debía radicalizar el discurso.
“Yo pensaba que Humala debía radicalizarse” me dijo Sinesio López hace poco, caminando a través del pasto de la PUCP. Le dije que yo también, y que me equivoqué. “Todos nos equivocamos” me responde, “menos los brasileros”.
El discurso de Humala durante la campaña estuvo orientado a capturar el mayor espectro posible de receptores en el electorado, componente principal de su sofisticada estrategia de marketing político. Y los responsables de ello no fueron nuestros compatriotas sino FX Comunicaçoes de Sao Paulo, la empresa de Luis Favre y Valdemir Garreta. Chega de saudade.
3. El líder, el partido y el gobierno. ¿Uruguay o Ecuador?
El artículo cita a Carlos Tapia y sus deseos sobre Gana Perú. Él considera que GP debe ser “una alianza de gobierno en la que el nacionalismo tenga su lugar junto con la tecnocracia izquierdista (aunque independiente), los partidos de izquierda y los movimientos regionales”. “Una formación al estilo del Frente Amplio de Uruguay” habría dicho.
Sin embargo, esto tiene dos grandes problemas. El primero es en la práctica Gana Perú es una ilusión, una sombra, una ficción. No tiene comités establecidos a nivel local, no tiene un órgano deliberativo, menos aún un órgano ejecutivo. A nivel distrital existen más de un GP, muchos enfrentados entre sí y que no se reconocen mutuamente. En las regiones la situación no es distinta. Esto lo sabe bien Cayo Galindo: “si Gana Perú fuese una agrupación distinta tendría una estructura propia, y eso no existe”.
Alberto Adrianzén afirma que Gana Perú “es una organización más amplia que el PNP”, y es cierto: en él están muchas personas que no estarían en el PNP. Sin embargo, legalmente Gana Perú es el Partido Nacionalista que cambió su nombre para las elecciones. Aquellas organizaciones que firmaron un acuerdo político con el PNP para formar GANA Perú quieren que la alianza continúe, pero esto dependerá en buena medida de los propios conflictos internos del PNP y de, nuevamente, Ollanta Humala.
En segundo lugar está el eterno tema del peso de Ollanta Humala al interior de su organización, y cómo funciona realmente esta. Conversando con Steven Levitsky sobre la moderación de Humala, me dijo que lo rápido y contundente de su viraje al centro es un indicador de lo personalista que es su organización. Comentó que, según un alto mando fujimorista con el que conversó, la moderación de Keiko fue lenta y difícil, precisamente por las enormes dificultades y presiones que esto generaba al interior del fujimorismo.
De hecho, al PT brasilero le tomó más de una década lograr variar su discurso inicial anti-establishment por uno convocante y abierto que les permitiera capturar a ese electorado que lo miraba con desconfianza. Al Partido Nacionalista le tomó muchísimo menos tiempo, y como dije líneas arriba no tiene contrapesos efectivos en su interior. Por ejemplo, desde enero de este año su Comisión Política anda desactivada, no sin antes dejar las tareas políticas a la Comisión de Campaña, en la cual la última palabra la tiene el candidato.
Todo hace indicar que el PNP se maneja más por círculos de confianza que por una estructura organizativa institucionalizada. Quien está más cerca del líder es el que tiene mayor influencia, y por ende más poder. Imaginarse al PNP sin Ollanta Humala es tan difícil como imaginar a Perú Posible sin Alejandro Toledo: una característica que comparten los partidos peruanos más allá de su tendencia ideológica.
Un proceso con este nivel de personalización no se parece tanto al uruguayo o brasilero. Liderazgos fuertes con organizaciones políticas construidas alrededor de su figura, y en donde el rumbo que el Presidente de al gobierno suele no ser puesto en cuestión de manera efectiva por su organización es más el caso venezolano o ecuatoriano. Las características del PNP y Humala hacen más probable el segundo camino, no así el primero (aunque nos guste)
Epílogo ¿Y ahora?
Releo el artículo y la sensación que me deja es que quizá sea errado seguir hablando de CxC como un grupo. Yo lo he hecho por facilidad y en serio no sé qué nivel de coordinación tengan, ni qué tan válido sea. Es decir, que sus miembros se reconozcan bajo un rótulo común no es suficiente argumento para analizarlos como grupo. Sus acciones individuales pueden ser ausentes de coordinación, los intereses, objetivos y estrategias de sus miembros pueden ser no solo distintos sino contrapuestos, etcétera. Durante el 2010 era más o menos fácil distinguir el hilo común: ser el cuerpo técnico de Humala, darle soporte programático e ideológico al nacionalismo y construir el Plan de Gobierno. Ahora, ¿cuál será?
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* Tomado de: http://www.noticiasser.pe/20/07/2011/bala-perdida/ciudadanos-por-el-cambio-¿ilusion-o-realidad
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sábado, 16 de julio de 2011
PERU - Población - Julio 2011
Población peruana creció en 335 mil 761 personas
La República, Lima, sábado, 09/07/2011
El INEI, en el marco de las actividades por el Día Mundial de la Población reveló que la población del Perú al 30 de junio del presente año alcanza los 29 millones 797 mil 694 habitantes, lo que representa un incremento de 335 mil 761 personas en el último año, así lo afirmó el jefe de dicha entidad Alejandro Vílchez.
Los seis departamentos del país que concentran el 57,0% de la población total son:
- Lima (31,05%),
- Piura (5,99%),
- La Libertad (5,94%),
- Cajamarca (5,06%),
- Puno (4,58%) y
- Junín (4,40%);
en tanto que, con menor proporción de población están:
- Madre de Dios (0,42%),
- Moquegua (0,58%),
- Tumbes (0,75%),
- Pasco (0,99%),
- Tacna (1,09%),
- Amazonas (1,39%) y
- Apurímac (1,51%).
Vílchez indicó que al 30 de junio de 2011, la edad mediana de la población peruana se sitúa en 25,9 años. Hace dos décadas era 20,7 años.
Asimismo, la población adulta mayor (65 y más años de edad) representa el 6,0% de la población total. Los mayores porcentajes se presentan en los departamentos de:
- Arequipa (7,0%),
- Lima y Áncash (6,8% cada uno),
- Moquegua (6,7%),
- Provincia Constitucional del Callao (6,6%) e
- Ica (6,5%).
Mientras que, las personas octogenarias superan la cifra de 302 mil y la mayoría son mujeres (58,3%). Por otro lado, alrededor de un 29,5% de la población aún no alcanza la edad laboral.
Los jóvenes de 15 a 29 años de edad, al 30 de junio del año 2011, es de 8 millones 171 mil 356 personas, que representa el 27,4% de la población total (29 millones 797 mil 694). Este grupo de población en el año 2000 llegó a 7 millones 421 mil 162 habitantes y representó el 28,6% de la población total (25 millones 983 mil 588); se estima que en el año 2021 ascenderá a 8 millones 512 mil 764 habitantes.
Durante la última década, la población peruana de 65 y más años de edad, se viene incrementando de manera sostenida, reflejando un aumento superior a la tasa media de crecimiento poblacional. Mientras que la población total crece a un ritmo promedio anual de 1,14%, la población adulta mayor de 65 y más años aumenta a un promedio anual de 3,24%.
- - - -
* INEI: http://www.inei.gob.pe/
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/09-07-2011/poblacion-peruana-crecio-en-335-mil-761-personas
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La República, Lima, sábado, 09/07/2011
El INEI, en el marco de las actividades por el Día Mundial de la Población reveló que la población del Perú al 30 de junio del presente año alcanza los 29 millones 797 mil 694 habitantes, lo que representa un incremento de 335 mil 761 personas en el último año, así lo afirmó el jefe de dicha entidad Alejandro Vílchez.
Los seis departamentos del país que concentran el 57,0% de la población total son:
- Lima (31,05%),
- Piura (5,99%),
- La Libertad (5,94%),
- Cajamarca (5,06%),
- Puno (4,58%) y
- Junín (4,40%);
en tanto que, con menor proporción de población están:
- Madre de Dios (0,42%),
- Moquegua (0,58%),
- Tumbes (0,75%),
- Pasco (0,99%),
- Tacna (1,09%),
- Amazonas (1,39%) y
- Apurímac (1,51%).
Vílchez indicó que al 30 de junio de 2011, la edad mediana de la población peruana se sitúa en 25,9 años. Hace dos décadas era 20,7 años.
Asimismo, la población adulta mayor (65 y más años de edad) representa el 6,0% de la población total. Los mayores porcentajes se presentan en los departamentos de:
- Arequipa (7,0%),
- Lima y Áncash (6,8% cada uno),
- Moquegua (6,7%),
- Provincia Constitucional del Callao (6,6%) e
- Ica (6,5%).
Mientras que, las personas octogenarias superan la cifra de 302 mil y la mayoría son mujeres (58,3%). Por otro lado, alrededor de un 29,5% de la población aún no alcanza la edad laboral.
Los jóvenes de 15 a 29 años de edad, al 30 de junio del año 2011, es de 8 millones 171 mil 356 personas, que representa el 27,4% de la población total (29 millones 797 mil 694). Este grupo de población en el año 2000 llegó a 7 millones 421 mil 162 habitantes y representó el 28,6% de la población total (25 millones 983 mil 588); se estima que en el año 2021 ascenderá a 8 millones 512 mil 764 habitantes.
Durante la última década, la población peruana de 65 y más años de edad, se viene incrementando de manera sostenida, reflejando un aumento superior a la tasa media de crecimiento poblacional. Mientras que la población total crece a un ritmo promedio anual de 1,14%, la población adulta mayor de 65 y más años aumenta a un promedio anual de 3,24%.
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* INEI: http://www.inei.gob.pe/
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* Tomado de: http://www.larepublica.pe/09-07-2011/poblacion-peruana-crecio-en-335-mil-761-personas
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